Historia de una escalera es una obra de teatro que ha sido creada por Antonio Buero Vallejo, la cual se estrena en el Teatro Español de Madrid a partir del 14 de Octubre del año 1949, se trata de un análisis de la sociedad española sin ningún tipo de transparencia, no te puedes perder los detalles de ésta obra.
Indice De Contenido
- 1 Estilo de la obra
- 2 Representaciones de Historia de una escalera
- 3 Resumen por actos
- 4 Biografía del autor
- 5 Características y evolución de su obra literaria
- 6 Análisis de Historia de una escalera
- 7 Personajes de historia de una escalera
- 8 Espacio y tiempo de la obra
- 9 Argumento de historia de una escalera
Estilo de la obra
En ella el autor comienza a usar diversas acotaciones de un lenguaje culto pero que casi cualquier lector podría leer y entender, pero los protagonistas de la obra tienen lenguaje un poco tosco y vulgar, los diálogos de los mismos son fluidos, lo que permite abrir los sentimientos de cada personaje y sus características a la hora de expresarse en teatro.
Representaciones de Historia de una escalera
Han sido varias las representaciones de ésta obra, llegando incluso a la televisión, por lo tanto se tiene lo siguiente:
- Fue estrenada en 1949 bajo la Dirección de Cayetano Luca de Tena. Como intérpretes: Julia Delgado Caro, Adela Carboné, María Jesús Valdés, Fulgencio Nogueras, Elena Salvador, Manuel Kayser, Adriano Domínguez, Alberto Bové, José Cuenca, Gabriel Llopart, Esperanza Grases, Pilar Sala, Consuelo Muñoz, Asunción Sancho, José Capilla, José Cuenca, Rafael Gil Marcos, Manuel Gramas, Fernando Delgado.
- En la televisión aparece por primera vez en 1971 en «Estudio 1, de la Televisión española» con la interpretación de Nuria Carresi, Fernando Cebrián, Paloma Lorena, Cándida Losada, Victoria Rodríguez, Magda Roger, María Rus, Pedro Mari Sánchez, Valentín Tornos, Ricardo Tundidor, Paco Valladares y Amparo Valle.
- También aparece por primera vez en el Teatro María Guerrero, para el año 2003 y con la dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente; contando con la interpretación de Gabriel Moreno, Victoria Rodríguez, Vicky Lagos, Cristina Marcos, Petra Martínez, Yolanda Arestegui, Alberto Jiménez, Ignacio Alonso, Bárbara Goenaga, Nicolás Belmonte, Mónica Cano.
Resumen por actos
Es necesario conocer el resumen de historia de una escalera, y que mejor resumen que detallar cada uno de los actos que componen la misma para resaltar los aspectos más importante de ésta obra, es por lo que traemos para ti el resumen por actos de historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo.
I Acto
En éste acto, aparece el cobrador de la luz va subiendo fatigosamente las escaleras, de pronto termina en el rellano y va llamando con los nudillos a las puertas. Salen la señora Generosa y Paca, ellas observan los recibos y comienzan a quejarse de lo cara que está la luz. También sale Elvira, que se trata de una joven muy hermosa. Paca se enfrenta al cobrador, esto se arreglaría como dice Urbano su hijo: una revolución. Finalmente entra molesta a buscar el dinero. Doña Asunción abre su puerta, agarra el recibo, se disculpa, en ese momento no tiene dinero, le ruega que vuelva más tarde, pero el cobrador protesta porque ya ha hecho lo mismo en diversas ocasiones. En ese momento sale don Manuel, padre de Elvira, ésta le susurra algo al oído y él agarra el recibo y decide hacer el pago, ante las disculpas de doña Asunción.
Don Manuel empieza a tener interés por el hijo de doña Asunción, Fernando. Éste trabaja en una papelería, pero no es la mejor opción ya que el sueldo es muy bajo. Él tiene muchos proyectos, sueña con ser delineante y se pasa el día pensando, leyendo y acostado en la cama. En sus ratos libres escribe poesía, le pedirá una para Elvira. Esta, turbada, y pide disculpas a Fernando. Doña Asunción alaba su belleza pero el padre está apurado, así que deben irse y luego se despiden. Una vez estando a solas, Elvira abraza y besa a su padre porque tiene conocimiento que anda enamorada de Fernando aunque él, personalmente, opine que es un loco. Pero Elvira lo defiende, cree que llegará muy lejos, y lo haría más rápido si el padre lo colocase en la empresa. Ante las protestas del padre, comienza a hacerle mimitos enganchándose a su brazo. De ésta forma empiezan a bajar las escaleras.
Trini, quien es la hija de Paca, sale a comprar algunas cosas, pero se encuentra con Generosa y deciden bajar juntas hablando sobre la subida de precios, sobre doña Asunción, que no podía pagar el recibo, sobre cómo se lo pago don Manuel y muchas cosas más. Para Trini, Elvira es una lagartona que va a por Fernando. Camina es otro de los personajes, la cual aparece como una joven bastante hermosa y humilde y llama a su madre porque ha olvidado la lechera. Fernando, que la ve bajar tras su madre, trata de pasar desapercibido. Doña Asunción le pregunta por qué no ha ido a trabajar, pero él no le responde. Éste se ofende cuando le cuenta que don Manuel ha pagado la factura de la luz, sintiéndose completamente humillado, por lo que la empuja dentro de la casa y cierra la puerta de un solo golpe.
Posteriormente se recuesta en el descansillo y es cuando aparece Urbano con traje azul, se trata de un joven musculoso y moreno. En cuanto lo ve invita a Fernando a un cigarro y entablan una conversación. Fernando está harto de su trabajo, de las miserias, de su vida, pero está seguro de que tarde o temprano va a salir adelante. Urbano se lo toma a broma porque siempre le dice lo mismo. Por su parte, comienza a hablarle de la fábrica, de la última huelga, de cómo ha aumentado la sindicación y éste se muestra apasionado, cree en el asociacionismo y el sindicato, confía en que la solidaridad obrera transformará la sociedad.
De igual forma toma en todo de burla los sueños de Fernando, para lograr ese progreso del que habla hay que trabajar muy duro, mucho tiempo, ahorrar como nunca, cosa que no ve en Fernando, sino más bien todo lo contrario, muchos sueños pero siempre aplazados para empezar al día siguiente. Y vuelta a empezar. Fernando tampoco confía en la solución de Urbano, puesto que no cree en el asociacionismo. Éste le confiesa su miedo al paso del tiempo, y también a la posibilidad de una vida de frustración como la de sus padres, de los vecinos de ese bloque, el no lograr salir de allí, por lo que Urbano cree que lo que le hace falta es enamorarse en serio, así que lo convence para que averigüe que está por Carmina, aunque él se empeña en negarlo.
Posteriormente llegaría la hermana de Rosa e interrumpe la conversación, en ese momento Urbano está molesto con ella, luego de averiguarle la vida a su hermano pero ella se le enfrenta y responde con descaro. Luego aparece otro personaje llamado Pepe, quien es el hermano de Carmina, tiene unos 30 años, es chulo y presuntuoso; tiene complicidad con Rosa y la invita a bailar por señas. Ella asiente con mucho afecto cuando Paca abre de improviso y los sorprende. La manda entrar en casa, la empuja hacia dentro y la obliga con insultos. Luego va de nuevo en contra de Pepe y lo amenaza para que la deje en paz. Ante ésto Pepe se retira y comienza a bajar la escalera, pero Urbano lo detiene y lo amenaza y le dice: “…como vuelva a verte con Rosa… te tiro por la escalera…”. Fernando se mete en el problema y Pepe se va refunfuñando, Urbano entra también en casa y queda Fernando solo en la escalera.
Acto seguido aparecería don Manuel y Elvira subiendo las escaleras. En ésto Elvira aprieta el brazo de su padre y le hace señas simulando que es la ocasión perfecta. Pero don Manuel no entra en el tema y de inmediato se separa de él mientras Elvira sigue a su padre volviendo la cabeza con frecuencia para mirar a Fernando quien lo está ignorando. Luego cuando llega Generosa, lo invita a comer, pero Fernando la rechazaría. Le pregunta a ella por su marido, don Gregorio, ya que lo van a jubilar y le va a quedar una mala pensión después de 50 años conduciendo un tranvía. Tiene un hijo llamado Pepe que es muy rebelde. Fernando trata de consolarla, aún le queda Carmina, y Generosa se deshace de su hija. Generosa entra en su piso solo para abandonar de nuevo a Fernando.
Elvira lo llama y le pide que la acompañe a comprar un libro como regalo, pero él no quiere, insiste y él le da la espalda y la rechaza. Entonces, ella juega al chantaje afectivo “…te aprovechas de que te estiman demasiado para devolverte la humillación”. Eso lo enrabia aún más, la despide a gritos y ella retrocede, llorosa cierra la puerta.
Por otro lado, Paca sale y llama a casa de Generosa para pedirle un poco de sal, a lo que comienzan una conversación para entrar en el tema de cómo don Manuel ha pagado el recibo de luz de doña Asunción. Fernando, está escuchando todo ésto sin que ellas se den cuenta y con muy mal humor. Don Manuel lo hizo por intercesión de Elvira, que no es la primera vez. Para Paca, fue la propia doña Asunción la que lo convenció, pero la disculpa porque con una pensión de tan solo 75 céntimos y un hijo que no quiere siquiera trabajar, aunado a que Fernando gana una miseria en la papelería y, además, puede que lo echen por ausentarse mucho, es muy complicado.
Lo que básicamente el joven busca es acercarse a Elvira y con ella los cuartos de su padre. Don Manuel ha logrado generar dinero desde que montó la empresa, una agencia para sacar permisos y licencias, certificados. Generosa opina que es todo lo contrario, que es Elvira la que está muy pendiente de Fernando. Pero al final Paca se interesa por don Gregorio: ésta muy molesto por la jubilación, “¡Qué vida, Dios mío!”. Entonces éste se despide insistiéndole a doña Asunción en que no quiere ver a Pepe con su Rosa, pero inmediatamente empieza a quejarse de su propia hija, “otra que tal”. Cree que ninguna de las dos se lo merecen, ya que lo único que han hecho es sufrir por sus hijos, posterior ello se despiden.
Fernando se encuentra muy solo y a la vez abrumado por todo lo que está sucediendo. Cuando sale Carmina, logra detenerla pero ella no quiere y trata de seguir caminando. Le habla de usted y él protesta puesto que se conocen desde que eran muy jóvenes e inclusive jugaban a ser novios, pero Carmina se lo toma a juego y le recrimina “sus conquistas”. Pero él insiste, es a ella a quien quiere de verdad, le suplica que le escuche, la acompaña hasta que se sientan en uno de los peldaños.
Éste le quita la lechera que lleva en la mano y la deja en el piso para así agarrarla por la mano y declararle su amor. Entonces, Carmina le dice que se declare a Elvira. La observación alegra a Fernando, puesto que se da cuenta que a pesar de todo, ella siente celos. Él no quiere a Elvira, la detesta ya que solo está pendiente del dinero. De pronto es Fernando quien le pregunta por Urbano y ella bromea, “está loca por él”. Por lo que siente por ella, no podía coquetear, porque la quiere. Éste la necesita para así poder salir de todo lo ordinario que viven.
Le dice que se pondrá a buscar un trabajo serio y estudiaría mucho para luego casarse y poder tener un estilo de vida bastante atractivo y comprometedor. Pero él seguirá estudiando para ser ingeniero, poeta, escritor… Carmina solo se queda escuchándolo con mucha emoción y éxtasis, pero cuando él se inclina para besarla, derrama sin querer la lechera. “Temblorosos se levantan lo dos y miran, asombrados, la gran mancha blanca en el suelo”.
II Acto
En ésta parte, la historia se adelanta 20 años. La escalera sigue siendo la misma pero con algunos pequeños cambios, algunos intentos infructuosos de remodelar parte del edificio (diversos cristales romboidales en la ventana, un letrero “QUINTO” ubicado en el rellano y un timbre eléctrico en las puertas). Es entonces cuando Paca llega al rellano, muy gorda y con cabello blando y algo fatigada, ella va caminando lentamente con un capacho en la mano, constantemente se queja de su vejez, de la escalera, pero no quiere morir, le gustaría que su nieta le hiciera más caso. Posterior a ello entra en su casa.
De la cuarta puerta se ve salir a un señor, y de la primera sale un joven bien vestido. Ellos bajan juntos charlando, los dos se dirigen a la oficina. Se encuentran a la espera de que alguien del bloque se mude para poder cambiarse a un piso exterior. Desprecian a los vecinos antiguos, habría que desinfectar el piso antes de mudarse. Pero lo que no saben es que la casa no está mal, lo pisos son amplios, solo falta el ascensor. Luego se les ven alejándose.
Posteriormente salen Carmina y Urbano, son todos unos ancianos. Cuando comienzan a bajar llegan subiendo Fernando y Elvira. Nada, excepto la edad, ha cambiado. Básicamente uno es un matrimonio obrero y el otro un matrimonio de “empleado”. Ambos se saludan de forma despectiva. Enseguida llegan al rellano, llaman al timbre y Manolín, su hijo de 12 años, les abre y besa a su madre (Elvira). Comienza a girar en torno a ella, busca algún regalo, es su cumpleaños y quiere pasteles. Pero no hay y se enfada. Se marcha a jugar. Cierran la puerta.
Realmente, se queda en el descansillo quejándose de lo tacaños que han sido sus padres. Saca un cigarro y comienza a fumar. Rosa y Trini salen, ya muy viejas y tristes de desilusión. Rosa lleva un capacho, a lo que Trini protesta, pero Rosa no quiere quedarse a solas en la casa con “madre”. Está convencida de que no la quiere bien “desde aquello”. Al verlas, Manolín las saluda con mucha alegría. Trini trata de recriminarle con cariño el hecho de que esté fumando, y él se justifica diciendo que es su cumpleaños. Entonces le ofrece algo de dinero para que compre pasteles, pero él ya no quiere pasteles, prefiere el tabaco, a lo que ella se niega. Se la lleva aparte para hacerle una pregunta: “¿Quieres casarte conmigo cuando sea mayor?”. Trini se echa a reír mientras Rosa los mira con cara triste desde la barandilla. “No digas simplezas, ¡qué tonto eres!”. De esta manera, Trini se despide de él sin saber si regalarle pasteles o tabaco.
Manolín prende otro cigarro. En eso salen Carmina-hija y Urbano. Paca se despide en la puerta. Es una pequeña niña atolondrada de unos 18 años, se encuentra llena de energía. Paca le riñe, pero ella es cariñosa, la abraza, la besa… hasta que la hace reír. “No te olvides de comprar ajos”, le dice por fin antes de cerrar la puerta. Fernando-hijo sale con su madre, Elvira. Es un chico bastante apuesto. Al verla, enseguida llama a Carmina y la alcanza. Manolín empieza a ver toda la escena con picardía. Carmina le pide que la deje continuar, los pueden ver, pero Fernando la detiene con brusquedad.
Él le exige que le diga por qué lo ha estado esquivando. Ella trata de aplazar la conversación pero él la sujeta contra la barandilla. Le recrimina el hecho de que solo haya querido coquetear con él e insiste hasta que logra que ella se sincere: “Yo te quiero, pero lo nuestro no puede ser” y todo éste problema viene por los padres. La han amenazado, incluso le han llegado a pegar. Tiene que olvidarla porque tiene miedo. Al final de ésta escena se va llorando.
Luego cuando ve a Manolín su mirada se lo dice todo, lo manda para casa, pero él no quiere, ya que es su cumpleaños y dice hacer lo que le venga en gana. “Si no fueras el favorito…”. Manolín se burla de la escena que acaba ver con Carmina y de inmediato lo amenaza con contárselo a sus padres, Fernando lo amenaza con decirle a sus padres de que estaba fumando. Manolín sube corriendo y llega hasta la puerta justo cuando Fernando-padre sale y le dice “Papá, Fernando estaba besándose en la escalera con Carmina”. Enseguida los manda entrar en casa, Fernando sube a regañadientes, porque sabía que no estaba besando a Carmina aunque sí estaba con ella.
Pero a todas éstas, su padre ya le había dicho muchas veces que no jugara con ella. Cuando le ordena entrar, Fernando-hijo se rebela, ya está harto. Al escuchar la discusión, Elvira acude a la puerta e interviene en el hecho. Fernando-hijo no le entra en la cabeza que él tenga que sufrir los rencores y las rencillas de los padres. Pero la Elvira es demasiado tajante y, cuando Fernando-padre duda y ofrece a su hijo una explicación, éste se le enfrenta, no hay nada que explicar. Finalmente le dice al hijo que entre al cuarto y éste lo acepta diciendo “No os comprendo… No os comprendo…”. Cierra la puerta.
Rosa y Trini ya se encuentran de vuelta de la compra… Rosa ha dejado a Pepe puesto que solamente la entretuvo hasta que ya nadie la miraba a la cara. Ahora, siendo un viejo que ya ha gastado los cartuchos de su vida, anda buscándola. Por fortuna no tuvieron hijos, aunque a ella le hubiera gustado. Trini, por su parte, siempre ha estado soltera, también le hubiera llenado el tener un hijo. Pero la una por marcharse, la otra por quedarse a cuidar de los demás…al final dos fracasadas. Abrazadas por el talle, siguen hasta que llegan al puente.
Seguido a éste hecho, llega Urbano y Carmina comienza a caminar con su hija, éstos quiere que su hija se olvide de Fernando, un gandul igual que su padre. Carmina la madre sube con mucho esfuerzo, jadeando, “Dichoso corazón”. Pero Urbano insiste en que tiene que llevarla a otro médico, a lo que ella se niega porque no hay solución: “Esto es de la edad y de las desilusiones”. Urbano no logra comprender que se casara con él si no lo quería, pero ella le recuerda su insistencia. El creía entonces que podía hacerla olvidar y de a poco van subiendo.
Cuando ya se encontraban a punto de cerrar la puerta, ve salir a Fernando, entonces lo llama y le exige que hable con su hijo para que no siga molestando a Carmina; Fernando se defiende, puesto que ya lo han intentado sin éxito. Brotan los viejos rencores, se enfrentan. Fernando le echa la culpa a Carmina, es Urbano quien debe vigilar; para Urbano, en cambio, todo el problema es Fernando el más joven, un tenorio, puesto que éste es un vago como su padre que, igual que todos, sigue amarrado a la misma escalera. Tampoco Urbano, son su asociacionisimo y su sindicato ha logrado salir de allí, le reprocha Fernando.
Carmina se mete en ésto diciéndole a Fernando que es un cobarde. El altercado pronto se convierte en un hecho de violencia. Urbano trata de callarla sin conseguirlo, nunca consentirían en que sus hijos se casaran. Fernando compara a Carmina con Trini, ligera de cascos, y Urbano se ofende muchísimo. Carmina lo sujeta. Elvira interviene con mucho desprecio diciendo que no tendría que discutir con gentuza, y Carmina la madre se le enfrenta: ella es la culpable de todo por entrometida y zalamera.
Al parecer todos empiezan a crear un ambiente de discusión. Elvira le regalaría hoy Fernando a Carmina, pues se encuentra equivocada si cree que se lo quitó. Urbano y Fernando quieren frenar la discusión pero no lo consiguen. Elvira insulta a toda la familia de Carmina: Paca una chismosa consentidora, Rosita una cualquiera. Rosa se abalanza y la agarra del pelo mientras Carmina también trata de pegar a Elvira. Urbano y Fernando intentan separarlas y Fernando-hijo, poco a poco, asqueado, va separándose del grupo.
Todavía con separación, sigue la guerra de insultos. Rosita acusa a Elvira de haber cazado a Fernando, otro chulo como lo es Pepe. Fernando intenta protestar, pero Urbano lo interrumpe acusándolo de cazador de dotes. Se comienzan a amenazar, entre insultos, van entrando en sus respectivas casas. Fernando el padre baja tembloroso la escalera, se siente derrotado. Su hijo lo ve desaparecer con una mirada de espanto y se queda sentado con la cabeza entre las manos.
Carmina la hija se va con sigilo, su cara demuestra lo mal que está. Fernando-hijo la llama. Carmina está muy segura de que su relación es imposible, pero Fernando la anima a ser fuerte. Sus padres ya se sienten vencidos porque están muy viejos, pero él está dispuesto a luchar. Solo necesita el cariño y la confianza de Carmina. Ellos no se dejarán vencer por ese ambiente. Tratarán de apoyarse mutuamente y lograrán salir de allí. Carmina pierde la lucha contra el sueño, “Te necesito, Fernando, ¡no me dejes!”. Se abrazan, se sientan cogidos de la mano. Ellos empezarán a trabajar en sus proyectos.
Por otro lado, a la vez que Carmina-madre sale de su casa y lo ve. Fernando va subiendo las escaleras y se paraliza al ver la escena. Fernando el hijo sigue hablando, dibujando su futuro… Dice que quiere estudiar mucho, se hará aparejador, luego arquitecto, ganará mucho dinero, se casarán y tendrán un hogar alegre y limpio. Luego quiere seguir sus estudios para ser ingeniero… Se miran extasiados a punto de besarse. Mientras, Carmina madre y Fernando padre se miran largamente. Sus miradas se encuentran mutuamente llenas de melancolía.
Biografía del autor
Antonio Buero Vallejo nace en Guadalajara para el año 1916. Éste pertenecía a una familia de clase media y realizó sus estudios de bachillerato entre Marruecos y su ciudad natal, según los destinos laborales de su padre que era militar. Cuando Antonio cumple sus dieciocho años de edad, su familia marchó a Madrid, y allí comenzó nuevos estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando con el fin de aprender su vocación por el dibujo. En la capital también se dedicó a participar en la vida cultural y política del momento.
No fue sino hasta 1936 cuando la paz española se vio interrumpida por la cruenta Guerra Civil que tuvo lugar hasta 1939. Antonio quiso pertenecer en un principio como voluntario de apoyo al bando republicano, pero tuvo que desistir de tal idea debido a la oposición de sus progenitores. Sin embargo, logró trabajar en el taller de propaganda plástica de la F.U.E. y colaboró en Madrid con la Junta de Salvamento Artístico. Un año después de que haya empezado la contienda, fue destinado a un batallón de infantería, donde sirvió a la República en varios destinos.
Por otro lado, escribía y dibujaba para un periódico del frente y participaba en las distintas actividades culturales que eran organizadas. Una vez que concluye la Guerra Civil, Buero Vallejo fue condenado, como otros muchos republicanos, a la pena de muerte, con la fortuna de obtener la conmutación de dicha pena por treinta años de prisión. Así, se libró de una muerte que se planteaba segura, y perteneció a diversas prisiones del territorio español. En Madrid compartió algunos momentos de cautiverio con otro grande de España por el mismo motivo, éste era Miguel Hernández. No fue hasta 1946 cuando Antonio recuperó su libertad con la condicional, pero también desterrado de Madrid.
Al comenzar su nueva etapa de vida como dramaturgo, la pintura y el dibujo son relegados a un segundo plano, dedicando todo su tiempo a la escritura de teatro. Fue desde ese entonces cuando se dedicó plenamente a la carrera de dramaturgo inclusive hasta el final de sus días, aunado a que vive constantemente entre nuevas obras y sus estrenos en el teatro y en el cine, como si fuese poco, se atrevió a probar suerte como actor en alguna ocasión. Su actividad literaria e intelectual era muy intensa, acudiendo eventualmente a diversas ciudades extranjeras para así dar conferencias, debates, charlas y/o coloquios.
En el año 1959 se casaría con la actriz Victoria Rodríguez, con la que tuvo dos hijos: Carlos, nacido en 1960, y Enrique, nacido en 1961. Luego, para 1971 es elegido miembro de la Real Academia Española, y en 1985 se crea oficialmente el Premio de Teatro Antonio Buero Vallejo gracias al Ayuntamiento de Guadalajara. Además, durante todos estos años, nunca se han acabado los homenajes para el autor, las publicaciones, los estrenos y cualquier tipo de actividad relacionada con el teatro y, por tanto, con el señor Buero Vallejo.
Finalmente, para el año 1980 obtuvo el Premio Nacional de Teatro por el conjunto de su obra y luego en el año 1986 el Premio Pablo Iglesias y el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Del mismo modo en 1996 se concedió a Buero Vallejo el Premio Nacional de las Letras Españolas, siendo éste otorgado por primera vez a un dramaturgo. En 1997 fue muy importante la entrega del Premio a las Letras de la Comunidad de Madrid y también en el año 1999 el Premio Max de Honor. Vallejo tuvo una vida intensa y gloriosa hasta el 2000, año en el que fallece y deja sus grandes obras y trayectoria profesional como legado.
Características y evolución de su obra literaria
El dramatismo de Buero Vallejo da lugar a una serie de planos, los cuales aparecen superpuestos en un principio y también van adquiriendo un matiz evolutivo desde su etapa posterior, que básicamente trata hacia lo simbólico y lo realista, lo existencial y lo social. La primera obra de Vallejo fue publicada en 1949, “Historia de una escalera”, la cual marcó un punto en el teatro español, también logró modificar las tendencias predominantes que existían hasta el momento. Éste introdujo un cambio en la visión del drama, haciendo uso del realismo como principal consigna. Era una época muy complicada para la sociedad española, más que todo en el terreno cultural, por lo que Buero Vallejo intentó hacer del teatro un escenario para mostrar la cruda realidad.
Los textos realistas normalmente son reconocidos por tener un par de elementos principales:
- La complejidad de los espacios escénicos.
- La profundización en los caracteres de los personajes.
Buero Vallejo prefirió irse por la tendencia trágica con un realismo de fondo interno. Sus dramas siempre eran tristes, aunque su intención principal no era provocar tristeza. Él quería ver reacciones y pensamientos en el público, lograr que los espectadores se adentraran en la historia para así tener opiniones propias que los ayudaran a romper con el sistema impuesto. Sus obras también contenían un acento didáctico y crítico, que estaba puesto para combatir la injusticia y la mediocridad de la sociedad en cuestión.
Cuando se hace mención en el comienzo de este epígrafe y la superposición de distintos planos, se hace referencia a la capacidad del autor para lograr la coexistencia de realismo y simbolismo, y la posible diferenciación más adelante. En otras palabras, sus obras nos muestran la realidad a través de actos simbólicos, los cuales el espectador debe captar para entender el mensaje de fondo inmerso que está en la mayoría de sus creaciones. Al mismo tiempo, Buero Vallejo mezcla personajes contemplativos con personajes activos, de manera que unos realizan las actividades realmente relevantes y otros simplemente sirven de apoyo a la escena y a la consecución de la historia.
En la parte interna de sus obras se puede distinguir según R. Doménech, tres grupos de clasificación fundamentales y correlativos en el tiempo:
- Obras de “proceso crítico a la sociedad española”, con un enfoque mayoritariamente existencialista.
- Algunas obras neosimbolistas, las cuales poseen un predominio de una clara intención social.
- Obras que simbolizan un proceso crítico a la historia de España, caracterizadas por la preocupación política y por la búsqueda de nuevos recursos escénicos.
Diversas opiniones han podido clasificar la obra de “Historia de una escalera” en particular, como una puesta en el escenario de un pequeño trozo de la vida cotidiana que cualquier persona podría tener, además del desarrollo de esa vida en uno u otro sentido siempre en busca de la reflexión individual del público para obtener criterios propios sustentados en ideas y convicciones personales. Esto se convertiría entonces en una especie de fábula con moraleja que permite el cambio de pensamiento o la fundamentación del que poseíamos.
Siempre hay que tener en cuenta en todo momento que el teatro de la posguerra estaba en su mayoría condicionado por una ideología política imperante y también demandada por las personas, que tendía al drama burgués y disfrutaba con la comedia de evasión. Básicamente éste tipo de obras eran la fuente de inspiración de autores ideológicamente comprometidos con el régimen franquista y a su vez la rígida censura hacia que los autores de alto nivel se retiraran. Fue muy complicado la apertura de este tipo de teatro más comprometido con la sociedad, pero poco a poco logró hacerse hueco y subir hasta la cima de las representaciones para apoyarse junto con la novela realista y la poesía social.
Una vez sabido todo ésto, se puede considerar a Antonio Buero Vallejo como el máximo exponente y la personalidad cumbre de un teatro inconformista y de protesta, el cual denuncia la realidad social de la época de represión vivida en España en esos momentos. Aunado a que tenía experiencia por su encarcelamiento y condena a muerte durante la guerra, ésto hace que nazca en él la preocupación por la condición humana, la cual sería una temática constante en sus obras.
A lo largo de su carrera su preocupación existencialista le inducirá a crear personajes problemáticos, con deterioros físicos y/o psíquicos y con condiciones de frustración ante su vida. Buero Vallejo se encarga de analizar constantemente en sus piezas teatrales la vida real, con el único fin de convertirse en espejo que despierte la conciencia social. Este autor ha sido uno de los más importantes en la literatura española del siglo XX, puesto que ha mantenido una trayectoria coherente, siempre contando en todo momento con éxito de público y una crítica favorable. Quizá éste sea el autor que más haya alentado y reforzado los escenarios españoles en los últimos tiempos.
Sus títulos más importantes
Los títulos más importantes del Vallejo con un orden cronológico puede ser de la siguiente forma:
- “Historia de una escalera”, la cual fue escrita entre 1946 y 1948 y publicada en el año 1949. Un año más tarde, en 1950, es versionada cinematográficamente y se realiza una reposición teatral de la obra en el año 1968. Obtuvo el Premio Lope de Vega en 1949.
- “En la ardiente oscuridad”, obra que fue escrita entre 1946 y 1948 y publicada en el año 1950. También contó con una versión para el cine argentino en 1959 y para el cine español en 1962 con el título de “Luz en la sombra”. Fue ganadora del Premio de la Asociación amigos de los Quinteros en el año 1949.
- “La tejedora de sueños”, ésta magnífica obra fue escrita entre 1949 y 1950 y tuvo su publicación en el año 1952.
- “Hoy es fiesta”, Vallejo la escribió en el año 1955 y la estrenó en el año 1956. Obtuvo el Premio Nacional de Teatro y también el premio María Rolland en 1956.
- “Las cartas boca abajo”, estuvo escrita entre los años 1956 y 1957, siendo éste también el año en el que se estrena. Vallejo obtuvo el Premio Nacional de Teatro con ésta obra en 1957.
- “Un soñador para un pueblo”, acá se representa a Esquilache, es estrenada en el año 1958 y publicada en el año 1959. Contó con una adaptación cinematográfica en 1988, siendo ganadora del premio Nacional de Teatro y también premio María Rolland en 1958 y finalmente ganadora del Premio de la Crítica de Barcelona en el año 1959.
- “Las Meninas”, obra la cual representa a Velázquez. Ésta fue escrita y estrenada en 1960 y la obra finalmente se publica para el año 1961. Fue ganadora del Premio María Rolland en el año 1960.
- “El concierto de San Ovidio”, dicha obra fue escrita, estrenada y publicada en un mismo año, es decir en 1962. Esta obra también tuvo su reposición en el 1986. Obtuvo el Premio Larra y también el premio de la Crítica de Barcelona en el año 1962.
- “La doble historia del doctor Valmy”, una obra que fue escrita en 1964 y se estrenó en el extranjero para el año 1968 y 1970, en dos versiones, inglés y española, tuvo su publicación en España para el año 1976.
- “El tragaluz”, obra que fue estrenada y publicada en el año 1967. Luego tendría una reposición en el año 1996. Fue ganadora del premio El espectador y la crítica, así como premio Leopoldo Cano en el año 1967.
- “El sueño de la razón”, estuvo escrita en el año 1969 para representar a Goya. Se estreno y se publicó en el año 1970. Seguidamente tendría una reposición en el año 1991 y una representación en 1994. Obtuvo el premio del Espectador y la Crítica en 1994 y también premio Leopoldo Cano en 1970.
- “Misión al pueblo desierto”, es una obra que concluyó en el año 1998 para ser estrenada en el año 1999, ésta sería la última obra que Vallejo realizaría antes de morir de un infarto cerebral en el año 2000.
Análisis de Historia de una escalera
Las clases sociales en la historia de una escalera es un tema que se encuentra presente en toda la obra. Se pueden apreciar algunos personajes que pertenecen a la clase social baja, estos que viven humildemente y siempre deben buscar salidas para trabajar y sobrevivir. La intención de la gran mayoría de ellos, sobre todo los más jóvenes, ha sido poder lograr un cambio favorable económicamente que les permita pasar a una clase superior un poco mejor.
Las relaciones familiares
Cuando se ve el final de la trama de la historia transcurren treinta años en un mismo escenario, esto le permite al lector poder apreciar cambios en las distintas familias y las nuevas relaciones surgidas entre sus miembros. Se puede apreciar que las relaciones de padres-hijos y también las relaciones entre hermanos, quedan patentes las diferencias intergeneracionales, por lo que la incomprensión preside los contactos entre padres e hijos.
En ésta trama, los padres siempre quieren proteger del sufrimiento a los hijos y pretenden alejarlos de todas las cosas que puedan despertar un mal entendido. Los hijos, por su parte, se niegan a permanecer sumisos bajo unas reglas de comportamiento impuestos por la sociedad y por su pertenencia a una vida de bajo nivel.
Las relaciones entre vecinos
Para éste elemento de la trama en cuando a los vecinos, se desarrolla en un rellano de edificio que contiene cuatro pisos de inquilinos, donde cada una de las familias convive de manera independiente, pero es inevitable el contacto entre unos vecinos y otros durante el desempeño de la vida cotidiana que cada uno puede tener.
La amistad que se ve presente entre vecinos son las que mantienen contacto para comentar los acontecimientos registrados y ayudarse a la hora de comprar y organizarse. Así como las relaciones entre los hijos de las familias, que están en la edad de los amigos y los noviazgos y a la vez se interrelacionan constantemente y de un aspecto paralelo, también las relaciones negativas en algún momento por motivos de disputas relacionadas o no con la comunidad de vecinos.
El amor en la trama
Es uno de los elementos que le da base al contexto de la obra, ésta le muestra los sentimientos en todas sus facetas y edades a los lectores, donde cada una de ellas con características particulares. Se puede apreciar como en el primer acto surge el amor entre los jóvenes de cada casa, los cuales sufren contradicciones por lo que desean de veras y lo que les conviene para mejorar su vida, por una parte unos y otros se entremezclan y se separan, lo que genera un caos emocional que poco a poco se irá relajando.
Se puede apreciar como en el segundo acto, esos jóvenes que jugaban siempre, han formado sus propias familias y siguen viviendo en el vecindario. Quizás las parejas formadas no son las que se esperaban ver, pero se puede apreciar la trayectoria negativa de todas ellas por la infelicidad de sus componentes. Esto sería entonces un acto repleto de desamor y deseo reprimido por aquellos errores de lo que sería una elección cobarde.
Por último y en el tercer acto, las parejas comienzan a tener hijos, que posteriormente se convierten en los nuevos jóvenes del rellano de esa escalera, también comienzan a surgir nuevos sentimientos y pasiones entre ellos, considerando que la influencia de sus padres traería como consecuencia un sinfín de frustraciones en sus personajes. Los mayores cargan con la melancolía de no haberse dejado llevar por el corazón en el pasado y pretenden negárselo a sí mismos para impedir nuevas relaciones entre sus hijos, relaciones que simplemente simulan las relaciones de su pasado.
Los sentimientos
Se puede apreciar como en ésta obra se cargan fuertes matices sentimentales. Así como también se puede apreciar la angustia de los personajes que se ven atrapados en un círculo engañoso sin salida, la enemistad entre algunos y el posterior rencor, las envidias constantes, la falsedad entre vecinos y/o familias, también la frustración al protagonizar una vida no deseada, la amistad verdadera, la necesidad de proteger a los hijos, el aprecio o desprecio entre hermanos y una cantidad de sensaciones experimentadas por el corazón.
Personajes de historia de una escalera
Existen diversos personajes que configuran la trama como tal, se tienen tres generaciones con personajes diversos que hacen vida dentro de la obra como el autor se las ha atribuido, por lo tanto vale la pena destacar quienes son algunos de estos:
Primera generación:
- Paca: es la madre de Urbano, Rosa y Trini, y esposa del señor Juan. Es una mujer que pertenece a la clase media – baja.
- El Señor Juan: No es más que el padre de Urbano, Rosa y Trini, tiene una mala relación con Rosa.
- Generosa: Es la esposa de Gregorio, también madre de Pepe y de Carmina. Es una mujer honorable, pero muy pobre.
- Don Manuel: Se trata de un hombre con dinero, es el más rico de la escalera y siempre está dispuesto a ayudar a sus vecinos con algo de dinero; también le gusta complacer los caprichos de su hija Elvira.
- Doña Asunción: Es la madre de Fernando, ésta quiere mucho a su hijo y a veces lo sobre-protege mucho. Ella finge ser una «señora» con dinero, pero su realidad es otra, ya que es la más pobre de la escalera.
- Gregorio: Es el padre de Carmina, Pepe y a la vez marido de Generosa.
Segunda generación:
- Fernando: Se trata de un chico muy atractivo y conquistador. El está enamorado de Carmina, pero al final termina casándose con Elvira, que le consigue con su dinero. Es también un arribista, fanfarrón y como si fuese poco, se cree merecedor de más. Es el padre de Fernando y Manolín.
- Elvira: cuando era joven, era una chica adinerada hija de Don Manuel. Ella contrae matrimonio con Fernando con la ayuda del dinero de su padre.
- Urbano: Se trata de un joven obrero. Se enamora y se casa con Carmina y tienen una hija llamada que también tiene por nombre Carmina.
- Carmina: Es la hermana de Pepe e hija de doña Generosa y Gregorio, es la esposa de Urbano, cuando era joven estaba enamorada de Fernando, pero al final se termina casando con Urbano.
- Rosa: Se trata de la hermana de Urbano y Trini. De joven era una chica muy guapa pero engreída, ella se termina casando con Pepe, pero éste le destroza la vida y ella se convierte en una vieja gruñona.
- Trini: Ella es la hermana de Urbano y Rosa, una joven bastante simpática que no se casará nunca.
- Pepe: Sería el hermano de Carmina, en un principio ya aparece como un chico fanfarrón, éste se casaría con Rosa. Con el pasar del tiempo su situación empeora.
Tercera generación:
- Fernando (hijo): Como bien se sabe, es el hijo de Fernando y Elvira. Es bastante parecido a su padre cuando era joven, muy apuesto y siempre haciendo planes para el futuro. Se encuentra enamorado de Carmina (hija).
- Carmina (hija): Figura como la hija de Urbano y Carmina. Tiene un carácter que no tiene nada que envidiarle a su madre. Ella está enamorada de Fernando (hijo).
- Manolín: Se tiene que es el hermano de Fernando, un niño muy consentido.
Espacio y tiempo de la obra
Se aprecia que la historia es narrada desde el exterior, es donde el autor relata la vida de unos personajes que hacen vida en una escalera de vecinos y trata de introducir en el argumento diversas situaciones ligadas a la realidad del momento y también al tipo de clase a la que pertenecen los protagonistas. El punto de vista mediante el cual escribe la historia es de un tipo realista y crítico, donde carece siempre de situaciones fantásticas o mágicas.
El cambio de tiempo
La historia tiene lugar en el transcurso de unos 30 años en los cuales son representados a través de dos grandes saltos. Se tiene que el primer acto se desarrolla en el año 1919, posteriormente se pasa al segundo acto en el año 1929, en el tercer y último acto sitúa a los lectores en el año 1949.
Siempre hay que tener en cuenta esto a lo largo de la obra, no sólo por el desarrollo de las familias y los personajes con el paso del tiempo, sino también por aquellos cambios de unas generaciones a otras. Con el pasar de los años también cambian las costumbres, algunas permanecen y otras no, aparecen nuevas. A todas éstas, se ve un cambio en la iniciativa de los jóvenes, que comienzan a pensar por sí mismos dejando a un lado las cuestiones de clase y las deshonras estipuladas familiarmente y es cuando comienzan a buscar la felicidad sincera.
Escalera como escenario
En historia de una escalera libro, la presencia de éste ambiente o escenario durante toda la obra, es esencial. El tiempo pasa, pero la escalera de ese edificio de vecinos permanece siempre se encuentra inmóvil. Claro está que se puede apreciar el deterioro material como legado de los años transcurridos y los cambios a modo de “chapuza” que han sido hechos por el casero para intentar disimular la pobreza, la humildad y la suciedad que impregnan esta vecindad.
La escalera simula uno de los ejes principales, es básicamente un testigo que no habla, el cual presencia la trayectoria de vida de cada uno de los personajes. En ella se suceden las distintas relaciones familiares y vecinales, algunas acciones con final feliz y los constantes fracasos, a su vez el cambio de generaciones y la repetición de historias similares. Las situaciones que la escalera presencia día tras día no son situaciones excepcionales ni extrañas, sino también aquellas que son aplicadas a otra época. Simplemente son hechos de la vida cotidiana, de la realidad diaria y, por tanto, posibles de observar en cualquier barrio o edificio en un momento pasado o en la misma actualidad.
Argumento de historia de una escalera
Conclusión
Esto ha sido todo respecto al resumen de la Historia de una escalera, sin duda alguna es una obra que vale mucho la pena por leer, se pueden encontrar diferentes versiones de la misma tanto en formato PDF como en versión física en cualquier librería, les recomendamos adentrarse en ésta historia mágica y llena de hechos de la vida diaria.
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