Giovanni Sartori: Biografía y Libros del Autor

Giovanni Sartori es uno de los intelectuales contemporáneos de mayor relevancia de la ciencia política. Planteó reflexiones acerca de los grupos políticos, la democracia, la ingeniería constitucional y el influjo de la televisión en la política, temáticas en las que practicó el razonamiento sistemático y la lógica. A continuación podrás profundizar en un tema por demás interesante.

Giovanni Sartori

Giovanni Sartori

A Giovanni Sartori se le considera como uno de los más importantes politólogos del siglo XX, habiendo escrito más de treinta libros y monografías. En sus análisis examinó la conformación de nociones y definiciones politológicas y elaboró un ensayo comparativo para la interpretación de la política en democracia.

Nativo de Italia, en específico en la ciudad de Florencia, Giovanni Sartori vio la luz un 13 de mayo de 1924. Fue un estudioso en el área de la ciencia política, con especialización en el análisis comparativo de la política.

Su labor es de las más relevantes de las ciencias sociales, para lo que cuenta con libros elementales como Partidos y Sistemas de Partidos, La Política: Lógica y Método en las Ciencias Sociales y Teoría de la Democracia. Fue reconocido en el año 2005 con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Su deceso se produjo el 4 de abril de 2017 en la ciudad de Roma.

Trayectoria Profesional

Para 1946, Sartori se diplomó en Ciencias Sociales en la Universidad de Florencia, y gracias a su evolución académica obtuvo tres doctorados: en Ciencias Políticas, en Historia de la Filosofía Moderna, 1954, y en Teoría del Estado, 1955.

A su actividad magisterial lo dio inicio en su Alma Mater como profesor adjunto en la asignatura de Historia de la Filosofía Moderna de 1950 a 1956, prosiguiendo como profesor auxiliar de Ciencias Políticas de la misma institución hasta 1963, siendo promovido en este último como docente de Sociología hasta 1966; enseñó Filosofía y Ciencias Políticas hasta 1976 en el mismo centro de estudios, al igual que en el Instituto Europeo Universitario en 1974.

Compartió sus labores con permanencias en Estados Unidos para dar cátedras en la Universidad de Stanford hasta el año 1979. Después pasó a la Universidad de Columbia, en Nueva York, hasta 1994, en la cual se encargó de la prestigiosa Cátedra Albert Schweitzer. En esta institución fue designado profesor emérito, y por último retornó a la Universidad de Florencia en la cual fue catedrático por dos años más en la asignatura de Ciencias Políticas en el lapso de 1992 a 1994.

Igualmente trabajó como profesor huésped en la Universidad de Harvard y la Universidad de Yale de 1964 a 1965. Adicionalmente fue investigador en el American Enterprise Institute en Washington, al igual que en la Fundación Rusell Sage de Nueva York en 1988 y cooperó con las Fundaciones Ford y Guggenheim.

Sartori fue laureado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2005, por su labor y la construcción de una teoría de la democracia en la que siempre ha hecho presencia su «responsabilidad con los derechos y las libertades de una comunidad abierta».​ En 2009 le fue concedido el Premio Karl Deutsch, de la IPSA.

Para 1996, la Universidad de Guadalajara de México le cedió el Doctorado Honoris Causa a solicitud de una agrupación de estudiantes del Departamento de Estudios Políticos y en razón de sus valiosos aportes a la Ciencia Política. En 2007 le fue concedido otro Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México.​ Georgetown University, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad del Salvador (Argentina) le otorgaron el mismo Doctorado.

Actividades Complementarias

Entre las otras actividades desempeñadas por Sartori se encuentran el haber sido un recurrente articulista y «crítico cáustico»​ en los diarios italianos Corriere della Sera y L’Espresso y en forma eventual en El País de España. Propulsó la fundación de la primera Facultad de Ciencia Política en Italia.

Giovanni sartori

Fundó y fue editor de la Revista Italiana de Ciencia Política, 1971-2003; al igual que integrante del Comité Ejecutivo del Consorcio Europeo para la Investigación Política desde el año 1973 a 1976. Fue designado director del Centro de Estudios Italianos de la Universidad de Columbia, en el lapso de 1980 a 1985 y como integrante de la Accademia Nazionale dei Lincei. En 1988 fue vicepresidente de Societá Libera, dedicada al análisis y la promoción de los principios liberales en la sociedad.

Reconocimientos de Giovanni Sartori

Entre los numerosos reconocimientos que obtuvo se pueden destacar: la Medalla de Oro por Méritos Culturales y Educativos de la República de Italia, 1971; el Premio Nacional de Ciencias Sociales de Italia; el Diploma de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias, 1975; así como cuantiosos doctorados honoris causa de reconocidas universidades alrededor del mundo.

En sus días finales vivió en su departamento de Nueva York en el cual estaba acompañado de su biblioteca de más de veinte mil ejemplares. Acerca de sus actividades pronunció la siguiente declaración:

«Conservo vivos los treinta y tantos textos que he escrito: prólogos para recientes ediciones, apéndices, revisiones… Y redactó cosas nuevas: ahora trabajo con la prosecución de Mala Tempora, cuya venta ascendió a 70,000 ejemplares; nada mal… Aquí está la portada: se va a titular Mala Constituzione e Altri Malanni. Son reseñas mías del Corriere della Sera, del Espresso… Y estoy publicando la recopilación en inglés de mis ensayos de lógica y metodología…»

Artículos de Prensa de Giovanni Sartori

Además de su enorme capacidad de producir densos libros en el campo de la política y los sistemas de gobierno, Giovanni Sartori hizo constantes colaboraciones a medios impresos con las cuales pudo llegar a audiencias que no era afectas a escritos que, como los de él, utilizaban un lenguaje técnico.

Giovanni Sartori: La Política Democrática Reivindicada

Fue con su libro Partidos y Sistemas de Partidos con el que consiguió su consagración como personalidad de lectura ineludible en la ciencia política del siglo XX. Editado en un principio en inglés, en 1976, por Cambridge University Press, en español vio la luz cuatro años a posteriori, en 1980, bajo la marca de Alianza Editorial, Madrid.

Este libro atrajo interés por incorporar el sistema de partidos mexicano en su reciente clasificación. México usualmente  ejemplificaba al sistema de partido predominante, carente de competencia, y nada democrático en conclusión. Desde entonces reinició otra categoría de investigación, a la que se dedicará a lo largo de su vida, relativa a un tema reiterado en su obra: la democracia.

Para 1987 hace su aparición su libro The Theory of Democracy Revisited, en dos volúmenes, llevada al español como Teoría de la Democracia, en 1988, igualmente por Alianza Editorial. Un reconocimiento de la teoría de la democracia era el propósito, como lo señala el explicativo título original. Su pretensión inicial no es plantear ni descubrir una teoría novedosa de la democracia.

Allí están establecidos los principios metodológicos de su pensamiento: el ideal democrático no determina la realidad democrática y, lo contrario igualmente vale, una democracia verdadera no es ni puede ser una democracia arquetipo; la democracia es fruto de, y está compuesta por, las correlaciones entre sus principios y su realidad, el impulso del deber (la teoría, los ideales, la orden) y la oposición del ser (la verdad política, los hechos, la descripción).

En esa doble perspectiva, su interés se orientó a un entendimiento práctico de la política real. Registrado en el estilo clásico de la ciencia política, Sartori diferencia entre la democracia para la política, para la sociedad y para la economía. Sustenta que la primera simboliza el elemento central, es decir, la condición indispensable de las otras dos.

Una democracia debe entenderse como política, ya que este sistema de gobierno en el contexto social y económico prolongan y completan la democracia en el contexto político y las hacen democracias más genuinas. Sin embargo, el fundamento vital de un Estado democrático, afirma, es la democracia social, comprendida como equidad de estatus, modos y tradiciones.

La democracia política como modo, o procedimiento, debe anteceder a cualquier resultado sustantivo que exijamos de la democracia: los logros suponen el modo que los produce: para conseguir resultados democráticos, el procedimiento ha de ser democrático.

Con la naturaleza didáctica característica en él, el politólogo italiano jamás dejo de pulir de manera constante su entendimiento de la democracia. Ello le condujo a redactar ¿Qué es la Democracia?, editado en italiano y en español en 1993. Explicar la democracia es de importancia ya que explica qué es lo que aguardamos de ella. Si le damos una definición de manera engañosa, no conseguiremos jamás realidades democráticas, sustenta nuestro autor.

Queda evidente que el criterio es dependiente de la definición o de nuestra noción acerca de qué es la democracia, qué puede llegar a ser o qué ha de ser. En una crítica sustancial  a la escuela cuantitativa de la conducta política, objetaba que los politólogos de este tiempo aprendieron a sumar para dejar de pensar.

Como ya es sabido, la democracia esta caracterizada por un gobierno por medio de la discusión, en el que los ciudadanos regulan a los gobernantes y estos últimos han de ser responsables con aquellos. Nos referimos al conjunto de aquellas resoluciones políticas colectivizadas orientadas a la felicidad común, determinadas mediante el método de conformación del órgano que decide y por las reglas que gobiernan la toma de decisiones, conocidos sus costes y riesgos.

Y un régimen democrático debe poder regir, lo que es consecuencia de la conjugación apropiada de representatividad y eficiencia, polemiza en Ingeniería Constitucional Comparada: Una Investigación de Estructuras, Incentivos y Resultados (editado en español en 1984).

En la fase final de sus reflexiones acerca de la democracia, planteó el asunto de la revolución mediática. Oportuno espectador y apto analista, observó cuáles podrían ser los efectos perniciosos del influjo cada vez mayor de la televisión sobre la disputa política. Demandaba de la televisión, contaminada de contenidos indulgentes, otros que promovieran la cultura y las posturas cívicas.

El ciudadano debe ser provisto con la información trascendental y disponer de la competencia para procesarla: éste es el ciudadano sin quien no puede existir democracia.

El escritor de Homo Videns. La Sociedad Teledirigida (1997), estimado como uno de los estudiosos de mayor influencia del mundo actual, analiza la ciencia política ya que piensa que se puede modificar la vida política. El politólogo italiano justificaba el haber sido un pesimista constructivo, como prefería llamarse, desde donde conjeturaba una sociedad dirigida a distancia, la cual entorpecía el pensamiento.

La responsabilidad de los ciudadanos con la democracia, menguada ante el espectáculo de lo visual y el predominio de la televisión, está fundamentada en la información. Para que haya democracia, sustentaba, los ciudadanos han de estar informados; el entendimiento de las diferentes opciones que les son asequibles es la esencia de la reflexión, del juicio y de las resoluciones que tomen.

En el año 2016 publicó La Carrera Hacia Ningún Lugar, en el cual conformó un grupo de 10 ensayos «para manifestar que estamos evolucionando en medio de la futilidad y la excentricidad costosa». Se expresó en oposición a todos los modos de violencia, ya que son diametralmente opuestos a la civilización y del derecho.

Añadiremos a lo ya citado que en la política democrática igualmente no tienen lugar la corrupción ni la compra ni el soborno, actos que envilecen los fundamentos de la coexistencia y la vida cívica, ya que van en perjuicio de la libertad de los ciudadanos.

La Ciencia Política según Giovanni Sartori

Para el maestro de Florencia la ciencia política tuvo un antes y un después la década de los años 1950. A través del siglo XIX y la primera parte del siglo XX, nos encontrábamos frente a una especialidad “donde dominaban las perspectivas jurídicas e históricas”. Fue desde los años 1950 cuando se comenzó a usar una óptica de investigación (Sartori se estima como precursor de dicho enfoque, en unión a politólogos de la altura de Juan Linz o Stein Rokkan, entre otros).

Pero no todos admitieron dicho enfoque, o en otras palabra, la catalogación de “ciencia política”. Los ingleses siempre han sido de la predilección de emplear la etiqueta de “estudios de la política” o “estudios de gobierno”.

Para Sartori esto ocurre por tres razones: el uso de un lenguaje corriente, no apartar la investigación narrativa de la cognitiva; de acuerdo a lo anterior, el no usar un lenguaje ‘técnico’; y, finalmente, la falta de fundamentos metodológicas ad hoc, en otras palabras, la ciencia política no produce una metodología propia para especular y demostrar la realidad política, por lo que se convierte en sí misma una imitación de arquetipos dominantes.

¿Qué ha de ser, entonces, la ciencia política? Giovanni Sartori equipara la ciencia política a la de la economía, a las cuales llama su modelo, a pesar de existir distinciones metodológicas, por lo que, como diría el mismo Sartori, “para los economistas es más fácil”.

Imperturbable defensor de la ciencia política, consideró que se había escogido un patrón equivocado, fallando en la creación de su propia identidad por no definir una metodología particular, pero no metodología comprendida como sistemas de investigación y proceso estadístico, sino como el ‘procedimiento del logos’, es decir, un modo de pensamiento.

Por otra parte, Sartori era un polemizador de la ciencia política predominante desde los años 1950 por no ejecutar el enfrentamiento entre teoría y práctica (ciencia política bajo normas y ciencia política practicada), por lo que la tildaba de “ciencia inservible”, de no saber “cómo ejecutarlo” y abundar en la teoría, en la parte pura de toda ciencia.

Giovanni Sartori, el Pensador de la Democracia

El presidente del Gobierno de Italia, Paolo Gentiloni, afirmó que Giovanni Sartori sobresalió por su «ciencia y por su intelecto corrosivo por medio del cual ha concedido mapas y nombres a la política para tratar de que ésta volviese a encontrarse a sí misma». Laura Boldrini, directiva del Congreso italiano, agregó: «Ha sido un investigador original de los prodigios políticos de nuestra era».

Natural de Florencia y de acuerdo a lo que relata en su diario, él mismo señalaba que había podido leer los más grandes clásicos de la filosofía moderna a través de la Segunda Guerra Mundial, un lapso en el que se ocultó para evadirse de la mili obligada de los fascistas desertores de la república de Saló al tanto que los Aliados se acercaban por el Sur de Italia.

Dio inicio a su etapa universitaria como docente en 1950, enfocándose en el entorno de la filosofía que tanto le entusiasmaba. En 1956 prosiguió dando clases de Ciencias Políticas en la Universidad de Florencia y fue rector de la facultad Cesare Alfieri del año 1969 al 1971, tiempo muy marcado por las reclamos estudiantiles.

Por más de dos décadas se encargó de la dirección de la «Revista Italiana de Ciencias Políticas», tras haberla creado en 1971. Un lustro más tarde comenzó a enseñar su especialidad más allá del Atlántico, en Estados Unidos, al inicio en la Universidad de Stanford y luego en la de Columbia, en Nueva York, institución de la cual, con el tiempo, será igualmente profesor emérito.

Italia, Un País Polarizado

Supo retratar la política interna italiana, cuando él mismo reseño la enemistad entre la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Comunista Italiano (PCI) como un «sistema de dos partidos defectuoso», a lo largo de los iniciales cinco décadas de la República Italiana.

Calificó a su nación como el escenario modelo del «pluralismo polarizado», en el cual existen cuantiosos partidos, inclusive antisistema, con una gran diversidad ideológica que incluyen las extremas derecha e izquierda, algo similar a entornos «como los de la República de Weimar, de la España antes de la Guerra Civil o de la Francia de la Cuarta República».

De tal manera que, de acuerdo al periódico «Corriere», que lo recibió por muchos años en sus páginas, «es indudable que la incompetencia de Italia de alcanzar una situación estable corrobora la existencia de inconvenientes de fondo que Sartori tuvo la capacidad de analizar».

Uno de los facetas más destacada del politólogo florentino era la manera de conseguir evadirse de los esquemas usuales de los estudios propios de las Ciencias Políticas. Lo de él era el análisis acertado de las democracias occidentales., de la cuales fue su pensador.

Sartori se estimaba a sí mismo como un «anticomunista mesurado», en la época en la que aun existía el Partido Comunista en el país con imagen de bota. Por otra parte, como bien rememora el periódico que lo tuvo en sus columnas hasta su fallecimiento, Giovanni Sartori mantuvo su firmeza en manifestar la pugna de intereses que dejaba en evidencia la insólita figura política de Berlusconi.

Reseña el diario italiano: «A diferencia de la izquierda italiana, expresaba su criterio sobre el hecho de subestimar el inconveniente del asunto inmigratorio de masas: alejado de la grandilocuencia de la recepción, le daba temor el multiculturalismo como propulsor de una gradual “balcanización” de las culturas occidentales. No dejaba de poner en relevancia la tendencia teocrática del Islam, hasta el grado de equipararse con la periodista Oriana Fallaci».

Si de algo sabia presumir el florentino Sartori es que sabía aunar con gran habilidad la magnificencia científica con la efectividad comunicativa. Dio clases en las más reputadas universidades estadounidenses y mundiales y sus libros han sido editados en todo el globo.

Entre sus mayores legados se cuenta el de haber echado las bases del estudio del sistema político transalpino. Tal como rememorarán ciertos medios informativos del país, fue uno de los encargados de haber otorgado nombres propios, en latín, a distintos sistemas electorales italianos: «Mattarellum» y «Porcellum» entre otros, desde inicios de los años noventa.

De acuerdo al periódico «Corriere», «daba rigurosas lecciones de politología y derecho constitucional a los dirigentes de los partidos políticos y a las autoridades del gobierno italiano, igualmente por medio de sus columnas periodísticas, disertando sobre temáticas como el multiculturalismo y medio ambiente»

La Vigencia de Sartori

Habría que contar con «cierto nivel de insensatez para escribir acerca de la democracia», conociéndose de la multiplicidad y número de trabajos que se dedican al asunto, como cierta vez afirmó el sociólogo francés Phillipe Braud (2003, p. 7). Para el caso de Giovanni Sartori, más que inconsciencia, se hablaría de de valor, perseverancia y particularmente pertinencia.

La democracia en unión al poder, es tal vez la noción de mayor importancia para la ciencia política, y ha sido punto de referencia sobre la cual se han basado estudios que pretender comprender el origen, los métodos y los efectos de la democracia: sistema político que ha logrado predominar como el menos deficiente.

De hecho, la democracia ya no es el prototipo anhelado de los sistemas políticos, pues se ha convertido en una suerte del menos malo, en el que se ha de reconocer que no es ni remotamente perfecto, pero encarna el régimen con la mayor cantidad de posibilidades de alcanzar el objetivo civil de equidad y como el remedio de mayor efectividad contra los ensayos políticos que han devenido en calamidades para la humanidad.

Tal es el caso de los totalitarismos reseñados por Hannah Arendt (1982), las dictaduras tan usuales en el cosmos político latinoamericano, embebidas de la obsesiva contención del comunismo, y últimamente de los autoritarismos arrolladores (Levitsky & Way, 2002) y sistemas híbridos (Morlino, 2008). Para todos esos esquemas que han sido muy perjudiciales, la democracia igualmente ha sido una apropiada y efectiva solución.

En este ámbito complejo e inclusive desfavorable para la democracia, particularmente por la abundancia de los autoritarismos, se registra el pensamiento de Giovanni Sartori, uno de los primordiales referentes acerca de la teoría de la democracia y más particularmente acerca de la representatividad.

Esta última encara una crisis trágica que ha dado lugar al robustecimiento de regímenes que se han orientado hacia ser participativos, y en ocasiones, en menoscabo de la representatividad.

¿Cuál es específicamente la aportación de Sartori a la manera en que se comprende la democracia? Se puede señalar que el ideario de Sartori es implacable en las polémicas acerca de la coherencia en la representatividad, el rol de las instituciones, la realidad de la democracia, el multiculturalismo y la democracia, y el modo en el que el populismo ha venido infiltrándola en recientes décadas.

Se puede señalar que este aporte de Sartori comprende tres significativos planos, como son el ajuste y defensa de la repercusión de la democracia representativa, el determinar si un régimen podía estimarse como democrático y el incremento de la efectividad de la democracia

Libros de Giovanni Sartori

Sartori ha hecho aportes al desarrollo de diferentes corrientes de la Ciencia Política, como la teoría democrática, los sistemas partidistas, la metodología constitucional comparada.​ Sus estudios han servido igualmente para esclarecer variados conceptos y procedimientos de esa ciencia social.

Sartori aseguró que la democracia existente no tiene que ver con la etimología del término y que no puede ser tan ventajosa como deseamos. Infiere que es un sistema abierto y de garantías, el cual no puede desprenderse de la disputa electoral entre partidos y en el que los votantes al votar por uno votan en contra del otro.

Planteó que los sistemas en base a partidos deben estar organizados no de acuerdo a la cantidad de agrupaciones, o partidos, sino de acuerdo a criterios distintos, incorporando la noción de partido destacado. Propugnó el uso del conocimiento obtenido por la Ciencia Política para diseñar las organizaciones políticas y mejorar su accionar.

En un discutido ensayo de nombre La Sociedad Multiétnica, Sartori dejo evidenciado «los presuntos efectos deletéreos ocasionados por las teorías multiculturalistas»​ y ese juicio lo realizó a nombre del pluralismo de origen liberal. El foco del aludido ensayo no es tanto los abusos de quienes reclaman que toda desigualdad cultural sea públicamente reconocida como la inmigración islamita asentada en Europa, renuente, de acuerdo al autor, a los principios democráticos de gobierno.

En Homo Videns, por otro lado, dejo expresa su opinión contraria a la televisión, por estimarla nociva para la política y la ciudadanía. Sartori igualmente redactó acerca del medio ambiente (es otro de sus obras controversiales). Pensaba que la superpoblación es el fondo del asunto y por ende su sugerencia es adoptar políticas de control poblacional.

Entre las obras más destacadas de Giovanni Sartori se encuentran: Democrazia e Definizioni (1959), Stato e Politica nel Pensiero di Benedetto Croce (1966), Political Development and Political Engineering (1968), La Politica: Logica e Metodo in Scienze Sociali (1979), Teoria dei Partiti e Caso Italiano (1982), ¿Qué es la Democracia?’ (1993), La Democracia Después del Comunismo (1993).

Igualmente podemos agregar Ingeniería Constitucional Comparada (1994), Homo Videns. La Sociedad Teledirigida (1997), La Sociedad Multiétnica. Pluralismo, Multiculturalismo y Extranjeros (2000), La Tierra Explota: Superpoblación y Desarrollo (2005), Mala Tempora (2004), La Democracia en 30 Lecciones (2008) y La Carrera hacia Ningún Lugar (2016)

Teoría Democrática de Giovanni Sartori

Al introducir la primera sección de su para entonces nueva obra, el escritor defiende su necesidad por las modificaciones acontecidas dentro de la teoría democrática a partir de la edición en los años 1960 de su libro inicial acerca del tema. Los cambios que él resalta son tres:

Para comenzar, el vocabulario empleado en el debate acerca de la teoría democrática ha sufrido muchos cambios, a causa de, según Sartori, la exagerada inclinación de ciertos autores a evadir el empleo de palabras y expresiones usualmente utilizadas, a nombre de la teoría del significado «caprichoso» (un vocero de esta escuela es Saussurre, quién señala que no hay vínculo lógico alguno entre la verdad y un sistema lingüístico, por ende entre objetos y palabras).

En segundo lugar el escritor incluye la incursión dentro de la polémica acerca de la teoría de la democracia del ideario marxista, que, de acuerdo a él, ha hecho prevalecer nuevas categorías como las nociones de “democracia capitalista” o de “doctrina democrática”. Ese influjo devino en el repudio y el debilitamiento de gran parte de la teoría democrática liberal.

En tercera posición, y en contraste a la sanación del adelgazamiento arriba citado, aconteció una tecnificación de la teoría, específicamente de la Escuela de Francfort, pero igualmente de los autores liberales Rawls y Nozick.

De esta triada de factores es deducido por Sartori, que la teoría democrática ha ido enmarañándose, pero no para provecho de la explicación de la realidad, sino en la elaboración de aparatos abstractos, lo que contribuye, según el escritor, a que los ciudadanos tengan cada vez una menor comprensión de sus instituciones políticas.

Sartori plantea en este libro cooperar en un esfuerzo de aclaración de las instituciones imperantes por medio de la teoría democrática, empeño tan urgente que él explica a la democracia como el gobierno hecho debate, lo que presupone que la teoría democrática debe estar disponible para las masas con el propósito de mejorar la calidad de la controversia.

La parte inicial del libro es acerca del debate coetáneo, sobre la existencia de tirantez entre hechos y valores y que, de acuerdo al autor, es componente de la democracia. En la segunda parte, en la cual se plantean los inconvenientes ya expuestos por autores clásicos, se pretende revalorizar el acopio de conocimientos afectados por la teoría del significado «caprichoso».

Capítulo 1: ¿Puede la Democracia ser Cualquier Cosa?

Este capítulo inicial ocupa un papel introductivo en la medida en que el escritor procura esclarecer los fundamentos del debate teórico acerca de la democracia, por el análisis de teorías existentes y por recalcar su eje analítico, la tirantez descripción/prescripción, o hechos/principios, de la democracia.

La era de la confusión democrática. Tras haber sido severamente perjudicada en el lapso anterior, en la etapa post-segunda guerra mundial la totalidad de las fuerzas políticas demandaron democracia, de los liberales del bando occidental a los comunistas del bando oriental.

Más que un acuerdo acercad de los principios, era una deformación terminológica: predominaban varias tesis, frecuentemente incompatibles, de la democracia. Otros elementos de confusión fueron las tendencias intelectuales del significado «caprichoso», del Wertfreihezt, adepto al análisis de la política sin valores, y el conductismo.

 

Descripción y prescripción. Sartori propone que lo reseñado por la teoría democrática práctica (como la de Dahl, que opta por hablar de “poliarquía” en vez de democracia), usualmente se fundamente sobre un ideal que conforma el cimiento normativo de lo existente, a pesar de que el resultado verdadero de lo normativo usualmente se presente alterado en relación al proyecto normativo.

De tal manera que lo reseñado es fruto del normativo. Se puede considerar a la democracia como una idea a la vez  descriptiva como normativo.

La democracia política y otras semejantes. Sartori supedita a todas las democracias no políticas (económicas, sociales…) a la política, puesto que ésta es la exclusiva soberana, y por ende un requerimiento para la permanencia de democracias “sub-políticas”. En este aparte crítica de frente al marxismo que intenta, de acuerdo a Sartori, reemplazar con la democracia económica a la democracia política.

Idea general. Sartori enfatiza en que, pese a que hay dos tesis de la democracia, una descriptiva y otra prescriptiva, que están referidas una a la realidad y otra a un ideal, hay igualmente que rebasar esta diferencia mostrando que toda descripción habla de una realidad, que es un tentativa de satisfacer un ideal.

Una conclusión sobre la teoría. La teoría tiene como propósito deconstruir su finalidad, entonces la teoría democrática intenta deconstruir la democracia, lo cual significa evidenciar las ideas que son su punto de arranque. Por ello toda teoría de la democracia es al mismo tiempo práctica y normativa. No obstante las más racionales serán denominadas normativas, y las más inductivas o provenientes de la observación se llaman prácticas.

La teoría aquí expuesta es operativa ya que está consagrada al estudio del proyecto de democracia. En su conclusión, el escritor expone que la democracia sufre primordialmente del deterioro ocasionado por el idealismo, que produce la pérdida de legitimidad de las ya frágiles instituciones democráticas pero aun vigentes.

¿Qué es la Democracia?

¿La teoría acerca de la democracia es única o son muchas? ¿Hay numerosas teorías sobre numerosas democracias o bien una teoría acerca de una democracia? Una pieza esencial del más famoso teórico de la democracia. Tema de continuo interés para Giovanni Sartori, el análisis de la democracia es de enorme relevancia para definir qué aguardamos de la misma.

Para lograr este propósito, Sartori conversa consigo mismo, con Aristóteles, Locke, Rousseau, Marx… y con el lector para especular acerca de la democracia, el liberalismo y la libertad, a partir de sus orígenes y en todos sus significados hasta arribar a la presente utilización, entendimiento y aplicación de estas ideas y valores.

Sumado a ello, examina las vinculaciones entre política y economía; giro revolucionario o reformista; Estado, sociedad civil e individuo; pero particularmente, nos señala qué es y qué no es la democracia.

En esta reedición repasada y extendida con un nuevo apéndice, Sartori plantea igualmente las perspectivas de porvenir de la democracia de cara a los importantes cambios políticos y sociales que se han generado en los últimos años en todo el orbe. Determinar cuál es la democracia ejemplar es una tarea relativamente fácil, lo verdaderamente difícil es conocer cuáles son las situaciones y realidades de la democracia factible.

Homo Videns de Giovanni Sartori

Un clásico acerca de la continua transmutación del hombre ante la sociedad de lo mediático. Nos hallamos en plena revolución de los medios digitales. El homo sapiens, fruto de la cultura escrita, se está convirtiendo en un homo videns para el cual la palabra ha sido reemplazada por la imagen. Y en todo lo cual la televisión conlleva un papel definitivo.

La supremacía de lo visible sobre lo comprensible conlleva a un ver sin comprender que ha terminado con el pensamiento abstracto, con las ideas diáfanas y diferentes. Ésta es la hipótesis esencial con la que el gran intelectual italiano Giovanni Sartori evalúa en este libro, ya clásico y, no obstante, hoy más vigente que nunca, la vídeo-política y el poderío político de la televisión.

La transformación del vídeo-niño en un hombre que no atiende por lo que le resta de vida a la estimulación del leer y del saber que transmite la cultura escrita; la conformación del criterio público, y la dosis de saber que se brinda, y no se brinda, por medio de los medios de comunicación de masas.

Frente al avance indetenible de la era multimedia ¿surgirá una nueva manera de pensar, un postpensamiento conforme a la novedosa cultura audiovisual?

La Carrera Hacia Ningún Lugar

Este es el más reciente escrito de Giovanni Sartori, premio Príncipe de Asturias y creador de libros como Homo Videns, La Democracia en Treinta Lecciones y Qué es la Democracia. Con su brillantez usual y su suma claridad, Giovanni Sartori expone una sucesión de preguntas en relación a diez asuntos determinantes de la era actual.

El trance político, los confusos linderos entre la libertad y la dictadura, la colisión cultural y de civilizaciones entre el islamismo y el cristianismo, la «guerra contra el terrorismo», el sistema electoral ideal, la ola inmigratoria y el derecho a la nacionalidad y el sensible tema de cuándo la vida biológica se hace realmente humana.

Carrera Hacia Ningún Lugar brinda conceptos estimulantes y reúne las desilusionadas palabras de un gran erudito de la cultura política en el gradual descenso al que Europa parece aproximarse, por no haber entendido como defender los valores esenciales de una sociedad verdaderamente liberal-democrática.

La Democracia en 30 Lecciones

Un modesto manual que aporta al ciudadano un preciado saber para la hora de defender sus derechos. ¿Qué significa, precisamente, «democracia»? ¿De qué condiciones se requiere para hacerla factible? ¿De qué formas puede operar un proceso que conlleva a millones de votantes a elegir a unas pocas decenas de representantes? ¿Qué filósofos han propuesto las grandes normas de la democracia?

¿De qué se trata la libertad política y la igualdad? ¿Hay diferentes «grados» de democracia? ¿Qué diferencia hay  entre la democracia de la actualidad y la de los antiguos? ¿Cómo han evolucionado los arquetipos políticos del liberalismo y del socialismo? ¿Por qué hemos de optar por la democracia? ¿Qué es lo que diferencia a la derecha de la izquierda? ¿La democracia es un bien exportable? ¿Entre Occidente y el islam está ocurriendo un choque de civilizaciones?

¿Cuál es el vínculo entre democracia y progreso económico? ¿La democracia está en riesgo? ¿Y cuál es su porvenir? A estas interrogantes, que están referidas, de modo directo o indirecto, a los asuntos más vitales del debate político coetáneo, Sartori, uno de los más destacados intelectuales de nuestra época, contesta con treinta cortas y clarísimas lecciones, aportando al ciudadano común un preciado instrumento de entendimiento para la defensa de sus derechos, y por ende de su libertad.

Partidos y Sistemas de Partidos

¿Se está debilitando el sistema de partidos? ¿Pueden ser reemplazados por otras instituciones? Este texto brinda razones para contestar que, pese a sus deficiencias en el accionar, las democracias aún no pueden ser efectivas sin ellos.

En su estudio fundamental y ya tradicional de los partidos y el régimen de partidos, Giovanni Sartori, manifiesta primeramente cómo y por qué emergen los partidos, sus propósitos y sus funciones. En la segunda parte y en gran medida por su tipología, analiza los sistemas de partidos y las características resultantes de las interacciones de sus partes.

La Tierra Explota por Giovanni Sartori

Con el lenguaje diáfano, categórico y políticamente incorrecto con el cual se caracteriza, Sartori arroja un imprescindible grito de alerta para que seamos conscientes de los males que arruinan la Tierra, antes de que se haga muy tarde. Si la demencia humana no consigue una píldora que la pueda sanar, y si esa píldora no la proscriben los dementes que nos quieren ver reproduciéndonos sin cesar, el «reino del hombre» arribará penosamente al 2100.

A esta marcha, en una centuria el planeta Tierra estará lo suficientemente muerto así como los seres humanos. Estamos devastando al planeta y al parecer no nos percatamos: el descenso de los recursos naturales, el apogeo de la contaminación y las alteraciones en el sistema climático provocadas por el hombre ocasionan que el área habitable de la Tierra se vea cada vez más reducida.

Las cifras son alarmantes: se vaticina que la población habrá de mantener su tasa de crecimiento hasta arribar al doble de lo que es en la actualidad y, para ese momento, la Tierra que se puede habitar será apenas la mitad de lo que es hoy en día.

En este libro se asegura que la sobrepoblación del Tercer Mundo, uno de los problemas de mayor envergadura que nos desafían, se podría resolver con medidas políticas a nivel global. Se indican como algunas razones que lo impiden: la Iglesia católica y su resistencia al control de la natalidad, que los Estados Unidos no hayan convalidado el Tratado de Kioto y los políticos sin capacidad de ver más allá de los intereses cortoplacistas, sin reflexionar en el futuro.

Como Hacer Ciencia Política

Una pieza extraordinaria, que aclara los enormes problemas políticos de nuestro era y que se cuestiona de modo ejemplar acerca de la tarea de meditar y razonar la política y lo político. Estructurada alrededor del buen empleo de la lógica, del procedimiento y del lenguaje en la indagación sociológica coetánea, la elección de escritos del politólogo italiano Sartori que contiene este texto ayuda a enriquecer de manera sustancial las temáticas centrales de la política actual.

Como una variedad de «discurso del método», el ideario de Sartori acerca de las herramientas lógicas y lingüísticas del estudio político y social, y en particular acerca de la ciencia política comparada, está caracterizado por su lucidez y su rigor, y mezcla en forma magistral la erudición con el sentido común para dejar evidente las falsedades y las miserias de la labor científica y sugerir para ellas soluciones talentosas y prácticas.

Al revelar el babélico desorden tras gran parte de la sociología y la ciencia política coetáneas, Giovanni Sartori no solo aporta un servicio público indispensable, sino que abre novedosos panoramas metodológicos para los análisis internacionales y de política comparada.

Este libro se transforma así en componente central de una labor intelectual excepcional, que aclara los grandes problemas políticos de nuestro era y que simultáneamente se pregunta de modo ejemplar acerca de la tarea de meditar y explicar la política y lo político.

Elementos de Teoría Política

Giovanni Sartori acopia en este texto una sucesión de ideas y términos esenciales en teoría política, con el objetivo de brindar un escenario de los grandes asuntos de la política.

Todas las ideas que reúne, constitución, democracia, tiranía, equidad, ideología, liberalismo, mercado, parecer público, asamblea parlamentaria, política, representación, procesos electorales, sociedad libre, métodos de decisión y videopoder, son tocados con análisis y en su devenir histórico. Igualmente, ejecuta una exploración de las bases constitutivas de cada régimen político y especula acerca del destino de la sociedad liberal-democrática en el mundo coetáneo.

Ingeniería Constitucional Comparada

El autor estudia el proceder democrático de regímenes vigentes, evalúa los sistemas electorales que escogen por  mayoría y por representación proporcional y confiere interés especial tanto a la representación de las minorías así como a las vueltas electorales dobles.

Sumado a ello, dispone un contraste analítico entre el régimen presidencialista y el semipresidencialista, con particular énfasis en los casos de Estados Unidos y América Latina.

La Sociedad Multiétnica Pluralismo, Multiculturalismo y Extranjeros

Para Giovanni Sartori la sociedad que nos conviene es la sociedad abierta que él manifiesta como una sociedad pluralista fundamentada en la condescendencia y en el reconocer de la diversidad. Por eso se interroga hasta qué grado puede esta sociedad recibir sin deshacerse a «adversarios culturales» que la repudian. Debido a que el inmigrante de culturas basadas en teocracias implica inconvenientes muy diferentes del aquel que admite la división entre religión y política.

El estudio teórico nos permite enmarcar los problemas prácticos que opinadores y políticos están enfrentando con inconsciente levedad. Un análisis del que deriva que el multiculturalismo no es prolongación y continuación del pluralismo sino, en contraste, su negación. Debido a que el multiculturalismo no busca una fusión diferenciada, sino una descomposición multiétnica. . Y es que Sartori no se deja encantar por los lugares comunes de lo que en política se considera correcto.

Es un tema interesante para todos, por ello te recomendamos:

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