El Monarca de las Sombras es un libro del escritor español Javier Cercas a continuación realizaremos breves comentarios de la novela así como del autor.
Análisis
La novela está hecha a la vista del lector. Y es que Javier Cercas autor de El Monarca de las Sombras, no solo le dice a los lectores, sino también a sí mismo, que deseaba y temía escribir; a su madre, que es la sobrina del protagonista; a los vecinos de su ciudad, que saben que es escritor, al cineasta y escritor David Trueba (que también podría contar otra historia, la suya, que sigue siendo prominente).
Y al mismo tiempo, la historia que se esta haciendo demuestra su alcance pero nunca duda en su propósito, dialoga con otros novelistas. Tal como lo hizo a la velocidad de la luz con la responsabilidad de escribir Soldados de Salamina y al igual que El impostor, otra novela compartida activamente con familiares y amigos, habla con Anatomía de un Instante. Trueba dice en sus páginas que «no son los libros los que deben estar al servicio del autor, sino el autor quien debe estar al servicio de sus libros». Quizás esta novela, escribe Cercas, es el verdadero final de la trama de Soldados de Salamina: un recuerdo que se revive y configura como una fábula moral.
Está escrito para saber más, comprender, no juzgar … porque «las novelas son como sueños o pesadillas que nunca terminan». Y todas las historias son iguales: esta novela tiene como espejo una de Dino Buzzati (El desierto de los tártaros), una historia de Danilo Kis (‘Es encantador morir por la patria’) y algunos versos de la Ilíada (donde Aquiles muere con gloria y belleza) y otros en la Odisea, donde el propio Aquiles admite en Averno que prefería ser un modesto agricultor en lugar de un monarca en el reino de la muerte, por eso viene el título de la novela.
En el libro su protagonista es un familiar cercano del escritor: un joven de 19 años, Manuel Mena, el cual fallece en la lucha del Ebro, una de las más dura que sucedieron en la Guerra Civil, en septiembre de 1938, cuando era un oficial de batallón, llamados Francotiradores de Ifni, donde prestó servicio y recibió varias heridas.
Hay, por lo tanto, dos historias entrelazadas: la de la investigación en busca de recuerdos del fallecido (y la consiguiente reflexión sobre nuestra relación con el pasado) y la crónica de su actuación hasta su muerte.
En la historia de los acontecimientos, Cercas no asume nada, y cuando se refiere a sí mismo, en lugar de usar la primera persona narrativa, se llama «Javier Cercas»; un par de veces dice que cuando se siente tentado a decir lo que Manuel Mena pensaría o sentiría, respondió que «un autor podría responder estas preguntas, porque los escritores pueden fantasear, pero yo no; estas fantasías me están prohibidas «.
La relación detallada, no afectada pero conmovida, de lugares y batallas, idas y venidas de la gente en algunos estados, ha encontrado una prosa fluida y armoniosa, que se lee con fascinación. La segunda novela, la que trata entre oscuridad y destellos, indecisión y viajes, tiene sus mejores momentos en las reuniones con el pasado del relator y en la reconstrucción de la intrahistoria moral del pueblo de Ibahernando.
En la finalización del libro se llega a un lugar común donde se unen todas líneas que forman la historia, Cercas viajó a Bot, un pueblo cerca de los campos de la lucha del Ebro, donde se encontraba el hospital de campaña que vio los últimos momentos de Manuel Mena.
Un vecino lo sabe todo, porque era en esa época siendo joven que trabajó como asistente de las enfermeras. Nunca había estado tan cerca de la verdad, incluso descubriendo los documentos que Manolo Amarilla tiene en Ibahernando, o entrevistando al sombrío El Pelaor.
Y la última playa final donde se ordena todo tiene algo que Unamuno definió como intrahistoria (pensando en la Segunda Guerra Civil): «La casa muerta es de todos» y está en «presente eterno». Y el autor sabe que «cuida a todos, se convierte en todos o más bien es en todos».
Quizás Manuel Mena llegó a intuir que «era un soldado perdido en una guerra extranjera», porque era uno de los futuros ciudadanos rurales que debería haber sido republicano, porque de hecho fue su régimen el que modernizó el país y soñó otro futuro.
Pero él, como otros, se sorprendió por el sectarismo que siguió, fueron a una guerra que creyeron forzada, envejecieron en la batalla y luego volvieron a su mutismo histórico de antes.
Cercas habla de dos imágenes de la batalla: la heroica y caballeresca, como Velázquez retrató en la rendición de Breda, y la siniestra, como Goya sucedió a la luz de una linterna en la montaña del Príncipe Pío, y está claro que no hay nada más que la última.
No todos pensarán bien, sin duda, esta novela valiente y convincente; no sugiere un arma embaucadora, sino un eco de la demanda de «paz, piedad, perdón» que Manuel Azaña dirigió a todos mientras las armas humeantes todavía estaban allí.
Opiniones
¨El Monarca de las Sombras es una novela de doble filo, ya que es necesario enfatizar la historia familiar que el autor hace de su propio ego, una investigación periodística desde raíces muy profundas y pensamientos personales del autor, lo que hace que esta novela sea hueca en la historia de España.
Javier Cercas nos acerca a una ciudad, una familia y una historia que nos lleva como una telaraña donde el final es el pensamiento o la búsqueda de la historia que el autor quiere mostrarnos, el joven Manuel Menas.
Al entrar en la vida en Manuel Mena, (tío del autor) conocimos a un joven que estaba jugando a la guerra, una guerra que no era de ellos, ni siquiera sus propios intereses o ideologías y murió con solo 19 años de batalla en el Ebro.
El autor está inmerso en débiles recuerdos de las ciudades y de su propia familia donde su madre debe ser iluminada y con pocos documentos confiables que aún existen de esa guerra que asoló a la España de los años 30.
En este libro debo destacar las imágenes de documentos y fotografías que aporta el autor, que hacen más interesante el relato, incluso sus charlas con David Trueba, que aportan un aire fresco y real a este laberinto de conversaciones cruzadas.
Y para hacer un recorrido más detallado de la vida de Manuel Mena, Javier Cercas, viaja desde su punto de origen de Ibahernando a Bot en lugar del punto final, con la ayuda de personas que de alguna manera vieron o se cruzaron con el joven Alférez. Para darle sentido al título, nos podemos ambientar en La odisea y en los diálogos de Aquiles y Ulises. Una novela con lazos personales y sentimentales que nos trasportara a una España que aún tiene heridas sin cicatrizar.¨ Soledad Rodriguez Lopez
Seré breve: El monarca de las sombras nos cuenta la historia del tío abuelo del autor, Manuel Mena, quien formó parte de las fuerzas armadas rebelde durante la Guerra Civil. Murió en 1938 y en su familia comenzó a ser recordado como un héroe.
Javier Cercas aprovecha la oportunidad para revisar y analizar su propia historia familiar y la de este personaje, situándonos en el contexto de la Guerra Civil. Quizás lo más impactante es que la novela crítica está escrita del lado de Franco, con un tono más o menos objetivo en términos de eventos. La mirada es de izquierda, pero no hay condescendencia a ningún lado.
Javier Cercas mezcla datos biográficos y hechos reales con ficción, y esto, que parece que a muchas personas les gusta, me parece que hace trampa, ya que da la sensación de que cuando el autor está en un callejón sin salida, se saca un as de la manga, o Las situaciones y los personajes que se inventan de alguna manera se inventan para resolver situaciones o producir ciertas tramas. Mientras hablamos de estructura, pasemos al estilo. Y en general, es un desastre de historia. Es muy útil demostrar que el texto no ha pasado a manos de un revisor, y mucho menos de un editor. Hay un gran abuso de la repetición que hace que el texto sea una lectura extraña.
Pero quizás lo que más me ha conmocionado ha sido que una historia que cuenta uno de los momentos más importantes, crueles y difíciles de la historia actual de España no me ha contado nada. Apenas me ha transmitido enojo, ni miedo, ni siquiera interés. No sé si esto es algo del trabajo o de la realidad, pero admito mi total desinterés por el trabajo y los personajes durante la lectura.
La inmersión ha sido cero. Pero no todo sería negativo. El trabajo es agradable de leer, tiene un regusto más vendido que hace que el ritmo fluya (a pesar de las repeticiones, que culpo a mi ojo vidente y algo cansado de un lector de escrúpulos). Creo que las reflexiones que el autor arroja al libro son interesantes y dan qué pensar, incluso si el conjunto es vago y cojo.
Cabe señalar que tiene algunas escenas memorables, situaciones específicas en el libro que me gustaron mucho. Esto me hace pensar que si no es que el autor tuvo buenas ideas coherentes que ha tratado de pegar con un cemento que no es demasiado homogéneo. En resumen, una novela interesante y recomendada que cuenta crítica y personalmente sobre los acontecimientos que marcaron a nuestro país al rojo vivo. Historia viva de Cercas.¨ Alexander Páez.
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