La Isla del Tesoro, es novela conocida de aventuras del autor Robert Louis Stevenson, esta fue serializada en la revista “Young Folks” desde octubre del año 1881 hasta enero de 1882 bajo el título “El cocinero del mar”; Cambio a “La Isla del Tesoro” y fue publicado en forma de libro en el año 1883.
Indice De Contenido
Análisis de la isla del tesoro
A pesar de no ser una de las primeras obras sobre piratas, esta es considerada por muchos como la mejor. Si deseas conocer más acerca de esta interesante novela continua leyendo este articulo…
Si bien esta es una obra de aventuras magnífica, La Isla del Tesoro igualmente es una historia perdurable que trata sobre la mayoría de edad, ya que Jim aborda por circunstancias de vida o muerte y aprende muchas enseñanzas morales. Implantó muchos conceptos que se han relacionado de manera amplia con los piratas, marinos con patas de palo, navíos de velas negras, mapas del tesoro estampados con una «X», el parche negro horripilante y loros gritando todo tipo de frases.
Con su ambiente insinuante, texto realista y personajes ilusorios, La Isla del Tesoro creó incontables reproducciones. Películas como las de la popular serie “Piratas del Caribe” aún promueven el sentimentalismo de la piratería. Hallar La Isla del Tesoro por primera vez es un enorme placer sin dificultades para lectores de todas las edades.
Esta es una de las historias de narraciones tradicionales en el inglés, divulgada por primera vez en 1881, la aventura de Stevenson trasciende su tiempo y género y continúa siendo hoy no solo un cambio de página sino además una atractiva forma de personalidad y peligro. La Isla del Tesoro, una vez representada como un «libro para niños», ahora cautiva no solo a los más pequeños, sino a cualquiera a quien le guste la acción inquietante, que sea racional, y que tenga personajes coloridos en un ambiente extravagante.
Una historia ambientada a mediados de 1700, inicialmente a lo largo de la costa del oeste de Inglaterra y después en el puerto naval de Bristol, el libro conduce a los lectores velozmente a alta mar y posteriormente a una isla antigua y recóndita en busca de un tesoro pirata. A inicios del siglo XX, los piratas aún saqueaban flotas y embarcaciones particulares en los océanos del mundo, pero eran respectivamente pocos y no poseían interés periodístico. 200 años antes, no obstante, fueron una excelente noticia mundial. (ver artículo: Gargantúa y Pantagruel)
Entre 1713 y cerca de 1725, miles de piratas rondaban por el Atlántico; solo en 1717, los oficiales coloniales norteamericanos evaluaron el número en alrededor de 1500 que aguardaban en la costa este de América del Norte para aprovechar un rico comercio que contenía a diversas naciones europeas. Las flotas mercantiles eran cómodas de recolectar para estos piratas, en parte porque los marineros de esos barcos eran tan maltratados y mal pagados que frecuentemente se ofrecían como voluntarios para unirse a sus invasores.
Y, aunque varios mercantes y funcionarios oficiales, esencialmente en las colonias americanas, dejaron pasar por alto la piratería y, frecuentemente, la apoyaron, no siempre fue sencillo para los piratas hallar mercados listos para adquirir fortunas. Es posible que las monedas, los metales preciosos y otros objetos de valor no precarios en particular se guardarán en lugares seguros, aguardando la ocasión de los piratas para deshacerse de ellos de forma conveniente.
Y qué lugar más seguro que sepultar en una de las muchas islas pequeñas en torno al Mar Caribe, con nada que revele su ubicación sino un pequeño mapa, guardado en el cofre de un viejo marinero. Evidentemente, creer en la existencia de tal mapa y su revelación por alguien dispuesto y apto para ir en búsqueda de las riquezas, como en La Isla del Tesoro, no demanda mucho que extendamos mucho la imaginación.
Las otras situaciones de la novela, específicamente hablando de los personajes de los piratas, son indistintamente aceptables; los «perros de mar» de Stevenson cargan la estampilla de autenticidad. Durante la citada Edad de Oro de la Piratería en el Atlántico, no era inusual que los hombres que pilotaban bajo banderas piratas fueran jóvenes o inclusive niños, ya que se tienen registros de estos como lo fue Thomas Simpson, de unos 10 años. La mayoría de estos navegantes, antes de cumplir los 40 años, vivían jubilados, ciegos, lesionados o muertos.
La vida del pirata en el mar fue, en la casi la totalidad de los casos, más sencilla, y ciertamente mucho más entretenida, para aquellos de cierto pensamiento, que la de los pilotos de la marina o los marineros comerciales, pero aún así era ardua y peligrosa, y demandaba la energía y la carácter de un joven. Los piratas mayores de La Isla del Tesoro, entre ellos Billy Bones, Pew, Tom Morgan, Long John Silver, y quizás varios otros, en sus cincuenta años como mucho, habían empezado esta profesión a fines de la adolescencia y comienzos de los 20 años, y habían usado sus partes del botín robado de barcos y ciudades o, habían guardado lo que podían.
La posibilidad de recobrar un gran tesoro, como el que está en el mapa de Billy Bones, habría sido un sueño vuelto realidad para esos hombres. Las tripulaciones piratas, eran habitualmente democráticas, elegían a sus comandantes y se reservaban el derecho de destituirlos. Por lo tanto, los piratas de Stevenson, votaron libremente por el temible Silver como su líder. El mismo Jim Hawkins no habría sido un niño inusual en el siglo XVIII de Inglaterra, aunque puede parecerle al lector del siglo XXI, un joven libre de las responsabilidades corrientes de un niño de corta edad años.
Hijo de un tabernero, habría querido heredar el oficio de su padre y habría sido educado por adelantado en las destrezas para llevarlo a cabo. Aquellos que necesitaban escolaridad, como lectura, escritura y aritmética, la habrían obtenido alrededor de los diez años; los otros serían asimilados en el trabajo, y se le habría requerido allí para realizar todo el trabajo que pudiera.
Al mismo tiempo, un niño perspicaz como Jim, con un individuo como el Dr. Livesey para volverse amigo de él, puede haber tenido la ocasión de leer historias de aventuras y ver actuar a personajes itinerantes. A los trece años más o menos, lo habrían apreciado como un hombre, menos en fuerza física y, dada la eventualidad de organizar un viaje como el que el Escudero Trelawney lo estimula a unirse, posiblemente habría aprovechado la ocasión, ya que quizás no tendría otra igual en su vida.
No obstante, podría hacer el viaje solo si su madre obtuviera otra ayuda para dirigir el negocio familiar, como brinda el generoso Trelawney. Consecuentemente, el lector puede estar seguro de que, aunque La Isla del Tesoro es de alguna forma más sentimental que totalmente realista, es devota a su tiempo y lugar. Este es un libro que usted, en su tiempo y espacio, logra disfrutar sin duda, y aunque ciertos estudiantes tienden a resistir una verdad tan sencilla, no hay mejor motivo para leer La Isla del Tesoro que deleitarse.
Combinarlo para aprender prácticas o pautas íntegras sería perder el punto totalmente, aunque la novela provoca algo de cada uno. Asimismo, ver La Isla del Tesoro solamente como un libro clásico o un ejemplo de escritura notoria fina, o principalmente como una pieza de historia, porque evidentemente no es característico de la ficción popular de finales del siglo XIX, es volverlo una injusticia.
Si bien varias de las novelas más vendidas divulgadas en la década de 1880 son complicadas o casi incomprensibles hoy en día, La Isla del Tesoro nunca ha disipado su poder seductivo, desde la primera página, para cautivar a un lector preparado, una fuerza nacida del genio narrativo de Stevenson y la manifestación pura y segura de sus personajes a través de su expresión. (ver artículo:el final del juego )
Personajes
La isla del tesoro, aparte de ser una historia muy entretenida, también nos muestra valores como el amor, la confianza, la nobleza, la valentía y otros elementos algo negativos, pero reales como la falsedad, la traición, la codicia, y la ambición por el dinero, cada personaje en la obra tiende más hacia un valor que lo hace característico, a continuación se presentan los personajes más notables de la historia:
Jim Hawkins: el relator en primera persona de casi toda la historia. Jim es hijo de un hotelero cerca de Bristol, en Inglaterra, y posiblemente esté en su pubertad. Está deseoso y entusiasta por ir al océano y buscar tesoros. Es un narrador humilde, que nunca alardea del considerable coraje y heroísmo que presenta continuamente. Jim suele ser apasionado e impulsivo, pero muestra una pasión y sabiduría cada vez mayores.
Billy Bones: El viejo marinero que habita en la posada de los padres de Jim. Billy, que solía ser parte de la tripulación de Silver, es malcriado y grosero. Contrato a Jim para que busque un individuo con una sola pierna, implicando así al joven Jim en la vida pirata. El baúl marino y el mapa del tesoro de Billy colocaron en camino toda la aventura. Su violenta desaprobación a pagar sus facturas de hotel representa la obstrucción general de los piratas a la ley, el orden y la civilización. Su padecimiento y su devoción al ron representan los aspectos débiles y auto-destructivos del modo de vida pirata.
Perro negro: Un pirata y enemigo de Billy. Este hace una visita imprevista a Billy y lo amenaza. Billy agrede a Perro negro, quien escapa pero continúa siendo un mensajero de la violencia que se aproxima en la novela. El nombre de Perro negro interpreta los lados oscuros y feroces de la piratería.
Squire Trelawney: Un noble local de Bristol. Trelawney constituye el viaje a la isla para hallar el tesoro. Está relacionado con la autoridad patriótica y el poder social, así como con las prosperidades de la vida refinada en el campo. No obstante, la inteligencia vagabunda de Trelawney es vaga, ya que la habilidad con que los piratas le mienten para que los contrate como se demuestra en la obra.
Dr. Livesey: El médico local de Bristol. Este es sabio y hábil, y Jim lo admira pero no se inspira en él. Livesey presenta sentido común y pensamiento racional mientras está en la isla, y su idea de enviar a Ben para espantar a los piratas revela una recóndita visión de la naturaleza humana. Es justo y acepta caballerosamente tratar a los piratas con tanto esmero como a sus propios hombres lesionados. Como su nombre lo indica, Livesey simboliza las virtudes firmes y modestas de la vida diaria en lugar de la ilusión, el sueño o la aventura.
Capitán Smollett: el capitán de la aventura a La Isla del Tesoro. Este es inteligente y desconfía de la tripulación que Trelawney ha estipulado. Smollett es un auténtico profesional, toma en serio su labor y muestra una destreza característica como negociador. Al igual que Livesey, Smollett es demasiado justo y honesto para ser una figura estimulante para la mente adolescente de Jim. Smollett cree en las reglas y no le gusta la indisciplina de Jim; inclusive le dice a Jim que nunca más desea embarcarse con él.
John Silver: El cocinero en la aventura a La Isla del Tesoro. Silver es el dirigente secreto de la banda pirata. Su poderío físico y emocional es sorprendente. Este es mentiroso y traidor, ambicioso y visceral, y no le interesan las relaciones humanas. No obstante, él siempre es simpático con Jim y verdaderamente le tiene cariño al niño. Silver es una intensa mezcla de gracia y auto-destrucción, egolatría e imprudencia.
Ben Gunn: Un ex-pirata dejado en la Isla del Tesoro. La tripulación del pirata Flint dejó a Ben Gunn en la isla por tres años. La soledad de Ben lo ha vuelto un poco chiflado, y posee la apariencia de un hombre salvaje. Simboliza una infamia del espíritu humano, pero su práctica lo ha dejado espiritualmente superior a los piratas. Él es el único personaje que se transformará, ya que cambia el laso de los piratas a los hombres buenos, ayudando espontáneamente a Jim y Livesey. Las misteriosas emulaciones de Ben de la voz del pirata muerto Flint apuntan que es una especie de fantasma de pirata.
Pew: un viejo indigente y pirata ciego. Pew le muestra a Billy una mancha negra, un ultimátum para otorgar el contenido del cofre marino a la pandilla pirata. Billy muere poco luego de la visita de Pew, y este fallece en un incidente de transporte. Pew puede ser visto como un espíritu de la muerte, profetizando las varias muertes de piratas en la historia. (ver artículo: A Sangre Fría)
Israel Hands: El coxswain, es decir, un marinero que rige en el barco. Hands es un ex armero en viajes piratas preliminares. Él está operando como uno de los dos guardias en el barco cuando los demás piratas están en tierra, pero se embriaga, mata al otro guardia y reposa en un aturdimiento ebrio mientras el barco va a la deriva. Hands representa el comportamiento precipitado de todos los piratas.
Tom Redruth: uno de los colegas marineros de Jim en el barco. Tom es eliminado por disparos de piratas y velado con gran ceremonia en la isla, un evento que demuestra el acato de los hombres compasivos por los muertos.
Película
La primera adaptación cinematográfica de la Isla del Tesoro, fue en el año 1934 dirigida por Victor Fleming e interpretada por Wallace Beery, Jackie Cooper, Lionel Barrymore, Lewis Stone y Nigel Bruce. Es un ajuste de la famosa novela de 1883 del mismo nombre del autor Robert Louis Stevenson. Se basa en la clásica historia de Jim Hawkins, el cual descubre un mapa del tesoro y viaja en una embarcación a una isla remota, pero los piratas liderados por John Silver amenazan con robarle la riqueza y la vida a la gente de mar honorable.
La siguiente película fue estrenada en el año 1950 y fue producida por Walt Disney Productions, conformada de la novela de 1883 de Robert Louis Stevenson, y dirigida por Byron Haskin, está interpretada por Bobby Driscoll como Jim Hawkins y Robert Newton como John Silver. La Isla del Tesoro es considerable por ser la inaugural película de acción en vivo de Disney y la primera adaptación en pantalla de La Isla del Tesoro hecha en color. Posteriormente La Isla del Tesoro se estrenó como adaptación en una miniserie de televisión británica de dos partes.
El guión fue elaborado por Stewart Harcourt, producido por Laurie Borg y dirigido por Steve Barron. Fue creado por BSkyB y se publicó por primera vez en el Reino Unido en Sky1 los días 1 y 2 de enero del año 2012. Quizás la adaptación más popular de la obra, fue la película animada “El planeta del tesoro” que es el 43 largometraje animado de Disney. Fundamentado en La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, persigue la historia del joven Jim Hawkins que fantasea con una vida llena de aventuras en otros planetas remotos.
Cuando conoce al viejo Billy Bones, su vida da un giro significativo al descubrir que El planeta del Tesoro puede existir después de todo. A pesar del hecho de que este filme tuvo un mal cargo en la taquilla, debe tenerse en cuenta que asumió una buena recepción de los críticos de cine y la película posee un fuerte seguimiento de culto y fue nombrada para un Premio de la Academia como Mejor Película de Animación.
Editorial
Entre los años 1881 y 1882, La Isla del Tesoro, o también conocida como “el motín de La Española”, se divulgó semanalmente en la revista infantil Young Folks, y posteriormente fue publicado por primera vez como libro el 14 de noviembre de 1883 por la editorial Cassell & Co. Esta es una editorial británica de libros, constituida en 1848 por John Cassell, que se transformó en la década de 1890 en una empresa universal de conjuntos editoriales.
En el año 1995 Cassell & Co obtuvo Pinter Publishers , y posteriormente en diciembre de 1998, Cassell & Co fue adquirida por el “Orion Publishing Group”. En enero de 2002, las marcas de Cassell, entre ellas Cassell Reference y Cassell Military, se adhirieron a las marcas de Weidenfeld para constituir una nueva sección bajo el nombre de Weidenfeld & Nicolson Ltd.
La traducción y distribución en español vino por parte de la editorial Bromera, la cual es una editorial española con centro en Valencia, constituida en enero de 1986 con el objetivo de orientar el proyecto de editorial plural, promovido desde la Comunidad Valenciana, para todo el ambiente lingüístico catalán-valenciano-balear. En estos tiempos, Bromera es la editorial valenciana más significativa.
Su matrícula está constituida por un millar de títulos, tanto escritos inicialmente en valenciano como de transcripciones a esta lengua, que se concentran en unas treinta colecciones que envuelven todos los géneros, como la narración para adultos, infantil y juvenil, poesía, ensayo, teatro, entre otros.
Resumen
La historia comienza con Jim Hawkins, que es un niño que vive en la posada de sus padres, llamada “El almirante Benbow”, cerca de Bristol, Inglaterra, en el siglo XVIII. Un veterano capitán de barco llamado Billy Bones fallece en la posada luego de recibir un llamado punto negro o una sentencia oficial de pirata de infracción. Jim es estimulado a la acción por el lugar y su pronóstico oculto y preciso de la muerte de Billy. A toda prisa, Jim y su madre abren el cofre marino de Billy y hallan un libro de registro y un mapa adentro.
Al oír los pasos afuera, se van con los documentos antes de que los cazadores de Billy asalten la posada. Jim se da cuenta de que el contenido que ha hurtado del cofre del mar debe tener valor, por lo que lleva uno de los documentos que ha hallado a varios conocidos locales, como el Dr. Livesey y Squire Trelawney. Alarmados, lo registran como un mapa de un enorme tesoro que el siniestro pirata, el Capitán Flint ha escondido en una isla alejada. Trelawney rápidamente empieza a planear una excursión.
Inocente en sus negociaciones para abastecer a su barco, la Española, Trelawney es engañado para contratar a uno de los viejos colegas de Flint, John Silver, y varios de la tripulación de Flint. Solo el capitán, Smollett, es honesto. El barco marcha hacia La Isla del Tesoro sin ningún inconveniente, hasta que Jim escucha los planes de Silver para la revuelta. Jim le comenta al capitán sobre Silver y el resto de la equipo rebelde. Al descender en la isla, el Capitán Smollett traza un plan para sacar a la mayoría de los insubordinados del barco, permitiéndoles momentos libres en la costa.
Por un antojo, Jim se filtra en el bote de los piratas y desciende con ellos. Atemorizado de los piratas, Jim deserta solo. Desde un escondrijo, es presente del asesinato de Silver de un tripulante que se niega a unirse al motín. Jim huye más recóndito hacia el corazón de la isla, donde se tropieza con un hombre medio loco llamado Ben Gunn. Ben había fue parte también de la tripulación de Flint, pero fue dejado en la isla años antes.
Mientras tanto, Smollett y sus hombres han descendido y se han acogido en una barrera que los piratas han edificado. Jim vuelve a la empalizada, trayendo a Ben con él. Silver visita y pretende tratar con el capitán, pero el capitán es prudente y se niega a hablar con él. Los piratas asaltan la empalizada al día siguiente, y el capitán está lesionado. Deseoso por tomar medidas, Jim persigue otro capricho y deja a sus compañeros, escabulléndose para buscar el bote hecho a mano de Ben oculto en el bosque.
Luego de hallar el bote de Ben, Jim pilota hacia el barco anclado con el propósito de mandarlo a la deriva, despojando a los piratas de un medio de escape. Corta la cuerda, pero se da cuenta de que su pequeño barco se ha aproximado al campamento de piratas y teme que lo descubran. Por casualidad, los piratas no ven a Jim, y flota en torno a la isla hasta que ve el barco a la deriva. Combatiendo a bordo, descubre que uno de los vigilantes, Israel Hands, ha asesinado al otro vigilante en un ataque de borrachera.
Jim toma el control del barco, pero Israel se vuelve contra él. Jim está lesionado pero mata a Israel. Jim vuelve a la empalizada pero la haya ocupada por los piratas. Silver toma a Jim como prisionero y le indica al niño que el capitán les ha dado a los piratas el mapa del tesoro, los suministros y el uso de la empalizada a cambio de sus vidas. No obstante, Jim se da cuenta de que Silver está teniendo dificultades para manipular a sus hombres, quienes lo culpan de traición.
Silver le plantea a Jim que se ayuden solidariamente a subsistir aparentando que Jim es un prisionero. No obstante, los hombres le presentan a Silver un punto negro y le comunican que ha sido depuesto como su jefe. En un intento exasperado por conseguir el control de su tripulación, Silver les enseña el mapa del tesoro para tranquilizarlos. Silver lleva a Jim y a los hombres al lugar del tesoro, pero se asombran al hallarlo ya excavado y el tesoro retirado. Los hombres están enfurecidos y casi amotinados de nuevo.
En ese instante, el Dr. Livesey, Ben Gunn y los demás disparan contra la banda pirata, que se esparce por toda la isla. Jim y Silver huyen, y los demás los envían a la cueva de Ben, donde Ben ha oculto el tesoro, que había descubierto meses antes. Luego de pasar tres días transportando el botín al barco, los hombres se disponen a marchar a casa. Existe una discusión sobre el destino de los insubordinados restantes. A pesar de las dóciles peticiones de los piratas, quedan abandonados en la isla.
Silver tiene autorizado unirse al viaje, pero una noche huye del barco con una parte del tesoro y nunca más se supo de él. El viaje a casa llega a su final. Posteriormente, el Capitán Smollet se retira del mar, y Ben se convierte en un guardián. Jim renuncia a sus ideas sobre la búsqueda de tesoros para siempre y sufre pesadillas sobre el mar y las monedas de oro.
Resumen por capítulos
La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, narra la historia de Jim, un joven que cuida una posada en una ciudad costera inglesa con su madre y su padre que esta muy enfermo. Un día llega un nuevo huésped en la posada que aterra a todos con sus ruidosas canciones de mar y amenazas. A partir de este momento Jim iniciara una nueva aventura que cambiará su vida para siempre:
Capítulos 1 al 6:
El narrador, Jim Hawkins, inicia el primer capítulo, diciendo que está plasmando esta historia a solicitud del escudero Trelawney, el Dr. Livesey y demás caballeros, donde todo es real, solo sin mencionar la ubicación de la isla, donde aún permanecen algunos tesoros. Jim narra cómo un viejo marino llega un día a la posada de su padre, “El almirante Benbow”, y arrienda una habitación.
Una noche, el capitán, ebrio y escandaloso, hace señas de silencio mientras canta, pero el Dr. Livesey, el doctor local que vino a curar al padre enfermo, y de hecho agonizante de Jim, continúa con su plática. En respuesta a las blasfemias y amenazas del capitán, Livesey anuncia con calma que morirá pronto si permanece bebiendo. Y el médico, que igualmente es un oficial de policía del distrito, dice que detendrá al hombre si sigue molestando a las personas.
En el segundo capítulo, un sujeto extraño aparece una mañana de enero mientras el capitán está en la playa con su telescopio y Jim está arreglando la mesa del desayuno. El sujeto pregunta si su compañero Bill está en aquel lugar, y Jim le dice que no conoce a nadie con ese nombre, que está acomodando la mesa para «el capitán». Jim siente que esta persona simboliza que el capitán no es bueno, y empieza a advertir a su invitado, pero el hombre impide que se vaya.
Cuando el capitán se aproxima, reacciona ante el extraño con una especie de miedo desenfrenado llamado a él como «Perro Negro». Este ordena a Jim que le traiga ron y luego salga de la morada, y aunque Jim pretende escuchar su conversación, no puede diferenciar nada hasta que repentinamente hay un gran choque de espadas. Él regresa corriendo justo a tiempo para ver al Perro Negro, herido, saliendo del lugar. El capitán parece muy molesto, exige ron y dice que debe dejar la posada, pero antes de que pueda suceder algo más, cae inconsciente.
El Capítulo 3 inicia más tarde ese día. Cuando el capitán oye que se le prescribió quedarse en la cama durante una semana, expresa que esto será imposible. Perro negro y otros peores que él regresarán, pretendiendo robar su cofre marino. Explica muy poco, pero dice que estos hombres son la tripulación del viejo capitán Flint, que él mismo fue el primer colega de Flint y que Flint le dio algo, antes de morir. Esa noche, el padre de Jim fallece, y Jim posee poco tiempo para preocuparse por su invitado y sus dificultades.
Al día siguiente, llega otro sujeto extraño, un hombre ciego desaliñado y espantoso. Exige a Jim a llevarlo al capitán, que lo ve con pavor. El ciego pone algo en la mano del capitán y se va velozmente. Cuando el capitán distingue lo que le han dado, dice: «Seis horas. Ya lo haremos». Pero cuando se pone de pie se menea, se mece y cae muerto al piso. Cuando inicia el Capítulo 4, Jim le dice a su madre lo que el capitán le ha contado y, conociendo su peligro, ambos marchan a la población cercana en busca de auxilio.
La Sra. Hawkins dice que regresará sola para conseguir lo que el capitán le debe, y Jim no tiene más reparo que ir con ella. Vuelven a la posada, y Jim busca a regañadientes el cadáver del capitán para hallar la llave del cofre marino. En el cofre revelan diversos artículos, incluyendo unas barras de plata, algunas monedas inglesas y extranjeras, y un envoltorio sellado. La madre de Jim empieza a contar qué monedas puede reconocer, pero oyen aproximarse el palo del ciego y, en la penumbra, salen corriendo de la posada.
Están muy aterrorizados, y la Sra. Hawkins se desmaya. Jim la oculta lo mejor que puede, cuando se abre el Capítulo 5. Oye que algunos hombres marchan hacia la posada, donde revelan que el capitán está muerto y que se ha abierto el cofre. Como suena una señal de la policía la mayoría de los piratas quieren correr, pero el ciego, Pew, reclama en que permanezcan para buscar a Jim y su madre. A regañadientes han empezado a hacerlo cuando se aproximan los jinetes.
Los piratas se disipan, todos menos Pew, que se equivoca calle abajo, desamparado por sus camaradas, y es atropellado y liquidado por un hombre a caballo. El niño que fue avisar al Dr. Livesey ha regresado con una compañía de hombres de ingresos, a quienes Jim reconoce y saluda. Hallan que la posada ha sido asaltada y robada. El funcionario de ingresos, el Sr. Dance, al oír la historia de Jim, dice que debe ir a comunicar al magistrado, Livesey se llevará a Jim con él.
El Capítulo 6, empieza en la casa del Dr. Livesey, donde se les dice que el doctor fue a cenar con el Escudero Trelawney en su salón. Livesey está interesado en el paquete que Jim robó del cofre, pero espera abrirlo hasta que Dance se haya marchado. Cuando se abre, encuentra que contiene un libro que detalla sumas de dinero y fechas que datan más de veinte años. Livesey concluye que es un registro del capitán de sus saqueos tomados de muchos barcos y ciudades por el famoso pirata Flint y su tripulación.
Además del libro hay un mapa que muestra dónde está oculto el tesoro, escondido en una isla de alrededor de 45 millas cuadradas de área. El escudero prontamente plantea partir hacia la ciudad portuaria de Bristol, donde conseguirá un barco, acordará una tripulación, y, tomando a Livesey como doctor del barco, Jim como chico de cabina y otros tres hombres (Redruth, Joyce y Hunter), pilotarán en busca de la isla y el tesoro. Livesey le indica que no le relate a nadie sus planes y destino, y el escudero le da su palabra que estará «muerto como una tumba».
Capítulos 7 al 12:
Cuando inicia el Capítulo 7, después de unas semanas, Jim y Tom Redruth, el asistente de confianza y jefe de defensa del escudero, reciben una carta de Trelawney que les avisa que ha adquirido una goleta, la Española, y ha asegurado una tripulación con la ayuda y recomendación de un hombre llamado John Silver, a quien ha empleado como cocinero del barco. Les manda que vengan lo antes posible a Bristol. Llegando al lugar, Trelawney los saluda y dice que abordarán al día siguiente.
El escudero envía a Jim en el Capítulo 8, para llevar una carta a Long John Silver en la cantina que posee, y allí, luego de que Silver ha notificado en voz alta que esta es su nueva cabaña, un hombre a quien Jim reconoce como Perro Negro sale corriendo por la puerta. Al inicio, Jim desconfía del Silver de una sola pierna, y principalmente cuando ve a Perro Negro, a quien sabe que es un pirata. Pero rápidamente se convence, por la pulcritud de Silver, su cortesía y, generalmente, su carisma habitual, de que Silver es un hombre honorable.
Silver manda a dos hombres a correr detrás de Perro Negro, pero vuelven diciendo que lo han perdido entre la multitud. Cuando Jim, Trelawney y Livesey abordan la Española, al comienzo del Capítulo 9, el capitán, el Sr. Smollett, pide conversar con Trelawney, y Jim y el médico se quedan. Smollett posee quejas sobre la organización y que no confía en gran parte del personal. El escudero, diciendo que no le ha contado a ninguno sobre el mapa y la isla, empieza a ponerse frenético, pero el Dr. Livesey intercede e impide que dispare a Smollett en el acto.
Bajo el cuestionario de Livesey, El capitán manifiesta sus objeciones, acepta que no posee pruebas de que no se pueda confiar en el primer oficial y el personal, pero dice que esta búsqueda del tesoro será un viaje difícil. Silver llega a bordo y se queja de que trasladar el polvo y las armas tomara demasiado tiempo. El Capitán Smollett le dice que se ocupe de sus propios asuntos, y le dice a Jim que se dirija a la cocina con Silver para ayudarlo a hacer la comida. En el Capítulo 10, todos trabajan toda la noche para alzar el ancla al amanecer.
Arrow, el colega, resulta ser un ebrio, aunque nadie sabe de dónde saca el licor, y casualmente, cuando hace mal tiempo, huye por la borda, dice Smollett sin mucho desconsuelo. Otros asumen sus deberes, incluido el suboficial Job Anderson y el coxswain Israel Hands, un colega cercano de Silver. Silver se hace amigo de Jim y le cuenta historias de sus días dorados como pirata. Mientras tanto, aunque el Capitán Smollett empieza a pensar mejor en el personal y muy bien en el barco, él y Trelawney aún no están en buenos términos.
El escudero es, a los ojos de Smollett, muy generoso y dócil con la tripulación. A medida que se aproximan a la isla que es su destino, Jim va a buscar una manzana del barril que eternamente se conserva en cubierta. Tiene que meterse adentro del barril para hallar una, y mientras está allí, oculto, escucha a Silver hablando cerca y se da cuenta de que debe quedarse oculto.
En el Capítulo 11, esta Jim escuchando mientras Silver habla con un joven tripulante llamado Dick, adulándolo con las mismas frases y la amistad que ha utilizado con Jim, y al mismo tiempo revelando que es un pirata, como lo son la mayoría de las otras personas que ha ayudado a Trelawney a escoger. Los dos hombres, unidos por Israel Hands, extienden la conversación, con Jim cada vez más enfadado, disgustado y aterrado. Él oye a Silver hablar sobre Pew y otros con insulto, sugiriendo a Dick que ahorre su dinero, ya que no lo hicieron.
Y descubre el plan de Silver, que ha sido que los piratas ejerzan su papel de marinos dignos hasta que se haya localizado y cargado el tesoro y Smollett haya determinado un rumbo para el hogar. Pero Silver, al descubrir que Hands y otros no poseerán la paciencia para esto, plantea que no dejen al capitán, Trelawney, Livesey y otros en la isla, de donde pueden volver, sino que los asesinen a todos cuando llegue la ocasión. Le pide a Dick que le traiga una manzana, y Jim está aterrado.
Pero, a peticiones de Hands, Silver cambia de parecer y envía a Dick a su barril oculto de ron y ellos beben en honor al viejo Flint. En el Capítulo 12, Jim huye de su barril en la carrera de la tripulación a sus puestos. Smollett manda un curso justo al este de la isla y pregunta si alguien conoce este lugar; Silver responde que sí y narra el anclaje. Jim le dice al Dr. Livesey que posee espantosas noticias y pide que lo manden a la cabina. Luego de que el médico haya tenido la ocasión de decirle esto a Smollett, el capitán informa a todas las manos que Squire Trelawney está orgulloso con su cometido.
Él lidera un aplauso para el escudero, y otro aplauso persigue para el propio Smollett, encaminado por Silver. El escudero se disculpa con Smollett, expresando que el capitán tenía razón en primer lugar, y Smollett dice que no poseía toda la razón, o que habría visto alguna señal de que la tripulación iba a insubordinarse, lo cual no es verdad; Livesey dice que esto es lo que hace Silver en su firme control sobre ellos.
Entonces Smollett les comunica que su mejor opción es esperar, porque los piratas no harán su jugada hasta que se halle el tesoro, y luego pueden sorprenderlos, dando a los demás una ventaja requerida. Cuentan a los hombres en quienes creen que logran confiar, y su cálculo es que, de los veinticinco hombres en el navío, solo se puede confiar en seis.
Capítulos 13 al 15:
En el Capítulo 13, Jim recuerda haberse levantado por la mañana para hallar el barco al sureste de lo que ahora empieza a llamar Isla del Tesoro, un lugar de bosques de aspecto oscuro y elevaciones de formas extrañas, cuyo aspecto halla desagradable. No hay viento, por lo que los hombres deben subir a los botes y remar, tirando el barco varias millas hacia la costa este de la isla y hacia un estrecho entre él y una isla más pequeña, para fondear en este refugio.
En la cabina, la fiesta de Trelawney asume un consejo, y Smollett dice que la tripulación se rebelará de inmediato si no se hace algo, pero que Silver lo impedirá si se le admite llevar a los hombres a tierra por la tarde. Citan a los sirvientes de Trelawney, Hunter, Joyce y Redruth, les dicen lo que está sucediendo, y los siete, incluido Jim, están armados con pistolas. Silver organiza que vayan a la costa trece personas en dos botes, dejando a seis hombres en el barco, y en el último minuto Jim, por impulso, se sube a uno de los botes.
El Capítulo 14, empieza con Jim, solo, investigando la parte de la isla en la que se halla. Se topa con vegetación, pájaros y serpientes que no le son conocidas. Jim asimismo identifica algunos de los árboles que distingue como robles vivos, una variedad de roble de hoja perenne nativo del sudeste de los Estados Unidos, y posiblemente también de las islas del Caribe. Luego, al oír voces acercarse, Jim se agacha y permanece oculto e inmóvil, y luego se arrastra hacia donde puede oír la conversación.
Todos escuchan un fuerte y espantoso grito, comprensiblemente un grito de muerte, y Silver le dice a Tom que fue Alan, quien intentó resistirse al plan de los piratas. Tom impugna el consejo de Silver y se va para alejarse. Silver arroja su muleta y derriba a Tom, luego lo acuchilla hasta la muerte. Jim, despavorido, retrocede y huye del sonido de los otros hombres que se aproximan, a quienes Silver ha citado con un silbato.
En su huida de los piratas Jim se tropieza con un inglés salvaje y andrajoso, medio loco, que dice llamarse Ben Gunn, y fue dejado en la isla durante tres años. Ha estado viviendo de cabras, bayas y moluscos; él reclama un trozo de queso. Hablando a sabiendas de los piratas, Ben Gunn persuade a Jim de que desea ayudar al propósito del escudero a cambio de volver a Inglaterra.
Capítulos 16 al 21:
En el capítulo 16, y en los dos capítulos que siguen, el Dr. Livesey es el relator, que cuenta las experiencias del grupo de Trelawney que tienen lugar durante la ausencia de Jim. A bordo del barco en la primera hora de la tarde, Hunter les dice a los demás que Jim ha desembarcado y temen por su vida. Saben que no tiene sentido molestar a los seis amotinados que quedan a bordo, ya que no hay brisa para llevar el barco de vuelta al mar, así que más tarde, Livesey y Hunter toman un bote y reman hacia la isla para ver si logran investigar lo que le ha pasado a Jim.
Cuando el doctor desembarca, a menos de cien metros revela una empalizada, un gran fortín de troncos provisto con puertos de tiro, que cerca un manantial de agua transparente, y contenido por una fuerte cerca de seis pies sin una grieta. Mientras esta alli, escucha el grito de muerte que Jim informó en la parte preliminar, y cree que Jim ha sido eliminado. Diciéndole al coxswain, Israel Hands, que dispararán a cualquiera que sea de los piratas, cargan el bote con suministros, fusiles y armamentos.
Hunter y Livesey vuelven para una segunda carga, y luego Livesey solo regresa a la nave. Él, Trelawney, Redruth y Smollett vuelven a cargar el bote con todo lo que puede trasladar y dejan caer el resto de los brazos y su pólvora al océano. En el Capítulo 17 los cinco hombres se dirigen nuevamente a la orilla con el barco muy recargado. La marea está descendiendo y están casi hundidos, pero se adelantan lentamente cuando se dan cuenta de que Hands y los demás abordo de la Española ahora están en posesión de las armas de la nave.
Empiezan los disparos y entonces los piratas de Silver bajan a la playa. En todo el caos el bote se hunde, junto con sus provisiones y tres de sus cinco mosquetes. Los cinco hombres caminan hacia la orilla en el Capítulo 18, y corren hacia la empalizada, escuchando a los piratas que están en la orilla aproximándose hacia ellos. Ambos grupos llegan al lugar al mismo tiempo. Trelawney y Livesey, junto con Hunter y Joyce desde el fortín, disparan sus fusiles a los amotinados, golpeando uno.
Los otros marchan hacia los árboles. Aún fuera de la cerca de la empalizada, Livesey y los demás revelan que el hombre caído está muerto. Pero entonces uno de los hombres en el bosque dispara a Redruth con una pistola y, luego de que lo traen al fortín, el viejo guardabosques fallece. En el Capítulo 19, Jim retoma la historia donde la dejó, tres capítulos antes, mirando los colores británicos que surcan sobre la empalizada.
Gunn le afirma que Silver levantaría la bandera de los piratas, no está, y que, por lo tanto, el escudero y su grupo deben estar dominando la empalizada. Le dice a Jim que le narre al escudero sobre él y su oferta, y le hace saber dónde y cuándo localizarlo. El y Jim huyen, por separado. Jim continúa oculto hasta el ocaso y luego se acerca a la orilla, donde ve los colores de los piratas que vuelan desde el barco y, luego del final del fuego, observa a los insubordinados en la playa destruir el bote que ha llevado a sus amigos a la isla.
Luego va a la empalizada, donde es recibido propiciamente y cuenta su historia. El Doctor le consulta a Jim sobre Ben Gunn, y le dice que no se puede esperar que el abandonado parezca juicioso luego de tres años solo aquí. Livesey posee un trozo de queso parmesano y dice que se lo dará a Gunn. Él, Smollett y Trelawney estudian y deciden que su mejor opción de acción es tratar de asesinar a los piratas uno por uno hasta que estén tan debilitados que los supervivientes se vean forzados a partir con el navío.
A la mañana siguiente, Jim se levanta para escuchar a alguien informando que Silver ha llegado con una bandera de tregua. Yendo a uno de los puertos de armas en la pared del fortín, en el Capítulo 20, Jim mira a Silver y a otro hombre a los alrededores de la empalizada. El Capitán Smollett se destina a la puerta para hablar con Silver. Este dice que ha venido a lidiar con los términos, luego de los problemas de la noche anterior cuando los piratas, todos borrachos excluido Silver, fueron asaltados y uno fue asesinado con una aguja.
Jim recuerda la promesa de Ben Gunn de que, si los piratas duermen en la playa, habría muertos por la mañana. Silver pretende que Smollett y los demás otorguen el mapa a su grupo, afirmando que luego los llevará a casa sin daños a su seguridad, o, si el capitán lo desea, les dejará suministros y mandará un barco para rescatarlos. Smollett responde con sus propios requisitos, diciendo que si los piratas se rinden, los llevará de vuelta a Inglaterra para el juicio. Silver se enoja y se va.
Smollett vuelve a la casa, cuando inicia el Capítulo 21, para revelar que todos menos Gray han dejado sus puestos para presenciar la reunión, y los amonesta. Luego les dice que pueden atacarlos dentro de una hora, pero que están en una mejor situación y pueden vencer a la fuerza más grande. Luego de poco más de una hora, Joyce advierte a uno de los piratas que se acerca y dispara. Cuatro de los piratas traspasan la valla, dos más son asesinados, y uno huye.
Los cuatro dentro del perímetro asaltan la casa, hieren a Hunter, y pronto todos luchan en el patio con cuchillos. La batalla es fugaz, los piratas sobrevivientes se van. Pero Hunter y el capitán resultan heridos, y Joyce muere. Sin embargo, el grupo en la empalizada tiene las probabilidades a su favor, ya que, contando al hombre que Trelawney disparó a bordo del barco, 11 de los 19 piratas originales, están muertos.
Capítulos 22 al 27:
Jim inicia el Capítulo 22, al detallar las víctimas de la acción reciente. Cinco de los piratas están muertos, un sexto lesionado tan grave que muere a pesar de los esfuerzos del Dr. Livesey para salvarlo, y Hunter, con un cráneo roto y costillas rotas, morirá esa noche sin recobrar la conciencia. El Capitán Smollett no está herido de muerte, pero sus heridas lo conservarán inactivo durante semanas. Por la tarde, el médico, reciamente armado, sale solo, y Jim le dice a Gray que cree que va a localizar a Ben Gunn.
Jim, limpiando el fortín caliente y ensangrentado, se aflige y se inquieta. Sabiendo que nunca se le daría autorización para ir, se arma con dos pistolas y municiones y deja la empalizada sin preguntar. Impidiendo el anclaje y el campamento de piratas, con la bandera de sus piratas en alto, aún anclada. Cuando se pone el sol, Jim busca y halla la roca que Ben Gunn ha indicado, y cerca de ella, el torpe bote de Gunn, elaborado en casa con pieles de cabra extendidas sobre un marco de madera, con una paleta doble para propulsarlo.
Jim ha visto a Silver ir a la costa y, sabiendo que el barco y los hombres que lo dominan ahora no tienen bote, decide mandar la Hispaniola a la deriva. Al oscurecer, en una niebla que le permite ver solo la fogata de los piratas en tierra y la sutil luz de la cabina del barco, Jim lleva el bote de piel de cabra al agua. Intentar pilotar en la pequeña embarcación en el Capítulo 23, pero la marea que baja velozmente lleva a Jim a la nave, donde ya en la Española y sobre su ancla, corta todos menos dos hilos de la cuerda y espera que otra brisa la afloje de nuevo.
Y, mientras aguarda, escucha las voces de dos hombres en el camarote, Israel Hands y otro, que habían estado en la pelea ese mismo día y yacian borrachos y peleaban escandalosamente. Jim corta el resto de la cuerda y la goleta comienza a girar lentamente, amenazando con volcar su bote. Furioso, rema junto a la parte posterior del barco, y luego, por impulso, toma una línea que se arrastra desde el barco y acerca su bote, hasta que posteriormente puede pararse y mirar en parte hacia la cabina a través de la ventana de popa.
El barco de Jim, atrapado en la estela, es arrastrado junto con el barco, y Jim está convencido de que lo matarán cuando el barco posteriormente golpee a los enérgicos rompedores al final de los estrechos. En el Capítulo 24, Jim se levanta luego de la luz del día y ve que está flotando en el pequeño bote a un cuarto de milla al oeste del extremo sudoeste de La Isla del Tesoro, sobre cuyas rocas y acantilados las olas rompen fuertemente.
Él sabe que no podrá aterrizar allí, finalmente manifiesta que puede guiar lentamente su bote más cerca de la orilla, y siente que pronto podrá descender. Pero, al doblar una curva, ve a La Española a poco recorrido y está seguro de que lo verán y aprisionarán. El barco está derivando pero se comporta de forma extraña, y Jim empieza a preguntarse si los dos hombres a bordo aún están ebrios. Posteriormente, rema hacia la nave, que ahora sospecha que puede estar desierta.
Pero a medida que se acerca, se da cuenta de que está en gran peligro, porque ahora la nave se mueve hacia él. Cuando una ola lo levanta en su bote, agarra el soporte del barco y se levanta violentamente. Un instante después, el barco golpea y destruye el bote que acaba de abandonar. Cae en la cubierta en el Capítulo 25. Al recuperarse, no ve a nadie al inicio, pero luego, con un movimiento de la vela mayor, ve a Hands y al otro hombre tumbado en la cubierta. El segundo hombre está notoriamente muerto, deslizándose mientras el barco se mece y salta.
Ambos hombres están envueltos de manchas de sangre, y Jim cree que ambos están muertos, pero luego Hands regresa en sí, ve a Jim y susurra «Brandy». Jim obtiene brandy y algo de comida para él. Hands resurge un poco, y Jim, diciéndole al antiguo coxswain que él ahora está a cargo baja la bandera pirata y la lanza por la borda. Este no tiene más remedio que ayudar a Jim a navegar el barco hacia la entrada norte, ya que ninguno de los dos puede hacerlo solo y Jim no pilotará hacia el anclaje cerca del cual está radicado Silver.
Están de acuerdo con este acuerdo y partieron. Jim está muy satisfecho consigo mismo por todo lo que ha conseguido, pero señala que Hands lo está mirando de forma extraña. El Capítulo 26, inicia cuando Jim y Hands, inexpertos de anclar el barco, aguardan que la marea llegue lo adecuadamente lejos para que puedan ir a la playa con seguridad. Hands pretende que Jim tire al marinero muerto, O’Brien, por la borda, pero Jim dice que no es lo adecuadamente fuerte.
Luego, después de una breve disputa sobre la mala suerte del barco y la naturaleza de la muerte, Hands le pide a Jim que le traiga un poco de vino de la cabaña. Indudablemente quiere a Jim fuera del camino, así que Jim va abajo, luego se oculta velozmente de vuelta a donde puede ver a Hands, herido pero no tan mal como ha imaginario, gatear por la cubierta y recuperar un cuchillo ensangrentado de un rollo de cuerda. Jim vuelve con el vino, y Hands, procediendo muy débil, le pide que corte un poco de tabaco, ya que él, Hands, no tiene cuchillo.
La marea ya es adecuada, entonces, y llevan el barco al fondeadero del norte para encallar. Luchando por manejar la Española, en su lugar, en la dirección de Hands, Jim se entretiene hasta que, imprevistamente, ve que el coxswain se mueve hacia él con un cuchillo en mano. Jim saca una de sus pistolas y apunta, pero el arma ha sido ensuciada con agua y no tirará. Luego el navío encalla y se inclina hacia un lado. Tanto Jim como Hands se caen, pero Jim se coloca de pie y trepa las cuerdas hacia el mástil, evitando por poco el cuchillo.
Herido y atónito, Jim dispara ambas pistolas y las deja caer, y Hands cae sucumbiendo en el agua. Al ver el cuerpo de Hands tendido bajo el agua poco profunda de la bahía, en el capítulo Capítulo 27, Jim se libera del cuchillo, vuelve a la cubierta para atender su herida, que no es honda, y consigue levantar la herida de O’Brien. Luego, cuando se pone el sol, la marea cambia y empieza a levantarse el viento, Jim hace lo que puede para tirar las velas para que el barco no se dañe al ser arrastrado.
Sintiéndose orgulloso de haber recobrado el barco, inicia en dirección a la empalizada, cruza un riachuelo y, al ver un fuego en la distancia, opina que es el campamento de Ben Gunn. Sale la luna y se aproxima a la empalizada, donde ve las brasas de otro fuego cayendo en el patio. Esto lo perturba y él sube por la empalizada y se arrastra con sigilo hacia el fortín.
Luego oye desde el interior los ronquidos de los hombres dormidos y, calmado, entra al edificio, pensando en acostarse en su propio lugar y asombrar a sus amigos cuando se despiertan. Pero se las acomoda para pisar a un durmiente, y en la confusión que sigue, se da cuenta de que se ha topado con la fortificación de los piratas; y de alguna forma la han tomado mientras él se ha ido.
Capítulos 28 al 34:
Cuando una antorcha da la luz, en el Capítulo 28, Jim se halla de pie entre los seis piratas sobrantes, Silver y otros cinco, uno de los cuales resultó lesionado en el ataque. Jim teme que sus amigos estén muertos y se calma cuando Silver dice que no, que trataron con los piratas luego de que ambos grupos revelaron que el barco ya no estaba en el anclaje. Jim dice que asesinó a Hands y O’Brien y escondió el barco. Uno de los otros, Morgan, quiere asesinar a Jim, pero Silver replica en contra y reta a los cinco hombres a desafiarlo si se atreven.
Merry, reclama su derecho, según las reglas de piratería, a aclamar un consejo. Los cinco salen y Silver le dice a Jim que tienen el propósito de destituirlo. Los dos deben estar juntos, dice, o los hombres asesinarán a Jim a menos que Silver los persuada de no hacerlo, y Silver será liquidado a menos que Jim jure en su nombre por haberle salvado la vida. Jim está conforme con esto. Silver toma un trago de coñac y luego le consulta a Jim por qué el doctor le dio el mapa del tesoro a los insubordinados; él ve por la expresión de Jim, que este no tiene idea de por qué.
Cuando se abre el Capítulo 29, los piratas reaparecen en el fortín y, con cierta intranquilidad, le otorgan algo a Silver, el «punto negro», marcado en una página que el joven Dick ha removido de su Biblia. En la parte trasera, como lo lee Silver, está la palabra «destituido». Silver dice que, conforme con las reglas, deben declarar sus quejas y él debe tener la ocasión de responderlas. George Merry especifica sus quejas y Silver las responde vigorosamente, haciéndolos arrepentirse. Los cinco hombres retroceden entonces y, cuando Silver dice que se retira como capitán, lo vuelven a reelegir.
Temprano a la mañana siguiente en el Capítulo 30, Livesey, que viene a curar al hombre herido y a Merry, le pide que hable con Jim. Los hombres se resisten a esto, pero Silver los revoca, hace que Jim jure que no correrá, y luego lo lleva a conversar con el médico a través de la valla de empalizada, expresando en que confía en ambos para impedir que lo cuelguen. A solas con Jim, Livesey amonesta al niño por haber escapado dos días antes, pero aspira que suba la valla y escape ahora. Jim se niega, ya que dio su palabra, y le indica al médico dónde está el barco.
Luego, Livesey le advierte a Silver, sin decirle por qué, que no busque el tesoro. El Capítulo 31, inicia con Silver diciéndole a Jim que su prohibición a romper su palabra y escapar, junto con el aviso del médico, son la primera esperanza que ha tenido de preservar su propia vida. Ellos comen el desayuno, y Silver anima a los demás diciendo que pronto hallarán el tesoro. Jim está seguro de que Silver se volverá contra él si consiguen hallar el tesoro, y se pregunta por qué sus amigos le proporcionaron el mapa a Silver.
Todos partieron en los dos botes desde el anclaje y, siguiendo las imprecisas indicaciones del mapa, dejan los botes y comienzan a marchar al sitio del tesoro, Silver lleva a Jim con una cuerda. Después de un rato hallan un esqueleto humano. El brazo huesudo señala una dirección que concuerda con la lectura de la brújula dada en el mapa, y se dan cuenta de que Flint dejó al hombre allí como un indicador. Empiezan a estar supersticiosamente aterrorizados; saben que Flint está muerto, pero temen a su espíritu perverso.
En el Capítulo 32, los piratas se tornan más recelosos de su propósito, y Silver pretende razonar con ellos. Pero de repente, oyen una voz fantasmal en algún lugar delante de ellos, primero cantando la canción por la que Flint era afamado, y luego vociferando las últimas palabras de Flint. Incluso Silver está alterado, pero dice que no tuvo miedo de Flint en la vida y que no consentirá que el fantasma de Flint lo aterre ahora.
Continúan persiguiendo el mapa del tesoro, haciendo algunos giros falsos, y por el comportamiento de Silver, Jim se da cuenta de que cuando hallen el tesoro, el hombre indudablemente se volverá contra él, así como contra Livesey y sus amigos. Pero cuando llegan al lugar donde correspondería estar el tesoro, no hallan las setecientas mil libras que deberían estar allí, sino solo un gran hoyo. Alguien más ha localizado el tesoro de Flint primero. Al revelar que el tesoro se ha ido, en el Capítulo 33, los hombres quedan atónitos.
Silver se recobra primero, le da a Jim una pistola y lo lleva a un lugar al otro lado del hoyo, lejos de los otros cinco hombres, quienes ahora, luego de que terminan con su shock, se vuelven claramente en contra de Silver. George Merry comienza a liderar una carga contra Silver y Jim, pero un fusil del bosque cercano lo abate, al igual que el hombre herido. Los otros tres giran y huyen, y Silver acaba a Merry con su pistola. Luego surgen Livesey, Gray y Ben Gunn, con sus rifles, y el médico explica lo que ha sucedido.
Ben Gunn había hallado hace mucho tiempo el tesoro y, progresivamente, lo había llevado a su cueva, como le había contado al médico en su inicial reunión. Así Livesey, cuando descubrió que La Española se fue del ancladero, había cedido el mapa y las tiendas a los piratas, porque sabía que el mapa ahora sería inservible y Ben Gunn tenía mucha comida para el grupo del escudero. Esa mañana, luego de volver a la cueva de Ben Gunn, llevó a Gunn y Gray al sitio original del tesoro para toparse con los piratas y la voz fantasmal había sido idea de Gunn.
Llegan a los botes, destruyen uno y llevan el otro a donde Jim ha dejado el navío. Luego de reemplazar el ancla y dejar a Gray para resguardar a la Española, el resto va a la cueva de Ben Gunn, y luego ven el tesoro, formidables montones de monedas y barras de oro. El capitán Smollett los saluda y todos, inclusive Silver, celebran con un buen banquete. Durante los próximos días, en el Capítulo 34, todos, excepto los heridos, trabajan para trasladar el tesoro a la nave, instalando un centinela para advertirles de cualquier asalto de los tres piratas sobrantes.
Jim está dispuesto para la tarea de archivar y embolsar las monedas, que cree que deben constituir todo tipo de dinero en el mundo. La tercera noche oyen una especie de canto desde muy lejos, que les permite saber que los insubordinados siguen vivos, aunque estén ebrios o con fiebre. Suministran al barco agua y comida, y luego alzan el ancla para partir.
En su camino a través de los estrechos, ven a los tres hombres arrodillados, suplicando no ser abandonados, pero continúan luego de decirles dónde hallar las tiendas que dejaron, y Jim recapacita que los hombres están tan allí, están tan muertos como lo estarían si fueran llevados de vuelta a Inglaterra para ser ahorcados. El barco tiene poca mano, por lo que se destinan al puerto más cercano y tiran el ancla. El escudero Trelawney, Livesey y Jim descienden, y cuando vuelven al amanecer, Ben Gunn revela que ha ayudado a Silver a huir.
Silver ha conseguido llevarse un saco de monedas, con un valor de unas trescientas o cuatrocientas libras, y todos se sienten tranquilizados de haber visto lo último de él. Al volver a Bristol, dividen el tesoro. Jim cierra su historia contando lo que le ocurrió a tres de los cinco hombres que, junto con él, volvieron del viaje. El capitán Smollett se retiró; Gray realizó su función de carpintero de barcos, se dedicó a los negocios, se casó e inició una familia.
Ben Gunn gasto sus mil libras en unas pocas semanas y se le concedió un puesto como guardián en un distrito rural. Jim expresa que, aunque otro tesoro, barras de plata y armas, continúan en la isla, nunca será parte de otro viaje para buscarlos, ya que ha tenido todo lo que desea de La Isla del Tesoro.