La Tía Julia y el escribidor, es novela divertida del autor Mario Vargas Llosa, publicada en el año 1977. Vargas Llosa utiliza el contrapunto, la contradicción y la sátira para estudiar el proceso creativo de la escritura y su correlación con la vida diaria de los escritores.
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Análisis de la tía Julia y el escribidor
Durante muchos años, ha existido el aterrador anuncio de que «la novela está muerta» y se ha repetido con mucha regularidad, aunque este “muerto” parece deleitarse de buena salud, al menos en la narración latinoamericana. Diferentes escritores latinoamericanos, siendo Mario Vargas Llosa, un sobresaliente entre ellos, han empleado los mecanismos de la metaficción, de una forma tan trascendental, que logran despertar los sentidos, las emociones y el intelecto por igual. (ver articulo: El Túnel)
La tía Julia y el escribidor de Vargas Llosa es, efectivamente, una meta-ficción (es decir, una especie de ficción sobre la ficción) y, no obstante, como diversas novelas latinoamericanas modernas, se escapa del callejón sin salida en el que permanecen apresadas tantas obras de esa naturaleza. Si la literatura ha acabado sus probabilidades y tiene que acudir a sí misma para hallar un tema, los escritores latinoamericanos aún tienen el poder de hacer de esa debilidad un vehículo para un evento del intelecto humano, un medio para narrar una historia.
Este ha sido el primordial fin de la ficción desde tiempos remotos, y ahora, inclusive cuando se anuncia la muerte de la novela, los ensayistas latinoamericanos manifiestan que todavía son, principalmente, relatores de historias. La Tía Julia y el escribidor se divide en veinte capítulos, de los cuales los impares narran la historia autobiográfica de Marito, mientras que los capítulos pares cuentan episodios de telenovelas escritas, interpretadas y administradas por Pedro Camacho, colega de trabajo de Marito en Radio Panamericana.
Estos dos planos representativos se reúnen sutil y hábilmente, de manera que la situación «real» de la historia de Marito, apoyada en la experiencia del joven Vargas Llosa, está continuamente invadida por la ficción, mientras que la realidad fingida del escritor de telenovelas está ocupada por la realidad de la propia vida de Vargas Llosa. Este manejo práctico de los materiales literarios es parte de la ficción, y la novela se transforma así en una creencia abierta del «pensamiento literario» del autor:
El riguroso diseño organizativo en el que se fundamenta la novela, el de una dispersión de la vida de la ficción al ofrecer diferentes capítulos a cada uno, es vencido por la «capacidad literaria» de la novela. Es decir, el lenguaje y las técnicas literarias transforman todo lo que tocan en una nueva extensión de la realidad, lo ficticio. Si el tema de la ficción es realidad o sueño, la verdad o la mentira no hacen alguna diferencia; una vez que cae dentro de los términos de las conveniencias literarias, es, infaliblemente, ficción.
La producción literaria de Vargas Llosa está formada por varias novelas, algunas de las cuales han sido transcritas al inglés. Entre ellas mencionamos La Ciudad y los perros de 1963; La Casa Verde de 1966. Los Cachorros de 1976 y Los Jefes de 1959, han hecho aparición en traducción combinada bajo el título Los Cachorros y otras historias, del año 1979.
Vargas Llosa, es una de las primordiales figuras de lo que se ha designado el «boom» de la novela latinoamericana, además, no es solo novelista, sino igualmente ensayista, guionista, periodista y crítico literario cuyo compromiso revela una inquietud intacta por los medios por los cuales La ficción puede expresar la realidad. Manifiesta que la ficción no puede dar una imagen de la realidad por declaración directa sino por «alteración».
Esta alteración o transferencia puede precisarse como el acto por el cual la ficción convierte, alegra y manipula la realidad para que se transforme en un sujeto literario adecuado. En la gran parte de las novelas de Vargas Llosa, esta alteración toma la forma de diferentes dispositivos técnicos, como variadas configuraciones narrativas e interposición del diálogo objetivo en monólogos íntimos.
La Tía Julia y el escribidor presentan solo algunas de estas complicaciones, y el veterano lector de Vargas Llosa puede inclusive sorprenderse por su sencillez. La narración directa de los capítulos impares describe la relación romántica que se desenvuelve entre Marito, un joven candidato a escritor, y Julia, una divorciada boliviana, cuñada de uno de los varios tíos de Marito. Seguro de que la familia producirá catástrofes si se enteran del asunto, conservan su romance secreto, lo que le añade sabor, pero, posteriormente, huyen y se casan.
El tema básico de la obra, es el acto de escribir, de narrar la propia historia y una continuación de historias. El título de la novela, es un preludio perfecto al trabajo y una afirmación clásica del estado teórico y cognitivo de la literatura moderna en el que los novelistas escriben sobre la escritura e incitan a los lectores a imaginárselos a sí mismos escribiendo sobre la escritura.
Ciertamente una invitación a la interpretación crítica formalista y des-constructiva, el título vigoriza la perfecta circularidad viconiana de la novela, en la que Marito el escritor es un personaje de Mario el novelista y en el que ambos escriben sobre ser escritores y sobre un escritor celebre, el perseverante pero loco guionista, cuyas creaciones son igualmente las de Mario el novelista.
Todos los demás componentes de la novela, los temas del romance, desgracias ruidosamente divertidas, choques accidentales, concesiones amorosas, amor no correspondido y prestigiosamente requerido, ambición y diversión, están sometidos a las pasiones dominantes de Mario, Pedro y el novelista para recapitular la experiencia, convierte en ficcion la vida y reinventa artísticamente la identidad.
El capítulo final, cabe la pena mencionarlo, fuertemente importante para constituir diferentes registros tan directos como puedan ser en la narración de Mario, en los supuestos eventos y motivaciones de la vida y obra de Pedro Camacho, y en la vida y aventuras inexplicables de la ineludible tía Julia.
Personajes
Los personajes principales en esta obra son escasos, sin embargo, cada uno de ellos está bien desarrollado y cubren diversas personalidades durante toda la historia, si bien existen varios personajes secundarios, podemos decir que solamente tres son los que cargan todo el peso de la obra. Esta novela sobre la instrucción de un joven se orienta no solo en sus sensaciones e ideas, sino igualmente en sus acciones improbables y sus a veces divertidas consecuencias:
Varguitas o Marito: Este personaje es, a pesar del título, el primordial foco de interés en la novela, que envuelve un transitorio momento de su vida y examina los efectos muy distintos que tanto Julia como el escribidor tienen sobre él. Aunque algunos de los personajes menores, especialmente sus parientes y sus colegas en la estación de radio, poseen, de hecho, sus propias existencias e inquietudes, uno los ve preferentemente a través de los ojos de Mario y en relación con su propia evolución, inquietudes y deseos.
En su detallista caracterización de sus amigos y familia y en sus detalles puntuales de la geografía urbana de Lima, Marito el narrador continuamente ve su entorno personal, en relación con su sentido y su significado para él. En este sentido, él es tanto «el escribidor» de su propia vida, tiempo y lugar como Pedro Camacho es el guionista de numerosas tragedias y farsas domésticas y civiles de su Lima contemporánea.
Pedro Camacho: Es un sujeto inmerso en su mundo de organizar radioteatros, cosa que no le deja relacionarse con las personas. Pedro es un individuo pequeño y poca cosa, muy antisociable. Además posee un odio enorme a los argentinos y no pone censuras a la hora de insultarles. Acaba complicando a los oyentes, debido a sus canjes de personajes y al echo de terminar todos estos en desastres.
Termina en un manicomio por su insistencia en sobresalir día a día en sus radiotetros, y eso le incita a volverse loco. Al cabo del tiempo cuando se reencuentra con Vargas se le nota diferente y cambiado, ahora está casado y vive como un auténtico indigente, ya no es aquel hombre que estremeció a Lima con sus radioteatros.
La tía Julia: Ella se va a vivir una temporada a Lima, ya que había tenido un divorcio y quería dejar de pensar en ello. Ella es boliviana, como Pedro Camacho, es una señora de treinta y dos años, pero debe tener alguna virtud para ser tan perseguida por los hombres. Al principio conoce a varios hombres pero halla a su gran amor en un chico de dieciocho años llamado Vargas, o como le llama ella, Varguitas.
Tiene que irse del país un tiempo para apagar los ánimos de cólera de la familia, por haberse vinculado con un chico tan joven, pero posteriormente la familia lo acaba admitiendo mínimamente. Sin duda ella está enamorada de Vargas y si bien su matrimonio solo dura ocho años lo viven amorosamente los dos. (ver articulo: Eneida)
Argumentos de la tía Julia y el escribidor
La mitad de la historia es una narración autobiográfica de un candidato a escritor llamado Marito Varguitas, que se enamora de Julia, la cuñada divorciada de su tío Lucho. Vargas Llosa apoyó esta historia en su propia carrera como periodista y en el amorío con su primera esposa, Julia. El éxito de Marito en la escritura y el romance difiere con la fortuna de Pedro Camacho, el intérprete de la otra mitad de la historia, quien es un autor dedicado pero en declive.
Sin embargo, es aquí donde la novela difiere de la vida, y la auténtica carne de la historia entra en juego. Llosa fracciona la historia entre la nueva relación del narrador con su tía, que llega al matrimonio, y su amistad con el deslumbrante y genial autor en serie Pedro Camacho y los programas de radio masivamente populares de Camacho. Hay tantos temas volando en el aire al mismo tiempo, que es asombroso que Llosa se las acomode para conservar todo junto.
El narrador posee un objetivo, que es transformarse en un hombre de letras. Escribe y escribe, pero el trabajo que origina parece satisfacerse solo a sí mismo. Sus amigos concuerdan con su deseo pero no están encantados con su destreza para narrar una buena historia. Se cree, como dicen los rumores, que aún no posee bastante experiencia en la vida para escribir una historia significativa. Le sigue Pedro Camacho, un autor de radio boliviano que escribe y produce guiones durante 16, 17, y hasta 18 horas al día, todos los días, y que todo lo que escribe es de gran calidad.
Mario está deslumbrado con el talento de Pedro Camacho, y juntos crean una amistad poco posible. Mientras esto ocurre, Mario se encuentra y le amarga repentinamente la mujer que se divorció recién de su tío, Julia. Pero las hormonas y el drama chocan y se unen. La trama, mencionada preliminarmente, es bastante ordinaria y directa. Hay una línea evidente de progresión, el amor de Mario y Julia, que se sigue con un propósito inalterable.
Esta sencillez de la trama le admite a Llosa estudiar una diversidad de caminos interesantes claramente relacionados con la creación y la valoración del arte, concretamente de la escritura. Pedro Camacho está escribiendo, es escritor, y eso es todo. Asimilamos que disfruta solamente de huevos y hojas de té de menta y hierbabuena, pero eso es basicamente todo. No es significativo quién es Pedro Camacho, sino cómo un escritor que se integra a la vida de un joven artista ilusionado puede ayudar a intervenir en la concreción de su camino escogido.
Mario está tan deslumbrado con Pedro Camacho que el mismo texto ofrece la mitad de sus capítulos a las series de radio de Camacho. Estas series se diseñan primariamente de forma estrecha, enfocadas con unos ojos agudos y muy sutiles. Todos concluyen con un gancho, habitualmente en forma de una sucesión de preguntas al lector que recapacita sobre lo que hará un personaje o cómo se desarrollará una acción, estas preguntas son como: ¿Red Antunez dejaría a su imprudente y estúpida esposa esa misma noche? ¿Conseguiría haberlo hecho ya?
Aquí quedamos serenamente dentro del territorio de la telenovela, con melodrama, tensión familiar y acción de golpe. No obstante, lo que ocurre es que a medida que progresa la novela y se debilita el control de Pedro Camacho sobre la situación, las historias empiezan a derretirse, a juntarse y fusionarse entre sí. Los personajes de historias preliminares parecen haber existido siempre dentro de los límites del capítulo actual. La gente fallece, luego vive como si nada hubiera ocurrido, solo para ser asesinada de nuevo, en una serie de desastres insensibles.
Pedro Camacho, conversando con Mario, manifiesta que él trata de acabar con todo en la muerte ahora, porque no puede recordar a sus personajes lo adecuadamente bien como para confiar en sí mismo para continuar sus historias más allá de una serie de media hora. A medida que las historias de Pedro Camacho sobresaltan, la trama paralela y principal progresa a un ritmo acelerado mientras Julia y Mario imaginan su boda.
Mientras que las historias de Camacho pierden el protagonismo, la propia historia de Mario lo gana, avanzando hacia donde siempre estaba predestinado a ir, mientras que las de Camacho concluyen en un asunto enredado. La escritura es distinta al trabajo nuevo de Llosa en que está densamente estratificada y complicadamente entrelazada, con pequeñas ramificaciones de significado que surgen de las oraciones a medida que se añaden y añaden cláusulas.
Esta es una obra pesada, apretada y tupida en su tema, de larga trayectoria en la naturaleza elaborada de su composición. Favorablemente, la escritura nunca llega a ser tan cargada como para disuadir el texto; en cambio, se conserva constante en su visión para explorar y percibir la dificultad del arte y, más tarde, el amor. Llosa debía ir y relajar este cansado método de escritura para los estilos más libres y fluidos de obras como “La fiesta de la cabra” y “El camino al paraíso”, pero La Tía Julia y el escribidor continúa siendo atractivo y convincente.
La historia de amor de tía Julia y Mario es posiblemente el eslabón más frágil de la novela. Concebimos que él la ama, pero no deducimos por qué la ama. ¿Por qué ella? ¿Por qué su tía, la cual proveería problemas con el resto de su gran familia? La obra debe dar una explicación, ya sea por las reflexiones internas de Mario o por la figura exótica, cordial o agraciada de Julia, pero ninguna de estas cosas acontece.
Es un personaje encantador e interesante, pero es difícil comprender el amor repentino y profundo que siente el narrador. Es casi como si pretendiera amar a esta mujer porque sabe que tal romance suministraría una gran cantidad de elementos para su expresión artística. Pero esto no importa. La Tía Julia y el escribidor trabajan en tantos niveles que se pueden eximir los pocos pasos en falso. El trabajo de Llosa es espeso, inteligente e intensamente preocupado por el lugar del artista en el mundo. (ver articulo: La noche boca arriba)
Los capítulos extraños relacionados con el amor de Mario por la tía Julia y su exploración para convertirse en escritor son atrayentes y reflexivos, mientras que los capítulos pares de Pedro Camacho son conmovedores, retorcidos, ásperos, curiosos, engañosos y agraciados. Aquí hay mucho, y casi todo funciona de buena forma. Un trabajo altamente recomendado por uno de los mejores escritores vivos de América del Sur.
La película
La obra La tía Julia y el escribidor, llego a los cines bajo el titulo de “Tune in Tomorrow” la cual se basa firmemente en la novela de Mario Vargas Llosa. La historia sucede en Nueva Orleans, cerca de 1951, donde un escritor de noticias para una emisora de radio local, Martin Loader interpretado por Keanu Reeves, se tropieza y se enamora de su tía Julia, interpretada por Barbara Hershey, una mujer separada que está buscando un nuevo marido.
Mientras tanto, el nuevo y humorístico escritor de radio-telenovelas, Pedro Carmichael, interpretado por Peter Falk, ha sido contratado para ayudar a ampliar las malas calificaciones de la estación. Pedro empieza a manipular el romance de Martin y Julia y lo utiliza como base para su transmisión de radio. El director Jon Amiel, maneja la misma construcción de historia dentro de una historia de The Singing Detective, una miniserie que dirigió para la televisión británica.
Resumen de la tía Julia y el escribidor
La Tía Julia y el guionista es la historia de un joven que descubre su lugar en la vida. Marito tiene dieciocho años y habita, trabaja y va a la escuela en Perú, entre las ciudades de Lima y Miraflores. Sus padres se fueron del Perú para vivir en los Estados Unidos, por lo que Marito vive con sus abuelos maternos. Miraflores es donde se originó su familia, por lo que posee el apoyo y el amor de varios miembros de la familia que aún habitan en Perú.
Marito posee un interés inicial de convertirse en escritor y ya ama la literatura, pero solo comunica este interés con su mejor amigo, Javier. Se toma su tiempo libre en el trabajo para escribir cuentos y artículos, pero acaba tirando la gran parte de ellos a la basura. Su familia sueña con que se convierta en un abogado; por eso cursa derecho en la Universidad de San Marcos. Está claro que él no le interesa la ley, porque hace el trabajo adecuado para sobrevivir.
Aun así, Marito se entiende como un joven muy querido y forja conocidos y conexiones útiles con estudiantes y educadores de la universidad. Marito trabaja para una emisora de radio local llamada Panamericana, donde escribe, edita y comunica informes de noticias cotidianas. Los informes se presentan tres veces al día y colabora el trabajo con un ayudante llamado Pascual.
Su departamento es una pequeña barraca en el techo del edificio Panamericana, que está justo al lado de su emisora hermana Radio Central. Ambas emisoras son posesión de un padre y un hijo, Genaro Jr. y Genaro Sr. Radio Central es una emisora de radio social más liberal y menos moderada en comparación con la vecina Panamericana. Es por esta razón que Marito pasa su tiempo libre en Radio Central en lugar de su propia emisora.
Estos fueron las rutinas de la vida de Marito hasta que conoce a Pedro Camacho, el guionista. Pedro es un escritor boliviano de aspecto raro, a quien los Genaros traen para trazar los guiones de sus telenovelas. Pedro es conocido velozmente como un genio de la escritura, pero no posee habilidades sociales. Pedro está totalmente concentrado en el arte de preparar su obra y afirma no tener interés en el intercambio social. Algo sin embargo une a Marito y Pedro, y Marito se convierte en el único amigo de Pedro.
La amistad lleva a Marito a ser un sobresaliente escritor y halla pasión por su trabajo. Al mismo tiempo que Marito conoce a Pedro Camacho, conoce a su tía Julia. Julia es una encantadora dama de treinta y dos años que llega a Perú desde Bolivia luego de un divorcio. Ella se muda con su hermana y su cuñado, la tía de Marito Olga y el tío Lucho. Marito visita a su tío y tía periódicamente, por lo que igualmente empieza a pasar tiempo con Julia. Empiezan yendo al cine de vez en cuando, y casualmente un romance prospera entre ellos.
La familia unida de Marito está en contra de esta relación de todo corazón. Tan pronto como se dan cuenta, la familia empieza a planear separarlos. Marito responde al desafío proponiéndole casamiento a Julia. Luego de superar ciertos obstáculos, ella se convierte en su esposa. La relación de Marito con Pedro Camacho y tía Julia da carácter al futuro de Marito.
Diez años luego de estos sucesos, es un escritor descubierto, autor exitoso y educador que vive en Europa. Desgraciadamente, para este tiempo, él y tía Julia se han separado, y Pedro ha sufrido un trastorno mental. Marito se ve forzado a recordar con desconsuelo el papel que jugaron cada uno, en su evolución en hombre.
Resumen de la tía Julia y el escribidor por capítulos
El autor Mario Vargas Llosa, conceptúa una sátira elegante de la literatura rosa y de la novela notoria que tanto triunfo ha asumido en los países de habla hispana, al tiempo que debate la falsedad, el fanatismo y el clasismo de la sociedad latinoamericana de la época, con la destreza a la que ya nos tiene acostumbrados. A continuación se presenta un resumen detallado capítulo a capítulo de la obra:
Capítulo I
Marito, también conocido como Varguitas es un joven de 18 años de edad, que vive en Lima. Trabaja en la Estación Panamericana como encargado de informaciones junto a su colega Pascual. Marito es estudiante de derecho. Inicia expresando cómo es la emisora donde trabaja y que le gusta más la Emisora Central, la cual también es de los mismos dueños, los Genaro padre e hijo.
En Emisora central realizan radioteatros, todo el mundo se interesaba por estos, así que Genaro hijo le expone a Vargas, que ha hallado un nuevo director para el radioteatro, un boliviano llamado Pedro Camacho. Por otra parte, llega la tía Julia que viene a pasar un período en Perú, debido a la ruptura de su matrimonio. Ella igualmente es de Bolivia. Al inicio a Marito la tía Julia no le cae muy bien.
Varguitas va a comer como casi todos los jueves al hogar de su tío Lucho, allí la tía Julia le propone ir al cine. A la mañana siguiente, Marito se lleva una molestia de Genaro padre por una noticia del Boletín. Marito y Pascual igualmente riñen por ello. Mientras tanto, entra un hombre, que no es nada más que Pedro Camacho. Lidian los dos con él, ya que solicita una máquina de escribir. Todo se soluciona cuando Genaro Hijo le da la máquina a Pedro Camacho.
Capítulo II
El doctor Alberto de Quinteros se va al gimnasio antes del casamiento de su sobrina Elianita. Él se ve solo en casa ya que su hija y su esposa se hallan en un viaje por Europa. En el gimnasio se tropieza a su sobrino Richard, el hermano de Elianita, y empieza a hablar con él ya que lo ve inquieto por una cosa. Luego de terminar agotado el doctor regresa a su casa para cambiarse.
Luego, llega a la iglesia donde sucede la boda con calma entre Elianita y el Joven Antunez. En la fiesta mas tarde, Alberto está conversando con su hermano, cuando repentinamente, Elianita cae desmayada. Alberto le atiende en su habitación y se da cuenta de que está embarazada de unos cuatro meses. Al salir del cuarto le dice a Antúnez que la vea en su estado, pero Antúnez no sabía nada de este embarazo.
Alberto se queda atolondrado al ver que ha formado un alboroto y decide regresar a casa. A la salida, se topa con Richard muy ebrio y se lo lleva con él, para que su papá no lo vea así. Ya en casa, Alberto conversa con su sobrino y concluye que Richard está enamorado de su misma hermana Elianita.
Capítulo III
Marito se halla de nuevo con Pedro Camacho y lo incita a tomar algo. Durante la plática Marito se da cuenta que Pedro es un sujeto completamente dedicado a los radioteatros. Como es jueves va a comer a casa de su tío Lucho, allí la tía julia manifiesta una historia sobre un solicitante suyo.
Despues, cuando llega al trabajo le explican a Marito que poseen un problema con Pedro Camacho ya que este no desea a ningún animador argentino en sus radioteatros, ya que les aborrece. En un charla que conservan Marito y Pedro, este le expone como diseña sus radioteatros. A Marito se le paso el tiempo y se le descuido la cita que tenía para ir al cine con la tía Julia.
Al día siguiente, se excusó con Julia dándole flores. Saliendo del trabajo él y su compañero Javier van a una consulta de espiritismo, donde Marito se da cuenta de las muchas mentiras que les estaba diciendo el espiritista. Al día siguiente, Genaro hijo le explica a Marito los problemas que está obteniendo con Pedro Camacho.
Por otro lado, es el aniversario de su tío Lucho y pensó en ir a verlo por la tarde. Cuando llegó allí, concluyeron ir a cenar sus tíos, él y la tía Julia. Al concluir la cena se colocaron a bailar y mientras hacían lo proporcionado Marito y la tía Julia, este le procuró un beso, a lo que ella se quedó confusa y muy alterada.
Capítulo IV
El comandante Lituma de la Guardia Civil se destinaba a hacer su guardia nocturna para ver que tal iba todo. Halló al Chato que le comento que no había ocurrido nada en específico. Mientras se dirigía a verse con otro guardia Lituma escuchó un ruido, al aproximarse al lugar pensó que tan solo sería un gato, pero al ingresar se tropezó a un hombre negro, muy delgado y que ni se sacudía. Lo cargo con él hasta la jefatura, allí manifestó con los que estaban como lo había hallado y concluyeron que quizás se trataba de un emigrante.
Después, volvió a salir para continuar su guardia aunque no podía quitarse de la cabeza al tipo negro y en cómo había salido en aquel lugar. Cuando concluyó la ronda fue a comer donde la señora Gualberta. Mientras comía le indico a la dama lo que le había pasado esa noche. Por la tarde quedó con su amigo Pedralbes e igualmente se lo dijo. Al llegar a la comisaría para recomenzar su turno, el encargado Jaime Concha le ordenó que trasladara al negro para sacrificarlo.
Mientras marchaba Lituma, el negro y Arévalo, un escolta que había designado para que le ayudase, conversaban este y Lituma sobre el emigrante. Al llegar al sitío donde lo iban a asesinar Arévalo resolvió no hacerlo ya que el elegía que lo dejaran libre y que el negro se las arreglará. Pero el suboficial Lituma ya tenía dispuesta el arma, aunque él no quería matarlo.
Capítulo V
Marito expone como tuvieron que custodiar entre los trabajadores a Lucho Gatica, que había llegado a operar a la Emisora Central. Luego Marito fue a casa del tío Lucho, donde solo se hallaba la tía Julia. Él probó besarla de nuevo, pero ella se lo imposibilitó. Así que quedaron conversando sobre todo del casamiento de ella e igualmente de los radioteatros de Pedro Camacho. Al regresar al trabajo Genaro Hijo le expone el éxito de los radioteatros.
Un dia Marito y Pedro Camacho regresan a ir a almorzar juntos, entonces Pedro le explica el problema que posee con Pablito el de los efectos especiales. Así que prontamente, el Gran Pablito, estaba trabajando bajo las órdenes de Marito y de Pascual. Pablito exponía lo bueno que era creando radioteatros Pedro Camacho.
Pero si bien los radiotetros tenían mucho éxito, los Genaro y Pedro Camacho regresaron a discutir, ya que este no les permitía ingresar cuando grababan. Marito interesado en ver en acción a Pedro Camacho, le solicitó que le dejara ver en persona uno de sus radioteatros. Marito luego de verlo, quedo fascinado del trabajo de Pedro Camacho.
Capítulo VI
Don Pedro Barreda y Zaldívar es un magistrado de la corte privilegiada de Lima. Al volver al trabajo se halla que posee un caso de violación a una menor. La joven se llama Sarita Huanca Salaverria y el teórico culpable Gumercino Tello, vecino de esta desde hacía ocho meses. Pedro Barreda estudia el informe de la violación que manifiesta que la noche del domingo Gumercino se muestra en casa de Sarita, estando al corriente que no están los padres y allí la vulnera.
Igualmente dice que la niña se lo dijo a sus padres a la mañana siguiente. Después el juez viene a leer el informe, esta vez el de los dos guardias que detienen a Gumercino. El texto declara como Gumercino no encaró resistencia, pero indicaba que él no había visto a Sarita hacía más de dos días. Luego de haber leído los dos informes, Pedro Barreda manda que vayan ingresando los testigos.
Primero los dos guardias, que expusieron lo adaptado en el informe. Posteriormente los padres de la violentada, que parecían muy comprometidos en casar a su hija con el provocador de esta, ya que especulaban que era un gran partido para su hija. Al salir los padres ingresó la hija, Sarita, que expuso con todo lujo de detalles lo acontecido aquella noche, el juez se asombró del modo en que la niña lo declaraba, ya que no se consideraba una niña por los movimientos alusivos que hacía.
Últimamente, entró Gumercino Tello que manifiesto que el no había visto a Sarita ese día. El juez lo amedrento a este para ver si decía la verdad. Entonces Gumercino procedió agarrando el cortapapeles e indicando que se partiría su miembro para indicar su inocencia.
Capítulo VII
La relación entre la tía Julia y Marito se extendía, pero tenían que salir a escondidas para no ser vistos por la familia. Marito un día se da cuenta de que está enamorado de ella. Un día mientras quedaban juntos su amigo Javier les notó y entonces le tuvieron que decir que estaban saliendo. Cuando llegó al trabajo Genaro hijo le expuso a Marito que tenía otro inconveniente con Pedro Camacho, ya que habían recogido una carta de reproche del representante argentino, aunque Marito lo intentó Pedro Camacho no cambió de parecer sobre sus radioteatros.
Dos o tres días más tarde, caminaban Marito y la tía Julia juntos cuando se toparon a Pedro Camacho, que les dijo para ir a su casa a cenar. Una vez allá, quedaron hablando sobre los radioteatros y Pedro Camacho les reveló que para hacer los papeles de cada personaje procedía o se vestía igual que este.
Capítulo VIII
Don Federico Tellez Unzátegui es un presidente de una empresa de exterminio de ratas. Federico tomaba su coche para ir hacía su hogar, mientras repasaba su infancia y lo que ocurrió con su hermana menor. Una noche en que sus padres se fueron, esta quedaba durmiendo en la cuna cuando una plaga de ratas se la comieron viva. Federico había de darse cuenta y haberlo enmendado pero no lo vio. Desde aquel instante juro que eliminaría a todas las ratas que consiguiera, eso le hizo tornarse un niño solitario y antisocial que solo vivía para asesinar ratas.
Federico ya desde niño constituyó la empresa de anti-roedores que fue desarrollando al paso de los años. Como no lograba estar con mujeres ya que gastarían su tiempo, fue a una agencia marital donde halló a Zoila, con la que tuvo más tarde cuatro hijos. Por el camino en carro hacía su casa, halló en una parada una revista donde salían sus dos hijas medio desnudas. Federico se enojó muchísimo, porque era un padre y un marido muy juicioso con sus medidas y casi no les admitía hacer nada por su cuenta.
Al llegar a casa, lo inicial que hizo Federico fue solicitar explicaciones a su señora y más tarde llamó a sus hijas. Estas frenéticas por la angustia de su padre que no las dejaba ser, la arrancaron con él a patadas y golpes. Zoila igualmente se une a sus dos hijas y luego los dos hijos, así que Federico se hallaba tomando una paliza, quiso salir de la casa pero no lo logró.
Capítulo IX
Marito seguía escribiendo novelas, para lograr llegar a ser un buen escritor, que era su gran meta. Tenía que ir a ver a la tía Julia a vivienda de sus tíos, pero al llegar allá, ella no estaba, ya que había salido con un médico, así que Marito se puso muy resentido. Al regresar a su trabajo, le llamó la tía Julia lo que estimulo que salieran sus celos a chispear. Después, salió a comprar con Pedro Camacho mientras le manifestaba sus problemas afectivos, pero Pedro tan solo lograba pensar en sus radioteatros, aunque alguna asistencia si que le logró dar.
Marito regresó a hablar con la tía Julia, ya que esta fue a visitarle al trabajo, allí luego de una pequeña disputa hicieron las paces. Javier llegó y los invito a tomar algo, mientras les narraba sus pasiones con la prima de Marito, la flaca Nancy. Ella estaba al tanto que Marito y la tía Julia estaban juntos, porque Javier se lo había comentado, por suerte ella no expondría nada a la familia.
Capítulo X
Lucho Abril Marroquín es un joven publicitario médico. Lucho regresaba de un viaje por distintos itinerarios, donde vendía los productos boticarios a los establecimientos, cuando de pronto atropello una pequeña. Al salir del coche para ayudarla, un Guardia Civil llego a ver como se hallaba la niña. Mientras los dos estaban pretendiendo ver si la niña vivía, un gran camión les atropello. Lucho se salvó aunque la niña y el Guardia Civil no lo lograron.
Pero la preocupación de lo sucedido no dejaba a Lucho ni dormir, le aterraban los vehículos y no lograba seguir con su vida corriente. Cuando su mujer perdió la hija que esperaban, Lucho igualmente pensó que él era el culpable. Su mujer se fue a vivir un tiempo a Francia, mientras él visitaba a la doctora Acémila para que le aliviara. Lucho continuó las indicaciones de la doctora. Primero de todo, tenía que fingir de nuevo el espantoso incidente, pero esta vez con figuritas hasta que se viera sereno con la situación que sucedió.
La segunda parte del procedimiento radicaba en hallar problemas que causaban los niños y terminar de intentar hacerles pagar por estos problemas a los mismos niños. Posteriormente, Lucho llegó un día a la consulta de la doctora y le manifiesto que debido a su terapia había estado dispuesto a lanzar a una niña a las vías del tren, ella le dijo que ya quedaba aliviado de su dificultad con los automóviles, ya que Lucho fue al consultorio en taxi.
Lucho regresó a establecerse con su señora y crear una vida normal, pero ahora, a causa del procedimiento que había seguido, Lucho sufría de infantilismo y detestaba a todos los niños. Por eso regresó a consultar con la doctora Acémila para ver si lograba curarle de su nueva dificultad.
Capítulo XI
Marito regresa de estudiar con un colega de la facultad, cuando le dice a Pedro Camacho para tomar algo, este le solicita mejor que caminen un rato. Marito se da cuenta que Pedro está un poco distinto a su actitud habitual, ya que lo veía más aturdido. Luego fue a casa de sus abuelos donde Javier lo invito al teatro, a comer y a bailar junto con la tía Julia y Nancy. Una vez ya terminados el teatro y la cena, se hallaban con Nancy y la tía Julia ellos dos, cuando se dieron cuenta que estaban unos familiares de Marito.
Esto les hizo preocuparse de que quizás habían visto juntos a Marito y a la tía Julia. Otro día, se topó Marito con Genaro Papá que le solicitó que le ayudara con Pedro Camacho, ya que este estaba intercambiando actores de los radioteatros, por lo que estaban acogiendo críticas. Cuando Marito y Pedro iban a tomar algo se toparon con dos argentinos que amedrentaron a Pedro Camacho, por presentar a las argentinos de indecentes y repulsivos en sus radioteatros. Al final él y Marito cogieron una paliza.
Luego de recobrarse Marito intento decirle a Pedro la dificultad que tenía Genaro padre con sus cambios. Su instancia fue inútil, porque este ni le escucho. Para no despertar desconfianzas la tía julia y Marito habían quedado un par de semanas sin verse, en este tiempo Marito se interesó para estar con sus viejos amigos y se dio cuenta que él era distinto ya, debido a que había madurado.
Capítulo XII
La pensión Colonial es una casa de pensiones, sus patrones son los Bergua, que viven con su hija. La hija se llama Rosa y tenía futuro como pianista, por eso se cambiaron de ciudad para vivir en Lima, pero todo fue un fraude y ahora vivía afligida por culpa de la gran ciudad. Su papá Sebastián Bergua se adecuó bien a la ciudad pero una desdicha le cambio a él y a todo su familia la vida. Todo inició, el día en que Ezequiel Delfín llegó a la pensión.
Al inicio lo unieron como un miembro mas de la familia, sobretodo Sebastián, que quería que Ezequiel fuera su nuero. Pero una noche, Ezequiel llego enfermo de un viaje y Sebastián se ofreció para pasar esa noche en su habitación, lo que no pensó que sucedería es que Ezequiel le propinara muchas cuchilladas y mas tarde que pretendiera violar a Margarita Bergua, que era coja. Por suerte o por infortunio, Sebastián no murió, pero ya no regresó a ser él de antes y terminaron en la miseria.
Ezequiel implicó ser el joven publicitario médico. El juicio para incriminar a este por lo ocurrido fue todo un suceso, y al final terminó pagando por lo que había hecho tanto psicológicamente como físicamente. Ezequiel fue encerrado. Pero al cabo de los años observando la familia Bergua un periódico, percibieron que el hombre que les había afligido la vida, Ezequiel, había huido. Ellos supieron que volvía para vengarse de la madre y de toda la familia.
Capítulo XIII
Marito permanece con su trabajo y en este momento también tendría que hacer audiencias. Uno de esos días en que la tía Julia había ido a visitarlo al trabajo llego la flaca Nancy que les dijo que toda la familia estaba al tanto lo suyo y que se iba a montar un problema. Luego de esa noticia y de regresar de estar con la tía Julia, Marito se topó a los actores de los radioteatros esperando, porque deseaban hablarle del problema que poseían debido a que Pedro Camacho cambiaba consecutivamente los personajes de una historia a otra, y ellos no pretendían que lo despidieran.
Marito les dijo que intentaría ayudarles. A la mañana próxima, Marito conversó con la tía Julia por teléfono. Luego fue a hablar con Genaro hijo para exponerle que por que no daba a Pedro Camacho unas vacaciones, a lo que él indicó que no. Entonces Marito se llevó a Pedro a comer para manifestarle todo el problema y Pedro le confeso que si había cambios de personajes en sus radioteatros era porque varias veces se equivocaba de nombre o de novela.
Despues, cuando volvió al trabajo, la tía Julia lo llamo y le dijo que las cosas se estaban colocando feas ya que los padres de Marito llegaban desde Estados Unidos. Entonces Marito le planteó a la tía Julia que se casara con él.
Capítulo XIV
El venerable padre Seferino Huanca Leyva, nació en una cuna de ocho hermanos. Seferino perduró como pudo hasta que Maite Unzategui se hizo cargo de él colocando como término a la madre de que Seferino fuera sacerdote. En el seminario, las técnicas que utilizaba Seferino para manifestar el bien no eran muy veraces. En cuanto fue cura prefirió para ser párroco del peor barrio de Lima.
Al ver que nadie iba a sus ceremonias, pensó en relucir entrelas personas mediante un combate entre él y el médico, ex-Guardia Civil, Jaime Concha. Seferino venció la pelea y eso ocasiono mucha simpatía de la gente hacía el párroco. Seferino tomaba muchos avisos del arzobispado por la manera de atraer a la gente a su iglesia. Por ejemplo, a las chicos les mostraba técnicas para robar y a las chicas a pintarse los labios, ojos, y similares. Así permaneció hasta que a la edad de cincuenta años, vivía con Maite Unzátegui con la que quedó a punto de pecar.
Eso le hizo plantear al párroco que las parejas se invalidaran y se convirtieran en grupos, así el doctor Jaime Concha y el curandero Lituma se fueron a vivir con el párroco y la señora Unzátegui. Esta proposición fue un fracaso, porque en vez de unir a la sociedad lo que estimuló fueron más robos y más violencia.
Después, llego al barrio un predicador llamado Sebastián Bergua, el párroco envidiado por este le planteó un combate que gano Sebastián. Pero permanecía antipático ya que perdía feligreses debido a Sebastián, entonces una noche el padre Seferino se aproximó a la casa donde vivía el predicador y allí lo bañó con kerosene dispuesto a quemarlo vivo.
Capítulo XV
Marito le expresa a su prima Nancy que le ha pedido la mano a la tía Julia. Nancy le aconseja y le ayuda. Después, también se lo dice a su amigo Javier. Al rato, le llama la tía Julia y le explica a Marito, que ya tenía los billetes para irse hacía Bolivia. Marito se destina hacía la universidad para obtener su partida de nacimiento. Al regresar a la radio charla con Pascual y el gran Pablito sobre los radioteatros y los cambios de estos.
Unos días luego, Javier y Marito están buscando un alcalde para que logre casar a la tía Julia con Marito, porque poseen un problema, ya que este es menor de edad. Marito había dicho que a las tres de la tarde con la tía Julia, pero esta no llega hasta las once de la noche.
Ellos dos juran darse amor eterno, así la tía Julia le solicita al representante boliviano que le ayude con los documentos del divorcio, para ella lograr casarse con Marito. Tuvieron dificultades para hallar un alcalde que les casara, pero Pascual les dijo que su primo, era alcalde en un pequeño pueblo y que plácidamente les casaría.
Capítulo XVI
Joaquín Hinostroza es un árbitro que duró toda su niñez con profesoras. Al ver que no avanzaba sus padres consultaron con el doctor Alberto de Quinteros y él les sugirió que inscribieran al niño en un colegio. Al poco tiempo, vieron que su hijo le divertía el fútbol, pero no era ese deporte, sino la ocupación de ser juez de un partido le hechizaba. El joven intervenía todos los partidos que conseguía.
En uno de esos partidos callejeros justamente, conoció a Marimacho de la cual se enamoró. Ella se llamaba realmente Sarita Huanca. Al ver Joaquín que ella solo pretendía que fueran amigos empezó a beber en los bares, pero luego de todo terminarían juntos. Al morir sus padres, Joaquín prefirió, como no, la profesión de ser árbitro de fútbol. Gracias a la reputación que gano, Bolivia solicitó que fuera Joaquín, él que arbitrara su partido contra Perú en la final del campeonato latinoamericano.
El día de la final llegó, y todo inicio plácidamente, hasta que un hombre de color, aquel polizón de barco, entró en el terreno de juego. Para que no lograra herir a la gran figura del partido, que era Joaquín, el comisionado Jaime Concha le hirió con doce balazos, que fueron letales. Al ver sufrir aquel individuo, el público intento irse del campo pero esto ocasiono muchas muertes por aplastamiento, ya que se crearon avalanchas de personas.
Entonces, Sarita Huanca pretendió ir con su amado, pero al pretender llegar al campo, tres disparos lanzados por el sargento Lituma, ocasionaron la muerte de Sarita al instante. Al caer muerta Sarita a los pies de su amado árbitro, a este se le detuvo el corazón en seco. A todo esto, el sargento Lituma viendo lo que había hecho se suicidó de un disparo.
Capítulo XVII
Marchan desde Lima dispuestos a casarse Marito y la tía Julia, escoltados por Javier y Pascual. Al llegar a Chincha donde iban a casarse y ver que el alcalde no llegaba, fueron a buscarlo. Lo hallaron en una fiesta y cuando ya por fin, les atendió este les expresó que no les podía casar, ya que Marito aún era menor de edad. Intentaron de ir a otro pueblo, donde el alcalde de Chincha les dijo que allí sí les casarían.
Tuvieron que aguardar hasta la noche para ver al alcalde, pero este igualmente les dijo que no podía hacerlo. Conversando con el taxista que les llevaba, descubrieron que se podrían casar en Grocio Prado. A la mañana consecutiva se destinaron allí, pero no estaba el alcalde. Regresaron a su hotel, Marito y la tía Julia hicieron el amor muchas veces.
Despues, a las siete les llamó Javier y les reveló que estaba todo decidido, porque cuando ellos dormían él y Pascual habían conversado con el alcalde de Grocio Prado y les dijo que no habría inconveniente. Por fin, en Grocio Padro se casaron sin ningún estorbo, Marito y la tía Julia. Luego de la boda Javier y Pascual se fueron hacía Lima.
Capítulo XVIII
El poeta de Lima, Crisanto Maravillas, nació pensando menos de un kilo, eso hizo que toda su vida sufriera de pequeñez. Fue un joven muy solitario debido a su complicación física, aunque se creía que su afición sería ser cura, Crisanto empezó a hacer canciones que le proporcionarían popularidad. Él estaba enamorado ya desde niño de una chica que había sido acogida por las monjas, llamada Fátima.
Crisanto acostumbraba ir al convento a ver a su amada, pero un día la madre dirigente Lituma lo vio masturbarse en el convento, y entonces se le impidió la entrada. Por no lograr ver a Fátima, Crisanto cayó enfermo y su música empezó a surgir por la tristeza de este. Al tiempo, Crisanto fue querido por mucha gente, y luego de diez años planteó al convento hacer un concierto en favor de los misioneros de África, cosa a la cual las monjas no se lograron oponer.
El día del concierto, se llenó el convento de mucha gente, donde estaban: Sarita Huanca, Lucho Abril Marroquín, Richard Quinteros, entre otros. Todo se empezó bien y sin dificultades hasta que empezó a temblar la tierra, eso quería indicar que el edificio se estaba derribando y además había un gran fuego. Fallecieron varias personas, pero la hermana Fátima y su amado Richard intentaron salir por un pequeño agujero, pero de pronto el suelo se dividió y la pareja cayó en el lugar donde las monjas almacenaban los huesos de sus víctimas.
Capítulo XIX
Javier le notifica a Marito que el padre de este se había disgustado muchísimo cuando se enteró de lo del matrimonio. Cuando la tía Julia y Marito volvieron a Lima, fueron a casa de tío Lucho, donde se dieron cuenta que aúnque les reprocharan lo que habían hecho, ellos los apoyaban un poco. Marito fue a casa de sus abuelos y allí se topó a su madre, que por supuesto, estaba llorando e igualmente le criticó, porque pensaba que estaba malgastando su vida.
Después, cuando llegó al trabajo le dijeron que se habían llevado a Pedro Camacho al manicomio, debido a que este había empezado a implantar en sus radioteatros, muchas catástrofes y locuras. Entonces fue cuando trasladaron a Pedro al médico y este le determino que tendría que pasar una época en el manicomio para lograrse recuperar.
Esa misma tarde, Marito quedó con Javier que le mostró la carta amenazadora que le había dejado su padre y concluyó que la tía Julia se fuera un tiempo a Chile hasta que se tranquilizaran las cosas. Luego de buscar varios trabajos, para poder ganar algo más de dinero, y de conversar con su padre, este ya más calmado, regresó la tía Julia a Lima; ella y Marito habían estado alejados más de un mes y medio.
Capítulo XX
La relación de Marito y la tía Julia duro ocho años. Más tarde, él alcanzó su sueño cuando logró tener un desván en parís. Marito regresaba cada verano a Lima. Uno de esos veranos, mientras caminaba se halló con el gran Pablito que le contó que ahora estaba casado y que tenía un restaurante.
Pablito le invitó a tomarse algo y luego le expresó que fueran a buscar a Pascual. Cuando llegaron donde trabajaba su ex-colega, estuvieron conversando para ir a comer al restaurante de Pablito para acordarse de los viejos tiempos en la radio. En ese instante, llegó un hombre, que resulto ser Pedro Camacho, pero ahora estaba demacrado y parecía vivir en la indigencia, siendo como había sido el señor de los radioteatros.
Pedro no conoció a Marito. Entonces el gran Pablito y Pascual le contaron que ahora Pedro Camacho vivía casado y que no se acordaba casi de nada de lo que había experimentado antes de ingresar en el manicomio. Luego de volver de la comida, Marito fue a casa de tío Lucho y de tía Olga, que en este momento eran sus suegros, debido a que Marito se había casado con una hija de estos, mucho más joven que él.