A todos los chicos de los que me enamoré es una de las novelas románticas juveniles de mayor éxito en la pasada década. Descubramos juntos su popular y enternecedor argumento.
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A todos los chicos de los que me enamoré: enredos sentimentales de corte autobiográfico
Con cuarenta semanas en la cima de las listas del New York Times como best seller, traducciones en treinta lenguas distintas y una exitosa adaptación fílmica estrenada en la plataforma de películas más exitosa del momento, Netflix, Jenny Han puede decir que ha alcanzado la cumbre del género de romance juvenil y ha logrado posicionarse en el corazón de millares de adolescentes con A todos los chicos de los que me enamoré. Su éxito no viene de un súbito golpe de suerte, sino de un trabajo literario constante desde sus tiempos de juventud universitaria en los años 90.
Ya en esa época, Han buscaba introducirse en las aventuras y desventuras de una chica de doce años en una novela infantil llamada Shug. Su tópico favorito siempre parece haber sido la inquietud existencial y sentimental generada por las edades de importante transformación en la vida de una chica joven.
Su siguiente proyecto, una trilogía que seguía la maduración de otra joven a través de sucesivas vacaciones de verano (The Summer I Turned Pretty, It’s Not Summer Without You y We’ll Always Have Summer) fue una seguidilla de best sellers que darían el campanazo a su carrera.
Pero el gran momento para la autora americana de ascendencia coreana sería la novela que nos ocupa; quizá el éxito se deba a que resulta la narrativa de corte más autobiográfico de todas las que ha realizado. Su protagonista es también una chica norteamericana de ascendencia asiática.
Y la trama de la novela gira en torno a una costumbre personal del pasado juvenil de Han: solía dedicarse a escribir cartas de amor privadas para todos sus amores platónicos de secundaria. Si te interesa especialmente el género romántico juvenil, te invitamos a leer este artículo sobre Tres metros sobre el cielo. ¡Sigue el link!
Una pesadilla epistolar que culmina en romance adolescente
Nuestra novela tiene como protagonista a Lara Jean Song Covey, una chica, como se ha dicho, estadounidense de raíces coreanas que cuenta con dieciséis años para el tiempo de la narración.
Lara Jean tiene un secreto bastante inocente: en una caja redonda de color verde claro conserva cartas románticas nunca enviadas que ha escrito a lo largo de los años a cada uno de sus amores platónicos de su vida en secundaria. La caja en sí tiene un significado especial, pues fue un regalo de su madre fallecida cuando apenas tenía nueve años.
La catástrofe golpea cuando a Lara Jean empieza a ocurrirle lo que puede considerarse como la peor pesadilla adolescente: dos de los amores platónicos que eran destinatarios imaginarios de las cartas guardadas empiezan a hacer contacto con ella, inquiriendo acerca del contenido sentimental expresado en ellas.
Lara Jean entiende que alguien ha enviado las cartas realmente y estos han recibido sus declaraciones amorosas como una epístola reciente. Buscando en casa la caja redonda, nota que no puede encontrarla. Ha desaparecido.
Un detalle que complica aún más la situación es que un muchacho al que se dirigía una de las cartas, Josh Sanderson, fue novio reciente de su hermana mayor, Margot, y amor platónico de su hermana menor, Kitty. Por otra parte, otro muchacho llamado Peter Kavinsky también fue destinatario de fantasía de otra de las cartas de Lara Jean y también vuelve a ella buscando explicaciones.
¿Y que sucedió?
La chica lo rechaza en un principio, pero luego lo besa, fingiendo ser su novia para esquivar las preguntas de Josh acerca de sus sentimientos por él expresados en la carta.
A Peter no le desagrada el fingimiento. Después de todo, acaba de terminar con su novia de años, Genevieve, y comenzar de cero con alguien parece una necesidad. Genevieve es la enemiga mortal de secundaria de Lara Jean, así que el arreglo termina siendo aún más satisfactorio para ambos.
Como suele ocurrir, en medio de los ensayos que Lara Jean y Peter llevan a cabo para fingir mejor su amor inexistente, empieza a nacer un amor real. Y el acercamiento romántico de Josh a la chica no hace más que reafirmar en ella los sentimientos por Peter.
La unión entre los jóvenes se hace completamente real en un viaje estudiantil para hacer ski, en el cual la pareja se besa en una bañera de hidromasaje. Pero la historia no puede terminar tan felizmente y Genevieve, que no es la enemiga mortal por nada, corre el rumor de que ambos tuvieron sexo en la bañera, sin que Peter lo niegue.
Lara Jean se siente herida y evita a Peter durante todas las vacaciones de Navidad. Pero la hermana menor Kitty invita a Peter a la fiesta familiar de los Covey que celebraban tradicionalmente junto a su madre fallecida cada año.
Esta fiesta es el evento perfecto para que todos los conflictos salgan a la luz del día: Peter intenta hablar con Lara Jean, ella lo rechaza y además, es interceptado por Josh, que acaba revelando frente a Margot que besó a Lara Jean.
Entonces se produce una pelea entre hermanas, que se recrudece con una última confesión: fue Kitty la que robó la caja y envió las cartas de su interior a sus destinatarios, como venganza por haber revelado Lara Jean sin querer su enamoramiento por Josh.
Finalmente, una reconciliación se produce, casi por agotamiento de enredos. Margot perdona a Lara Jean, esta perdona a Kitty y, además, recibe su caja de vuelta. Pero no está vacía, se encuentra llena de todas las cartas que Peter le escribió secretamente durante su no tan fingido noviazgo. Lara Jean decide entonces tomar pluma y papel y escribir su primera verdadera carta romántica para Peter, sin secretos ni fantasías.
En el siguiente vídeo podemos ver la opinión sincera de dos lectoras acerca de la adaptación fílmica del libro. Hasta aquí nuestro artículo sobre A todos los chicos de los que me enamoré. Hasta pronto.