Mi planta de naranja lima es una obra publicada en el año 1968, es un libro autobiográfico para niños. El archivo de mi árbol de naranja fue el más famoso escritor brasileño José Mauro de Vasconcelos.
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Mi planta de Naranja Lima
Esta obra relata la historia de Zezé, un niño mestizo que vive en una favela o barrio de gran pobreza en el Brasil y que un día de pronto, descubre el dolor y se vuelve adulto prematuramente. Basada en la misma infancia del autor en Río de Janeiro, Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos relata las sobras, los rasguños, la sabiduría y la persistencia de un niño de 5 años.
Aunque inicialmente fue escrito como una novela para niños, este es un libro que puede leerse en todas las edades, explorando tanto la inocencia de la infancia como los brutales golpes del destino. Los nuevos lectores, jóvenes y viejos, se entusiasmarán con este cuento atractivo. El protagonista Zezé vive con su familia en un barrio pobre en las afueras de Río en Brasil. Estos llevan una existencia difícil, mientras Zeze vive grandes experiencias al lado de su planta de naranja lima y su mejor amigo Portuga.
Traducido actualmente a más de cincuenta lenguas, la creación influenció a generaciones en Brasil y en el exterior. Después del exitoso triunfo, se hicieron adaptaciones para el cine y la televisión. Si deseas conocer más acerca de esta interesante obra continua leyendo este articulo
Argumento de mi planta de naranja lima
Aunque primariamente fue escrita como una novela para niños, este es un libro que puede leerse en dos niveles, indagando tanto la inocencia de la infancia como los feroces golpes del destino. Los nuevos lectores, jóvenes y viejos, se encantarán con la bella y ácida historia. Zezé vive con su familia en Bangu, un barrio necesitado en las afueras de Río, donde llevan una existencia difícil. Su padre ha perdido su trabajo. Su madre trabaja los telares en el molino inglés hasta altas horas de la noche.
La hermana mayor, Lalá, trabaja en una fábrica, la cual Zezé piensa que es «un dragón que devoraba a las personas todas las mañanas y las vomitaba muy cansadas de noche». Por su parte, Zezé gana dinero extra trabajando como limpiabotas. Él pasa el resto de su tiempo jugando a cualquiera de los dos juegos en el patio con su hermano pequeño Luís o juega bromas a familiares y vecinos de confianza. Estas bromas incluyen prender fuego a las cercas y hamacas, destrozar las luces de la calle y hacer que el gato de un vecino se trague una canica.
Se puede decir que Zeze tiene dos personalidades, cuando cruza la línea, su maldad se convierte en al parecido a un pequeño diablillo, y en esta fase siempre recibo regaños de su padre enojado. Pero luego empieza la escuela y este pequeño diablito muestra su otro lado, un lado más angelical, el cual demuestra a través de actos de bondad al azar, como compartir la comida con un compañero que es más pobre que él, o robar flores para dársela a su maestro.
Llega un momento de su vida donde dos amigos muy diferentes cambian a Zezé. El primero es una planta de naranja del mismo nombre, que se halla en el jardín de la nueva casa de la familia y se convierte, tanto en un gran compañero de conversación, como en una buena y sólida caja de resonancia. El segundo amigo es un rico hombre portugués, que recibe el apodo infantil de «Portuga». Este toma a Zezé bajo su ala y tutela, y le inculca un sentido muy necesario de auto-estima. La obra “Mi planta de Naranja Lima” es rica en encanto y ternura.
En ciertos lugares, se desvía hacia lo sentimental y lo caprichoso, pero siempre da un giro en su temática gracias a la liberación de la tensión o la tragedia acumulada. Esos episodios más soleados o de aventuras frívolas se neutralizan con conmociones, decepciones y violencia. Muchos castigos físicos se reparten en esta obra, esto lo podemos evidenciar en un capítulo se llama «Dos palizas memorables», incluida una medida correctora esencialmente severa que deja a Zezé inconsciente. (ver artículo: Estudio en Escarlata )
También, una Navidad cancelada debido a los problemas económicos de la familia se traduce en un dolor y un resentimiento agudos. Una tragedia imprevista en el acto final del libro donde logra derribar a su héroe y lector. Zezé en ciertas partes narra la novela y también es el protagonista de otras. Si bien sus travesuras resultan ser implacablemente entretenidas, es su mentalidad la que nos conserva emocionalmente comprometidos con el libro. A pesar de toda su precocidad, habitualmente cuestiona a los hermanos mayores sobre los caminos de la vida.
Ademas, se encuentra rutinariamente frustrado por la lógica adulta. Progresivamente llegamos a un acuerdo con Portuga en el sentido de que Zezé resulta ser un tipo pequeño y complicado, pero también cariñoso y leal. A pesar de todas las jocosidades y malos ejemplos que deja el protagonista, Mi planta de naranja lima es una perspectiva de la vida casi perfecta para el niño, una que posee el poder de calentar y romper corazones, sea cual sea la edad del lector.
Personajes
Mi planta de naranja lima tiene una gran diversidad de personajes, aunque la mayoría de ellos son de poca notabilidad para la historia. Entre los personajes con más influencia en la obra podemos mencionar los siguientes:
Zezé: Es el protagonista de la obra, un niño travieso, de cinco años, habitante de Bangu, un suburbio de Río de Janeiro. Es súper independiente y curioso, Zezé vivía haciendo travesuras y dando excusas cuando era descubierto.
Totoca: Es el hermano mayor de Zezé. Es un interésado, mentiroso y a veces enormemente egoísta.
Louis: Es el hermano menor de Zezé, era llamado por el niño su hermano como el Rey Luiz. Este es el gran orgullo de Zezé por ser una persona independiente, aventurera y muy libre.
Gloria: Es la hermana mayor y muchas veces la protectora de Zezé. Está siempre preparada para defender a su hermano menor.
Padre: Es una persona frustrada con su desempleo y esta desilusionado con su incapacidad de mantener a la familia, y este siempre termina siendo impaciente con sus hijos. Igualmente suele beber con mucha frecuencia. Cuando intenta disciplinar a los niños hace uso de la fuerza y ciertas veces se arrepiente de las palizas que les da a sus hijos.
Madre: Es extremadamente cuidadosa y se preocupa mucho por sus hijos, la madre de Zezé cuando distingue una situación económica complicada de la familia, toma todas sus cosas y se va a trabajar en la ciudad para mantener la casa y la familia.
El portugués: Conocido como “Portuga”, se llama Manuel Valadares y trata a Zezé como un hijo y usualmente le brinda al niño mucho cariño y atención, ya que muchas veces este no lo recibe en casa. Portuga era rico y tenía un coche de lujo que decía a Zezé que pertenecía a ambos, ya que al final de cuentas, los amigos lo dividen todo, según él.
Minguito: También es conocido como Xururuca, es la planta de naranja lima que está en el patio trasero. Es el gran amigo y confidente de Zezé.
Análisis
A pesar de su corta cantidad de páginas, la obra de Mi planta de naranja lima, toca aspectos clave para pensar en la infancia. Se descubre a lo largo de las breves páginas cómo las dificultades de los adultos pueden concluir en descuidar a los niños y cómo los niños reaccionan a ese abandono refugiándose en un universo exclusivo y creativo. En el caso de la historia narrada por José Mauro de Vasconcelos, esta personalidad es constituida por el portugués, siempre dispuesto a colaborar con Zezé.
El hecho de que el libro se ha difundido velozmente más allá de las fronteras de Brasil, ya que Mi planta de naranja lima, pronto fue traducido a más de 30 idiomas y publicado en otros 19 países del mundo. Esta muestra que los dramas que percibe el niño en los suburbios de Río de Janeiro son habituales en muchos niños en todo el mundo, o al menos manifiestan situaciones similares. Como es posible percibir, el abandono infantil parece tener un carácter universal. (ver artículo:El corazón delator)
Diversos lectores se identifican con el hecho de que el niño escapa del escenario real abrumador hacia un imaginario que es un manantial de posibilidades felices. Vale conmemorar que Zezé no era sólo víctima de violencia física sino también psicológica por parte de los mayores. Los peores castigos venían, inclusive, de dentro de su propia familia. La obra abre los ojos del lector hacia el lado sombrío de la infancia, varias veces olvidado ante la enorme cantidad de material que posee como tema la infancia idealizada.
Valores de mi planta de naranja lima
La historia del niño Zezé es una invitación a la reflexión sobre uno de los aspectos más significativos del proceso educativo. La infancia parece ser un universo tan extenso como el ensayado por los astrofísicos. No a la vez Freud se ha centrado con máxima atención sobre el asunto y ha estudiado con empeño la importancia del período infantil en la construcción del individuo, convirtiéndolo en uno de los temas fundamentales del psicoanálisis.
En «Mi planta de naranja lima» el desarrollo infantil no es retratado de forma diferente, el lenguaje de la obra es simple, poco extenso, pero la inmensidad de la infancia y la infinidad de cuestionamientos acerca de la misma están presentes. En verdad, «Mi planta de naranja lima» es una reflexión literaria sobre el carácter transformador del afecto, su importancia y los riesgos de su ausencia para el correcto desarrollo del niño.
En esta obra están los principales valores de los humanos, tales como la humildad, la lealtad, la generosidad, la paciencia y más que todo la verdad, ya que esta historia gira alrededor de un niño y su planta. También está la importancia de imaginar y buscar formas de divertirse y aprender de una forma muy didáctica. Los sentimientos, el valor de la familia, de la hermandad y de la amistad están muy presentes en este libro, asi como el valor de la lucha.
El mensaje principal que nos deja la obra, es que los adultos debemos aprender más de los niños, que son más puros en sus actos y sentimientos. Entre los principales valores hallados en Mi planta de naranja lima recalcamos la amistad, que se representa con la relación de Zeze con Manuel Valadares o Portuga. También se evidencia la unión familiar, especialmente el compañerismo y el apoyo entre hermanos, ya que cada hermano cuidaba de su otro hermano que es menor.
La exaltación por la naturaleza forma parte de Mi planta de naranja lima al momento que Zeze adopta a su pequeño arbusto de naranja lima como su confidente en los períodos de tristeza, que bastante abundan a lo largo de la trama, cuando el infante replica su existencia en el mundo.
Crítica
Este este libro en general posee muy buenos comentario, al ser narrado desde la perspectiva de Zezé, los hechos se trazan con la sencillez y simplicidad de un niño de 5 años, que insiste en decir que tiene 6, pues sólo así se le permite ir a la escuela. Lo que hace de este un libro conmovedor es el hecho de que Zezé es un niño travieso, endiablado, como él mismo se caracteriza, y la familia recurre muchas veces a la violencia para castigar, induciendo una gran indignación en el lector.
Esta obra subraya igualmente la importancia de la solidaridad y el cariño. A pesar de ser pobre, Zezé se preocupa de aquellos que económicamente se hallan peor que él, y asimismo con su hermano más joven, Luis, enseñándole algunas cosas acerca del mundo, tratando siempre de protegerlo de los males de la humanidad. En el intento de huir a la triste realidad, Zezé se rinde en su imaginación, haciéndose amigo de una planta de naranja lima, a la cual él le da el nombre de Minguinho (o Chururuca) y le manifiesta sus sueños y sus preocupaciones.
Zezé igualmente se hace amigo de Portuga, un portugués que conoce las calles y prontamente se convierte en su mejor amigo, uno que le hace ver el mundo de forma diferente y más positiva. Es una lectura simple, seductora y emotiva, que se recomienda activamente para todas las edades. «Mi planta de Naranja Lima» es un libro tradicional en la literatura brasileña, que marcó generaciones de niños. No sólo por plasmar el lado imaginativo en una vida dura, sino principalmente por abordar la cuestión de la muerte dentro de la mente infantil.
Muchos interpretan esta historia como extremadamente triste, y es de aquellas de dejar al lector desamparado en ciertos instantes. Mi planta de Naranja Lima, cuando fue llevada a la pantalla grande por Marcos Bernstein, tuvo un gran mérito no se escapa a la obra en sí. Su película conserva el necesario tono de tristeza, sin dejar de lado la creatividad y la sinceridad de ser niño. (ver artículo: Alegoría de la Caverna)
La muerte, después de todo, forma parte igualmente de la vida. La historia acompaña a Zezé, un niño muy guapo que vive haciendo travesuras. A pesar de que sus actos generan consecuencias graves, Zezé no es un niño malo, y apenas no puede medir sus actos. El problema es que su familia no ve esto así y, sin pensarlo, le aplica una paliza, principalmente su padre, cuya intolerancia se agrava por el hecho de estar sin empleo desde hace mucho tiempo.
Ante una vida dura y necesitada, Zezé haya una salida en su imaginación, y de esta forma nace la amistad con Minguinho, su planta de naranja-lima, con quien suele jugar y charlar. Aquí es cuando la película gana un tono poético, con los devaneos del chico en un mundo donde puede, al final, ser feliz.
Frases
Esta obra fue muy popular en su época tanto para niños como para jóvenes adultos, dejando muchas frases que son recordadas hoy en día, frases que tratan temas como el amor, la familia, la superación y el dolor. Entre estas frases podemos mencionar las siguientes:
«El dolor era más pequeño que mi rabia.»
«La gente mata en el corazón. Va dejando de querer bien. Y un día la persona muere.
«La verdad es que a mí me contaron las cosas muy temprano.»
«Ahora mi corazón estaba a los saltos.»
«La alegría es un sol brillante dentro del corazón.»
«A veces soy feliz en mi ternura, a veces me equivoco, lo que es más común.»
«Cada vez mi hermanito era más hermoso. No era llorón, ni peleador. Incluso cuando yo estaba obligado a cuidar de él, casi siempre lo hacía de buena voluntad. »
«El dolor no era tomar el desmayo. No era cortar el pie con cazo de vidrio y llevar puntos en la farmacia. El dolor era aquello, que dolía el corazón todito, que la gente tenía que morir con ella, sin poder contar para nadie el secreto.
«Y los días anduvieron sin prisa y sobre todo muy felices.»
«Él soltó una carcajada deliciosa que ningún brasileño sabía soltar.»
«Entonces creé el mayor valor del mundo.»
«Eres un hombrecillo cordero, el Pirralo.»
«Eres un niño muy complicado, pero confieso que le llenan de alegría el viejo corazón de un portugués».
«Este personal va contando las cosas y piensa que el niño cree en todo.»
«No me gustan las discusiones, pero si usted está aburrido es mejor hablar pronto.»
Película
En el argumento de la película que baso en la obra original, Zezé, que es interpretado por Juan Guillermo de Ávila, es un niño de ocho años que, a pesar de hacer muchas travesuras, posee un buen corazón. Él lleva una vida muy humilde, debido al hecho de que su padre está sin empleo desde hace bastante tiempo, y posee la costumbre de tener largas conversaciones con una planta de naranja lima, que está en el jardín de su casa. Hasta que, un día, conoce a Portuga, interpretado por José de Abreu, un señor que pasa a ayudarle y apoyarlo, y luego se convierte en su mejor amigo.
Mi planta de naranja lima es una película dramática brasileña estrenada en el año 1970, basada en la novela del mismo nombre. Fue dirigida por Aurélio Teixeira, y fue la primera adaptación cinematográfica de la novela de José Mauro de Vasconcelos. Fue estrenada a los dos años de la aparición del libro, esta fue la primera de las numerosas versiones que se han realizado de la obra que nos conquista. La película adapta lealmente al libro, eliminando en su guión, que fue escrito a medias por el director, Aurélio Teixeira, y Braz Chediak, unos escasos pasajes y personajes.
Como el del murciélago Luciano, o la pesadilla de la parte final, instantes que hubieran requerido de efectos especiales que, por presupuesto y por las propias particularidades del film, eran pérdidas perfectamente asumibles. Posteriormente Mi planta de Naranja Lima se reestreno como una película de drama de Brasil en el 2012, y fue basada en el libro del mismo nombre. Fue dirigida por Marcos Bernstein y José de Abreu, siendo la segunda adaptación de la película de la obra de José Mauro de Vasconcellos. (ver artículo: La Metamorfosis)
La idea de adaptar el libro nació en el 2004, cuando a peticion de la productora de la película Kátia Machado, Marcos Bernstein y Melanie Dimantas escribieron un nuevo guión, y consecutivamente, Bernstein se ofreció para dirigir el largometraje. Luego de las grabaciones realizadas entre los años 2010 y 2011, en Minas Gerais, mi planta de Naranja Lima fue mostrada por primera vez en 2012 en el Festival de Río. La película se estrenó en los cines brasileños el 19 de abril de 2013 y acogió críticas variadas que destacaron la actuación de João Guilherme Ávila como Zezé y la fotografía de Gustavo Hadba.
Editorial de mi planta de naranja lima
La primera editorial de Mi planta de naranja lima, fue la Editora “Mejoramientos” que posee en su catálogo significativos libros infantiles, juveniles, de gastronomía e interés general, además de la línea Disney y del prestigioso sello de diccionarios Michaelis. Los autores, como Ziraldo, Ruth Rocha, Mauricio de Sousa y Pedro Bandeira, se plasman entre los escritores que colaboran para el éxito editorial de esta gran compañía. Los libros llegan al público a través de una extensa red de distribución, conformada por vendedores, divulgadores, representantes y mayoristas.
Además de las librerías, los más de mil títulos divulgados son vendidos por internet en tiendas virtuales, en catálogos y asimismo en las redes de supermercado. Otra actividad significativa de la Editora Mejoramientos es la edición de proyectos personalizados. Usualmente son libros de encargo, que ofrecen soluciones creativas para las empresas que buscan un producto para la fidelización de clientes y la valorización de su marca. Estas obras pueden ser ajustes de libros conocidos o productos editoriales totalmente nuevos que atiendan a las necesidades específicas de cada cliente.
Resumen de mi planta de naranja lima
La obra se divide en dos partes, y es protagonizada por el niño Zezé, un chico común y corriente, de cinco años, habitante de Bangu, un pueblo ubicado en la periferia de Río de Janeiro. Es muy inteligente e independiente, Zezé es conocido por sus travesuras y es el que se narra la historia de mi planta de naranja lima. Zeze posee mucho ingenio, y muchos personajes decían que Zezé era todo un diablillo. El chico es tan elegante e inteligente que acaba, inclusive, aprendiendo a leer solo. La primera parte del libro se centra en la vida del niño, sus aventuras y sus consecuencias.
La vida de Zezé era buena, tranquila y estable. Él vivía con su familia en una casa agradable y tenía todo lo que era requerido en términos materiales, hasta que el padre un día perdió su empleo y la madre se vio forzada a trabajar en la ciudad, más concretamente en el Molino Inglés. Zezé tiene tres hermanos, que son Gloria, Totoca y Luis. Cuando su mama empezó a trabajar en la fábrica, esta pasa el día en el trabajo mientras el padre, desempleado, se queda en casa. Con la nueva situación de la familia, ellos se ven obligados a cambiar de casa y pasan a tener una vida mucho más humilde.
Las navidades llenas de regalos y comida fueron sustituidas por una mesa vacía y por un árbol sin regalos. Como la nueva casa posee un jardín, cada hijo elige un árbol de este para quedarse con el. Como Zezé es el último a escoger se acaba quedando con un sencillo arbolito de naranja lima. Y es a partir de ese encuentro con un árbol franciscano y nada seductor que nace una fuerte y genuina amistad. Zezé nombra a la planta de naranja lima como Minguinho, en uno de sus primeros diálogos dice:
-Quiero saber si Minguinho está bien.
A lo que le responden:
-¿Qué diablos es Minguino?
– Es mi plata de Naranja Lima.
– Usted escogió un nombre que se parece mucho a él.
Zezé compone asimismo un apodo para Minguinho que le decía en privado, en los momentos en que sentía más aún más cariño por el árbol, este nombre fue “Xururuca”. Minguinho, o Xururuca, era el que escucha sus aventuras y sus lamentos. Como vivía haciendo travesuras todo el tiempo, era recurrente que Zezé fuera atrapado en una de sus muchachadas por sus padres o por sus hermanos. Después allí iba a consolarse con Minguinho, la planta de naranja lima.
En una de sus muchas travesuras, Zezé fue golpeando tanto por su hermana y su padre que necesitó quedarse una semana sin ir a la escuela. Además de Minguinho, el otro gran amigo de Zezé es Manuel Valadares, igualmente conocido como Portuga, y es sobre él que girará la segunda parte del libro. El Portuga trataba a Zezé como hijo y daba toda la paciencia y afecto que el chico no tenia en casa. La amistad entre los dos no era comunicada con el resto de la familia.
En una parte de la historia por una fatalidad del destino, el Portuga es atropellado y fallece. Zezé, por su parte, se enferma. Y para agravar la vida del niño aun mas, deciden cortar la planta de naranja lima, que venía creciendo más de lo que se creía en el jardín. La situación cambia cuando el padre consigue un empleo después de un largo período en casa. Zezé, no obstante, a pesar de sus casi seis años, no se olvida de la tragedia.
La narrativa es considerablemente poética y cada travesura del niño es narrada a partir de la mirada dulce del niño. El punto culminante de la historia acontece al final de la narrativa, cuando Minguinho da su primera flor blanca. Este estaba sentado en la cama y miraba la vida con una tristeza y dolor. Uno de los últimos diálogos es:
-Mira, Zezé. En sus manos existía una florcita blanca.
-La primera flor de Minguinho. Luego se va convertir en un naranjo adulto y comenzara a dar naranjas.
Este se quedó alisando la flor blanca entre sus dedos. No lloraría más por cualquier cosa, aunque Minguinho estaba tratando de decirle adiós con aquella flor; él partía del mundo de sus sueños hacia el mundo de su realidad y dolor.